Prueba: Volkswagen Tiguan 2.0 TDI 4x2 – Punto de partida

La versión que probamos representa el escalón de acceso a la gama diésel de este todocamino y, con los 4.000 € que nos ahorraremos frente a su “hermano” con tracción a las cuatro ruedas, se convierte en una alternativa más que interesante… Aunque en sí suponga un contrasentido, por la cabeza de la gran mayoría de personas que adquieren un SUV de tamaño medio no pasa la idea de meter su preciado e imponente automóvil a “batallar” por el campo. Pese a que a este tipo de clientes no les interesa lo más mínimo las cualidades offroad de estos vehículos, los convierten en su elección por aspectos como la capacidad, la seguridad o la estética. Volkswagen no ha querido pasar por alto esta realidad existente en el mercado y ha colocado una golosina para todos aquellos que estaban “enamorados” del Tiguan, pero que no tenían ningún interés en la tracción total o no veían posible su compra debido a su precio.

Idéntico

La imagen del Tiguan 4x2 es clavada a la de las versiones 4x4. Su estética es conservadora y aunque puede resultar un tanto sobrio, conserva el peculiar atractivo congénito de cualquier Volkswagen. Sus dimensiones son contenidas, con una longitud de 4,43 m de largo, 1,68 de alto y 1,81 de ancho. Salvando las distancias, en líneas generales el diseño del Tiguan guarda mucha similitud con el de su “primo mayor”, el majestuoso Touareg, que no nos confundamos, es harina de otro costal. Hay que decir que el ángulo de ataque (recordar que indica la capacidad del vehículo para superar desniveles en su parte delantera sin que la carrocería toque el suelo) es en esta versión de 18º. El Tiguan más preparado para ir por el campo, además de ser 4x4, tiene un ángulo de ataque de 28º.

Exteriormente lo que más llama la atención es el prominente frontal, con los faros antiniebla integrados en el paragolpes delantero. La calandra cuenta con atractivas tiras cromadas, es más pequeña de lo habitual y tiene forma de escudo. Por su parte, los pilotos tienen una agresiva silueta que encaja a la perfección con los prominentes pasos de rueda y la línea de cintura ascendente que nos lleva hasta la zaga. En la parte trasera el portón armoniza con el parachoques, mientras que los grupos ópticos tienen unas formas parecidas a los del Eos (más…)

Calidad a primera vista

El interior del Tiguan presenta un acabado realmente conseguido, con una calidad de realización que lo coloca en los puestos de cabeza entre los de su categoría. La disposición de los elementos y toda la botonería es muy similar a la del Golf Plus. Los materiales son agradables al tacto, todo parece estar perfectamente ajustado y la sensación general que se percibe es fiel a los estándares que aplica la marca; sobriedad y elegancia aderezada con una buena dosis de saber hacer. En resumidas cuentas, se percibe ese “pedigrí” que Volkswagen viene imprimiendo últimamente a todos sus automóviles.

En el puesto de conducción nos sentiremos cómodos rápidamente, si bien tenemos que acostumbrarnos a la posición tan elevada que muestra el salpicadero. Esto nos obliga a situarnos en una posición más alta de lo normal, pero como el espacio hasta el techo es más que suficiente no supone mayor inconveniente. Las plazas delanteras son confortables y espaciosas, los asientos cuentan con múltiples regales y tenemos la posibilidad de ajustar el volante a nuestro antojo, tanto en altura como en profundidad. En la parte de atrás dos adultos pueden viajar plácidamente, pero la cosa se complica si queremos incluir a otro compañero más en nuestro recorrido porque la plaza central está algo limitada, sobre todo por la posición que obliga a adoptar a nuestros pies.

Un aspecto a destacar es la cantidad de huecos y zonas acondicionadas que tenemos para depositar objetos y enseres. En cuanto a la capacidad del maletero (395 litros), resulta un tanto escasa si comparamos con alguno de sus rivales. Eso sí, cuenta con algunos accesorios para facilitar el transporte de la carga y además, desde el habitáculo podemos desplazar longitudinalmente la banqueta trasera haciéndole ganar espacio (a costa de sacrificar el de las piernas). Con los asientos totalmente abatidos, el volumen aumenta hasta los 1.510 litros.

En la carretera

El cambio más significativo respecto a las versiones con tracción a las cuatro ruedas es la notable reducción de peso que supone la eliminación de este sistema, con la consiguiente ganancia en agilidad y pérdida de motricidad en determinadas ocasiones. Otro aspecto donde se notan diferencias radica en el cambio, que ahora da la sensación de tener unos desarrollos mucho más largos. Por lo demás, el Tiguan 4x2 conserva todas las magníficas cualidades que ya estaban presentes en sus “hermanos” 4x4.

Este SUV ligero ofrece un comportamiento dinámico realmente satisfactorio, que en ocasiones está próximo al de un turismo. Su nivel de estabilidad es muy elevado, responde con precisión a nuestras órdenes y se muestra firme en los apoyos, con un balanceo contenido. Merced a su excelente dirección se inscribe en los giros con suficiencia, manteniendo la trayectoria elegida sin mayores complicaciones. Las suspensiones son un tanto duras, pero no comprometen el confort de marcha, otro de los puntos a favor en el Tiguan. La mencionada ausencia de tracción total y la correspondiente reducción de peso tiene también algunos inconvenientes: el primero es la lógica incapacidad para circular por terrenos más complicados o zonas offroad con desniveles y pendientes abruptas, el segundo es que se muestra sensiblemente más subvirador cuando practicamos una conducción exigente.

Al margen de esto, no cabe duda de que el Tiguan es un automóvil que destaca por su equilibrio entre comodidad y estabilidad. Otro aspecto a destacar es la buena insonorización del habitáculo en el que apenas se perciben ruidos aerodinámicos o de rodadura procedentes del exterior, aunque sí que se aprecia el sonido algo rumoroso procedente del motor. Por último, señalar que este SUV se desenvuelve con soltura en la ciudad, merced a la provechosa agilidad de la que hace gala y a la buena visibilidad que tiene el conductor al ir sentado en una posición elevada.

Mecánica de última generación

El propulsor es el nuevo y conocido bloque 2.0 TDI con inyección por conducto común, un sistema que el grupo Volkswagen está implantando paulatinamente en toda su flota en detrimento de los antiguos bomba-inyector. En esta versión otorga una potencia de 140 CV a 4.200 revoluciones y un par de 320 Nm constantes entre las 1.750 y las 2.500 vueltas. Sobre su funcionamiento ya se ha hablado largo y tendido, destacando su refinamiento, elasticidad y buena respuesta en bajos respecto a las anteriores mecánicas que no empleaban la tecnología “common-rail”. En el Tiguan, este motor se muestra solvente y empuja con decisión a partir de las 1.500 vueltas. Como es normal, parece algo más “desahogado” en la versión que nos ocupa, con tracción a las rudas delanteras únicamente. Acelera de 0 a 100 Km/h en 10,2 segundos (3 décimas más rápido que su “hermano” 4x4) y alcanza una punta de 190 Km/h (frente a los 184 de su pariente).

Por otra parte, nuestra unidad de pruebas contaba con un cambio manual de 6 velocidades que destaca por su buen funcionamiento. Hay que decir que las trasmisiones automáticas disponibles para los modelos 4x4 son de convertidor de par hidráulico (“Tiptronic”) y en ningún caso se puede disponer del cambio de doble embrague “DSG”, lo cual nos parece un error dado su excelente rendimiento en otros vehículos del grupo en combinación con motorizaciones idénticas. En cuanto al gasto de combustible nada que objetar; las cifras hablan por sí solas y el fabricante declara un consumo medio combinado de 5’9 litros a los 100 kilómetros. Lo cierto es que siempre rondaremos los 6,5 litros de media si practicamos una conducción suave, lo que sigue siendo un dato más que bueno puesto que, no nos olvidemos, estamos hablando de un SUV con más de 1 tonelada y media de peso.

Datos técnicos

Completo pero…con matices

Esta versión 4x2 sólo se ofrece con el acabado básico, denominado “Advance”. Así, el Volkswagen Tiguan Advance 2.0 TDI 140 CV 2WD tiene un precio de 29.090 €. El equipamiento de serie es algo escaso, porque se echan en falta dispositivos como el encendido automático de los faros o el sensor de lluvia. Lo más negativo es que no puede incorporar algunos de los elementos más atractivos y diferenciadores que sólo están disponibles en otros acabados, como la cámara de visión trasera o el sistema de aparcamiento automático “Park Assist”.

Hablando de materia de seguridad, no faltan los sistemas habituales como el control de tracción y de estabilidad o los no tan habituales airbags de cabeza delanteros y traseros. Por lo demás contamos con, entre otras cosas, ordenador de a bordo, pantalla multifunción, control de velocidad de crucero, freno de mano eléctrico con función “Auto Hold”, radio CD con mp3, toma auxiliar para fuente externa de audio, climatizador bizona, faros antiniebla, llantas de 16” o las barras longitudinales del techo.

Rivales y conclusión

No hay ningún fabricante que no se haya hecho eco de este nicho de mercado, así que la competencia es muy dura. El Tiguan es el más caro de todos, pero a cambio el que mejor terminación presenta en su interior y el que proporciona una conducción dinámica puntera entre los de su categoría. Con todo, el alemán tiene que batirse con, por citar algunos, vehículos como el Ford  Kuga Trend 2.0 TDCi 2WD (136 CV y 24.740 €) (más...), el Renault Koleos Expression 2.0 dCi 4x2 (150 CV y 25.000 €) (más...) o el Kia Sportage 2.0 CRDI VGT Concept 4x2 (150 CV y 25.500 €) (más...). La lista de rivales no acaba ahí y podríamos seguir enumerando numerosos modelos (Chevrolet Captiva, Toyota RAV4, Nissan Qashqai…) para que se hagan una idea de la intensa batalla que se libra en este peculiar segmento.

En conclusión, la versión con tracción delantera del Tiguan se sitúa a la cabeza de esta nueva moda de “todoterrenos descafeinados”, que causa furor entre personas que buscan un SUV ligero para circular por carretera y ciudad olvidándose completamente del campo. Nuestro protagonista presenta una estética contundente y llamativa, es un excelente rodador y posee una calidad de terminación por encima de la media. Así pues, quien esté pensando adquirir un todocamino de este tipo, encontrará en el Tiguan 4x2 un vehículo que satisfará con creces sus necesidades y exigencias…y todo por menos de 30.000 €.