Sobre todo a raíz de la pandemia, las cámper, que ya estaban un poco de moda, vivieron un boom espectacular. Siempre ha habido enamorados de despertarse cada día en un sitio distinto, dejarse llevar, fluir y dejar que el destino elija por ellos, y la idea de vivir en una casa con ruedas siempre tiene su atractivo.
Hay auténticos “transatlánticos” con ruedas, auténticos autobuses que guardan con celo un auténtico hogar en su interior. Lo que ha hecho Volkswagen con su California es poner al alcance de “casi cualquiera”, una furgoneta donde pueden dormir cuatro personas y hacer una vida prácticamente completa gracias a su nevera, sus fogones, su fregadero con grifo, su ducha y su armario con diferentes compartimentos.
A muchos, expertos del caravaning, puede que les sepa a poco y se les quede pequeña, pero para la inmensa mayoría, esta VW California es la manera perfecta no sólo para iniciarse en este mundillo, sino para disfrutar de la vida y aprovechar las ganas de vivirla de una manera diferente, pudiendo conocer mundo, o simplemente un país, sin tener que volver a casa tras cada viaje… porque puedes viajar en tu propia casa. O eso parece.
La Volkswagen California Ocean y su diseño exterior
La sexta generación de la archiconocida VW California ha sufrido unos pequeños retoques, pasando a denominarse 6.1, para seguir siendo competitiva y poder ser una alternativa en el mercado a los que busquen este tipo de vehículos. Está claro que no son un utilitario, y la opción que te da de poder desplazarte y pernoctar, todo en uno, ahorrando costosas noches de hotel, es un aliciente con el que muchos echarán cuentas a la hora de amortizarla.
En su diseño exterior, pocas variaciones apreciamos con respecto, no sólo a la versión de la que precede sino, incluso, a la anterior. Pequeños toques aquí y allá, principalmente en grupos ópticos y en paragolpes. En la versión que nosotros probamos aquí, destaca la pintura bitono, gris metalizado y azul marino que, con sinceridad, le da un puntito premium que le queda de maravilla.
Nos gusta que las llantas sean “sólo” de 17 pulgadas, para no sobrecalzar y hacer aún menos ágil a una furgo que, con casi 2.600 kilos en báscula, no puede tener cinturita de avispa ni sensaciones dinámicas y deportivas ni aunque las encargues en Amazon.
La Volkswagen California Ocean y su interior, no dejan indiferente
Pero claro, poco importa el exterior, al menos no mucho, cuando todo gira en torno al interior, al habitáculo, donde, de verdad, vas a pasar muuuuuuuuuchas horas, bien al volante, bien durmiendo, bien haciendo vida en sus numerosas opciones y posibilidades.
En esta versión, nos encontramos con sólo cuatro plazas. Pero claro, la contrapartida, es que los cuatro adultos que pueden viajar cómodamente sentados en la Volkswagen California Ocean, también pueden dormir en sendas “camas” de dos metros de largo por 1,15 metros de ancho. Y dormir, además, con bastante comodidad. Sabemos de lo que hablamos.
Existen muchas versiones de esta furgoneta de Volkswagen, algunas pensadas para el trabajo, el transporte de bultos, con sólo tres plazas, otras, para el transporte de pasajeros, hasta con capacidad para nueve adultos. La versión que tenemos aquí es la perfecta para que una familia con dos hijos puedas viajar hasta el infinito y más allá y tener capacidad para autogestionarse con muy pocas limitaciones.
Se pueden guardar “unos pocos” alimentos en la nevera (42 litros de capacidad), se pueden cocinar cosas sencillas en sus dos fogones, hay espacio para algo de ropa y útiles de aseo, puedes lavar la vajilla en su pequeño fregadero… incluso una ducha improvisada o, al menos, quitarte la arena de los pies si estás junto a la playa… Pero hay necesidades fisiológicas, por ejemplo, que requieren otro tipo de infraestructura si queremos ser cívicos, y tampoco puedes almacenar muchos alimentos o mucha ropa, el espacio es amplio, pero también finito. Eso siempre hay que tenerlo en cuenta.
En cualquier caso, puedes viajar cuatro personas con muuuuuuucho equipaje y muchos “archiperres”, por ejemplo, cuatro bicis para una semana de deporte, tendrás que hacer equilibrios si quieres meter tablas de surf que no sean de las grandes, o el equipo de buceo, o el de espeleología o, simplemente, todos los cacharros y juguetes de los peques, si viajas con tus hijos. Es cuestión de organizarse bien, y los amantes de este tipo de vida saben hacerlo, ya lo creo.
A los mandos, por cierto, la posición de conducción no es la mejor, me ha parecido muy hierática, con asientos poco acolchados, que no recogen bien, y vas situado siempre altísimo. Difícil, pero no imposible, dar la vuelta a los asientos para crear una zona de confort en torno a la mesa plegable.
Al volante gozamos del virtual cockpit del grupo, mucha información un volante incluso achatado por abajo, y una palanca del cambio muy bien situada, integrada en la parte baja de la consola central. Hueco enorme entre asientos para que estos puedan girarse y también para poder dejar mochilas y diversos objetos en marcha. Lástima de levas que complementen el DSG7 tan cómodo y eficaz. Y por cierto, plástico duro a cascoporro, pero con ajustes correctos y una percepción visual casi elegante. Muchos huecos para vaciar bolsillos, aunque la guantera sea, quizá la más pequeña que he visto en años.
Los dos asientos de la segunda fila no dejan de ser un banco corrido y un respaldo también recto que se pliegan para dejar una especie de cama que se hace realidad con una tabla en la parte posterior y una especie de colchoncillo de espuma que no llegará a los cuatro centímetros de grosor, pero que logra llevar a cabo su función. Es genial la cantidad de centímetros que se puede deslizar esta banqueta, y la facilidad con la que los reposacabezas pasan de uno a otro lado. Bien hecho.
Los motores de la Volkswagen California Ocean
En marcha, agradecemos que esta versión más lujosa y equipada aúne el motor más potente de la familia, el 204 CV, con un dos litros de cuatro cilindros, y el cambios DSG de doble embrague y 7 velocidades. Cero pegas aquí. De hecho, se nos hace impensable pensar en cómo se moverá este mamotreto de 2.600 kilos con sólo 150 caballos, la otra opción TDI de la que disponemos en catálogo.
Los 450 NM de nuestro propulsor cuadran a la perfección con el DSG y los consumos, con sinceridad, si eres cuidadoso y no te pesa el pie derecho, son más que coherentes. Nosotros hemos hecho más de 1.800 kilómetros para probar una cámper que necesita este kilómetraje y estas horas de vida para saber, de verdad, de lo que es capaz, y la media de 7,7 litros a los 100 km nos ha parecido espectacular, siendo conscientes de lo que es. La media combinada WLTP es de 8,1 y la media real con la que nos llegó después de más de 3.500 km de prueba de otros compañeros de profesión rozaba los 10 litros.
Nosotros fuimos capaces de hacer un Madrid-Valencia a 120 km/h de media, a punta de gas, cosechando una cifra media de 7,4 litros de media. Y le hemos dado varias vueltas a la Sierra de Tramuntana, si no la conoces ya estás tardando, a pesar de estar infectada de ciclistas, para darte cuenta de lo sinuoso del recorrido y de lo que se revaloriza aún más la cifra de consuma obtenida.
La Volkswagen California Ocean y su precio... ¿justo?
Los 79.005 euros de nuestra unidad pueden parecer muchos, pero todo depende de lo que seas capaz de amortizarla con su uso a todos los niveles. Si ponemos una media de 100 euros por habitación y noche cada mes que estés de vacas te ahorrarás 3.000 euros de presupuesto. Si le añades puentes y fines de semana, en un año puedes ahorrarte en alojamiento un buen pico. Es cuestión de hacer cuentas.
También hay que hacer cuentas en cuanto a la versión a elegir. La VW California tiene un “desde” en poco más de 54.000 euros, en su versión Outdoor, casi tres mil euros más si nos vamos a la versión Beach, siempre con el motor de 150 CV y cambio manual de seis velocidades. De hecho, la Ocean también puede costar menos: 74.000 euros si cambiamos la opción de 204 CV por la de 150, e incluso podemos bajar a 68.000 euros si también nos olvidamos del DSG7 y al motor de 150 CV le añadimos el cambio manual de 6 velocidades.
Tiene varios rivales, Ford Transit Nugget, Mercedes-Benz Clase V Marco Polo, algún modelo de Toyota Proace… incluso Iveco, pero la verdad es que es la Mercedes su principal rival. Es cierto que este modelo a prueba aquí cuesta muy parecido a una Marco Polo con equipamiento parecido pero justo hace un año probamos la Clase V y nos parece superior en muchas cosas, principalmente, en calidades y acabados, aunque igual haya que gastarse algún euro más para complementar el equipamiento y dejarlo igual, igual.
Sensaciones de conducción de la Volkswagen California Ocean
Este tipo de cámper no necesitan un carnet distinto al B1, son considerados “coches” pues no llegn a 3.500 kilos de peso entre otras cosas. Pero es cierto que con 4,90 metros de largo, 1,90 de ancho y 1,99 de alto, requiere cierta pericia añadida a la habitual para ponerse a sus mandos.
Con el paso de los kilómetros se te hará “normal” conducir este vehículo elefantiásico, pero al principio se te hará preocupantemente complicado. Es cierto que la dirección y las suspensiones tienen una puesta a punta realmente eficiente y sería difícil pensar en otro tarado que no sea este, pues el compromiso entre mantener la carrocería a salvo de bamboleos mayúsculos y poder sujetar a la vez que absorbes baches e irregularidades de la calzada no es nada fácil.
En cualquier caso, es un vehículo ideal para alquilar unos días y probar la experiencia de vivir la aventura diaria, 24/24 con tus peques… por ejemplo ;)
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