Todo el mundo conoce la Golondrina Simson. Este ciclomotor en realidad una mezcla entre una scooter y un ciclomotor procedente de la antigua RDA ha permitido desplazarse a la mitad de los habitantes de todo el país. La otra mitad conducía un Trabant.
Sin embargo, Simson no sólo fue un fabricante de Golondrinas. Esta empresa tradicional con sede en Suhl (Montes Metálicos) fue fundada en 1856 como fábrica de armamento. En 1896 Simson comenzó a fabricar bicicletas. No eran más que copias descaradas del fabricante de bicicletas inglés Rover (el fabricante de automóviles que 100 años después sería adquirido por BMW). Las copias de Rover procedentes de los Montes Metálicos eran de buena calidad, por lo que su éxito no se hizo esperar. En 1912, tras superar ciertas dificultades iniciales, se presentó en público el primer automóvil. Por supuesto, el armamento continuó fabricándose e gran escala. En 1934 se suspendió la producción de automóviles.
Los primeros vehículos de dos ruedas surgieron tras la Segunda Guerra Mundial bajo la ocupación soviética. Hoy en día se trata de modelos muy cotizados. La Simson (AWO) 425 es un ciclomotor de cuatro tiempos muy sólido. Sin embargo, la gente de Suhl creía que el futuro estaba en la fabricación de ciclomotores. Los ciclomotores del pueblo debían ser baratos, eficientes y muy fiables. Y así eran precisamente. No se trataba de ciclomotores para presumir, fanfarronear, pavonearse o impresionar, sino vehículos sencillos para el transporte de una o dos personas y algo de equipaje.
El primer ciclomotor Simson, el SR 1 desarrollado en 1955, disponía de un cambio de dos velocidades y desarrollaba 1,3 CV. No obstante, este ciclomotor cumplía su propósito y, si era necesario, llegaba a alcanzar los 40 km/h. En 1964, Simson añadió a la denominación de tipo el nombre de un pájaro. Así es como surgió la Golondrina, el ciclomotor más famoso de la casa Simson. En realidad, este ciclomotor recibió el nombre de Simson KR51. Hoy en día todavía se pueden ver miles de ejemplares por las calles, ya que sus propietarios han sabido cuidarlos y mimarlos. La Golondrina es un vehículo muy robusto. Es capaz de soportar suciedad, fango, lluvia, una carga excesiva, temperaturas extremas e incluso largos recorridos, tal y como muestran los viajes realizados por el Sáhara. Este famoso pájaro de Suhl que se fabricó hasta el año 1986 llegó a desarrollar una potencia de 4 CV y a alcanzar una velocidad máxima de 60 km/h.
Sin embargo, los que al pensar en la casa Simson sólo se acuerden de la Golondrina están menospreciando el resto de las scooters. La Spatz, la Star, la Sperber y la Habicht eran igual de buenas en términos cualitativos, aunque no de popularidad. La scooter más rápida de 50 c/c fue la Simson Sperber, fabricada entre los años 1966 y 1972, y que alcanzaba una velocidad máxima de 75 km/h.
Tras la Reunificación, la casa Simson intentó sobrevivir con vehículos de dos ruedas relativamente modernos. La gente de Suhl debía lidiar con las mismas dificultades que el fabricante de motos MZ. Ambas firmas fabricaban máquinas fiables y económicas en la categoría de los vehículos de dos ruedas pequeños. Sin embargo, el espíritu de la época le dio la espalda tanto a Simson como a MZ. Después de 1990, la alocada estética y la construcción orientada a la eficiencia de los ciclomotores Simson no lograron convencer ni en el Este ni en el Oeste. Lo que se llevaba en aquella época eran las máquinas pesadas y potentes. Honda, Yamaha, Kawasaki, Suzuki y BMW eran los fabricantes con mayor éxito. Los ciclomotores de la marca Simson eran el hazmerreír de muchos. Pese a todo, la casa Simson intentó un nuevo inicio con modelos de 125 c/c relativamente modernos. Estas motos desarrollaban 14 CV y alcanzaban velocidades muy superiores a los 100 km/h. A pesar de todo, no tenían ninguna posibilidad frente a una moto de fabricación en serie japonesa de más de 100 CV de potencia y con un precio asequible. En 2002 la casa Simson cerró sus puertas definitivamente. No obstante, las motos y ciclomotores de Simson todavía se pueden encontrar en el mercado de segunda mano. Comprar un ciclomotor Simson de segunda mano puede resultar ideal para personas con poco presupuesto, así como para los manitas a los que les arreglar modelos antiguos. La Golondrina es un objeto de culto que todavía atrae todas las miradas.