Hoy en día, las scooters forman parte de la imagen habitual de nuestras calles. Hace pocos años en Alemania casi no se veían, aunque en los países del sur de Europa hacía tiempo que formaban parte del paisaje urbano habitual. Entre las representantes más conocidas de esta categoría de motos se encuentra la Vespa desarrollada por el fabricante italiano Piaggio.
A diferencia de las motos, las scooters cuentan con un marco abierto que permite el paso del conductor. Antiguamente, las scooters se consideraban las motos de las mujeres, ya que éstas podían conducirlas cómodamente incluso llevando falda. Otra diferencia con respecto una moto es el compartimento para el casco situado debajo del asiento de la scooter. En el caso de las scooters de mayor tamaño en este compartimento cabe perfectamente un caso integral.
A diferencia de una moto, una scooter no tiene un cambio de marchas manual, sino que excepto en raras ocasiones cuentan con una transmisión variable continua.
La mayoría de las scooters disponen de motores monocilíndricos. Algunos modelos están equipados con motores bicilíndricos, como, por ejemplo, las scooters de Honda, Suzuki o Yamaha. Entre las scooter más pequeñas de 50 c/c se pueden encontrar también algunos modelos con motores de dos tiempos, si bien las más grandes a partir de 125 c/c cuentan en su gran mayoría con motores de cuatro tiempos más modernos. Las nuevas versiones se comercializan con motores de inyección y catalizador con el objetivo de cumplir unos requisitos medioambientales cada vez más exigentes.
En el apartado de las ruedas, una scooter no puede competir con el confort de marcha de una moto. El chasis de una scooter está equipado con ruedas más pequeñas. En especial el confort de la amortiguación y las características de conducción en curva son mucho mejores en las motos con ruedas más grandes. Por este motivo, las scooter más grandes se equipan cada vez más con ruedas más grandes.
Las scooter convencen por los motivos más dispares. Por un lado, el aspecto económico resulta más que interesante. Puestos a elegir entre la adquisición de un segundo vehículo o una scooter, la balanza se inclina a menudo por la scooter. A diferencia de un automóvil, ésta resulta más económica en su adquisición y mucho más en su mantenimiento. Hasta una cilindrada de 200 c/c no hay que pagar ningún tipo de impuesto e incluso el seguro suele salir a buen precio. El consumo de combustible depende de la cilindrada y la potencia, aunque está claro que es inferior al de un automóvil.
La protección contra el viento y las inclemencias climáticas se ha ido mejorando constantemente con el paso del tiempo. Muchas scooter cuentan con una buena carrocería y una protección más o menos grande contra el viento. No obstante, la protección contra el viento de serie se suele poder cambiar sin problemas. En cualquier establecimiento de accesorios existen protecciones más grandes.
Las scooter más grandes se suelen denominar maxiscooters. Estas scooter grandes pueden llegar a disponer de una cilindrada de hasta 839 c/c y una potencia de 75 CV y su conducción puede ser deportiva a la par que confortable.
Junto con estas razones de peso, tanto el culto a la Vespa como el encanto italiano que rodea especialmente a los modelos más antiguos de las scooter seguirá desempeñando un papel fundamental a la hora de tomar la decisión de comprar una scooter.