El S60 R se distingue en el frontal porque tiene un faldón con tres grandes entradas de aire, unos faros distintos y una parrilla delantera con el reborde cromado más grande que en el resto de los S60. En la parte posterior tiene un pequeño deflector aerodinámico en la tapa del maletero que reduce un 20% la tendencia del eje trasero a elevarse a alta velocidad, unas salidas de escape específicas y los distintivos AWD y R en la carrocería. Tiene de serie llantas de cinco radios y 17 pulgadas de diámetro con neumáticos 235/45 R17. Opcionalmente, puede llevar llantas de 18 pulgadas con neumáticos 235/40 R18.
El Volvo S60 R es un deportivo rápido y no muy exigente con el conductor, que se puede usar como coche de diario porque no es brusco ni incómodo. Se conduce de una forma muy intuitiva, con unos increíbles apoyos en curva y, a pesar de que entre la tracción permanente, con cambios muy rápidos de trayectoria. En carreteras de montaña se pueden alcanzar ritmos increíbles en los que sólo al cabo de un tiempo nos sentiremos penalizados por su peso, que obliga a trabajar mucho al chasis y los frenos. Respecto a estos últimos, cabe detallar que tienen 330 mm de diámetro en las cuatro ruedas, aunque los delanteros tienen más grosor que los traseros. Dada su potencia no hay ni que decir la facilidad que proporciona en los adelantamientos o las salidas desde parado.
Este R tiene un motor de 2,5 litros de cilindrada, cinco cilindros en línea, turbocompresor, 300 CV de potencia máxima y 400 Nm de par a sólo 1.950 rpm en la versión manual. La cifra de par se reduce notablemente para la versión automática, ya que se queda en 350 Nm. En los dos casos, la curva de par es plana y el máximo se acerca mucho al régimen de potencia máxima. El motor del S60 R tiene más cilindrada (2,5 litros) y dos intercoolers a diferencia del resto de los hermanos de serie. Las sensaciones que trasmite son de un motor que se encuentra lleno a cualquier régimen de giro, que desde poco más de las 1.500 rpm empuja y que cualquier conductor puede conducirlo. Pero con cuidado, ya que tiene unas prestaciones más elevadas de lo que puede parecer a simple vista. Es capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 5,7 segundos, mientras que con la transmisión automática de 5 marchas logra esta velocidad en 7,5. De hecho, la velocidad máxima está limitada a 250 km/h de acuerdo con los datos de la marca, por lo que es recomendable vigilar el pedal del acelerador.
A este hecho contribuye la gran comodidad de marcha. La amortiguación variable está controlada electrónicamente y se ha desarrollado en colaboración con Öhlins Racin AB y Monroe. Este sistema tiene la capacidad de variar extremadamente rápido la dureza de cada uno de los amortiguadores (hasta 500 veces por segundo) en función de diversos factores como la velocidad, la posición del acelerador, la velocidad relativa de las ruedas con respecto a la carrocería y el ángulo de giro de la dirección. También está controlado electrónicamente el sistema de tracción total Haldex. Para empezar, las cuatro ruedas están encargadas de propulsar al automóvil a través de un avanzado sistema de tracción que se vale de tres elaborados diferenciales, incluyendo uno central, controlados por un procesador electrónico para repartir a cada rueda la cantidad exacta de potencia según las condiciones de conducción o de agarre del piso. Este mecanismo es sólo una pequeña parte de lo que Volvo llama ‘Four-C’ (Cuatro C), que son las siglas de “Concepto de Chasis de Control Continuo”. Todo ello hace que pueda hacer funcionar o desconectarlo la tracción a las cuatro ruedas según convenga.
Los tres ajustes de la suspensión se denominan Confort, para una conducción normal del vehículo; Sport para autovías y autopistas, o carreteras reviradas, donde se nota de verdad un endurecimiento de la suspensión; y por último podemos seleccionar la posición Advanced, en la notaremos hasta las más leves irregularidades del terreno, tanto que incluso habrá quien prefiera conducir más despacio pero con un plus de confort.
Este comportamiento tan deportivo del Volvo S60 R también se deja ver en el interior. Cada uno de los indicadores de la instrumentación tiene un cerco con acabado metálico. También lleva un volante de tres radios recubierto de cuero, con resaltes anatómicos en el lugar donde se colocan las manos y con la letra R en uno de sus radios. Los asientos delanteros son de corte deportivo y ofrecen una mayor sujeción lateral.
En lo referente al precio, esta versión del S60 resulta levemente más barata que un Volvo V70, que el precio de la versión con cambio manual de seis velocidades es de 55.700 euros.