Aquí va un adelanto: tiene 170 cv concentrados en una cilindrada de 1400 cc, un par de 240 Nm a partir de las 1700 vueltas, una aceleración inferior a los 8 segundos y capacidad para alcanzar 220 km/h de velocidad máxima. Si, lo han oído bien. 170 cv para 1400 centímetros cúbicos. Mucho motor, y una vez mas, el DSG
Todo tiene su explicación, y el funcionamiento de este coche no es una excepción. La utilización de mecánicas basadas en un trabajo conjunto de turbocompresores y compresores volumétricos provocan (no siendo muy habitual) que se den lugar coches con estas características de motor. Volkswagen lo ha intentado tanto en el conjunto de los monovolúmenes (en el Touran por ejemplo han conseguido 140 cv en una cilindrada 1.4) como en el de compactos deportivos (en el Golf GT).
Dos apuestas consagradas de las cuales nosotros probamos la última de ellas, con un resultado sorprendente y aliñado además con la gozada del cambio automático DSG (Double Shift Gearbox). Esta caja mejora algunos valores con respecto a la caja manual de 6 velocidades. Por ejemplo, tarda 0,2 segundos menos en alcanzar los 100 km/h y la pérdida de velocidad punta es prácticamente inapreciable.
Este motor se compone de un bloque de cuatro cilindros posicionados en línea, con 4 válvulas por cada uno de ellos y con una cilindrada de 1400 cc. Es el mismo con el que Volkswagen ofrece 90 cv normalmente y que ahora multiplica casi por dos gracias a estos dos sistemas de compresión. Los “turbo” funcionan gracias a un aprovechamiento de la energía de los gases del escape, mediante la cual son capaces de comprimir el aire de admisión y dar una presión muy alta generando potencias como las de este coche. Cuando el turbo no puede generar esta presión (porque no ha alcanzado su régimen óptimo), entra en acción el compresor volumétrico. La conexión entre uno y otro es automática.
Gracias a este sistema se puede conseguir con un motor pequeño (1.4 en este caso) valores de par muy parecidos a los de un “grande”. Además, gracias a la combinación de las dos compresiones se abre el abanico de revoluciones de par motor máximo con lo que la eficiencia del motor pertenece sin duda al de un deportivo en toda regla. Se pueden conseguir las mismas cotas de potencia en versión diésel, pero claro, ya con un motor 2.0 TDI (bastante mas caro).
Por cierto que en el cuadro de indicadores para el piloto podemos encontrar un nuevo “fichaje”. Donde antes se encontraba el medidor del nivel de temperatura del agua, ahora la medición es de la presión del turbo antes mencionada (boost) que servir, no sirve para nada, pero a más de uno le resultará atractivo. Quizá es un inconveniente que hayan sacrificado este indicador por otros, en lugar de añadir éste último como un tercero extra.
Muy estable y con consumo excelente para tanta potencia
La pega mas notable de este motor es que le cuesta bastante acallar tanta potencia contenida. Las vibraciones están bastante retenidas, no así la sonoridad (que al ralentí es muy agradable pero que a altas revoluciones no pasa desapercibida). La suspensión ha sido endurecida y el tacto general hace que donde mas disfrutemos el balanceo del coche sea en los pasos por curva a velocidades no muy altas. Todos los modelos vienen con ESP (control de estabilidad) que se puede desconectar a nuestro gusto.
¿Y que pasa con el consumo? Pues que para nada es excesivo si tenemos en cuenta todo lo dicho. Aunque a nosotros nos salieron otras cuentas, en Volkswagen lo han cifrado en un mixto de 7,2 litros. En nuestra prueba superó los 8 litros (casi y medio) aunque quizá en un viaje algo mas animado de la cuenta. No es mucho teniendo en cuenta la explosividad que tiene y que (comparando con su superior) el consumo del TFSI 2.0 de 200 cv está situado entre los 8 y los 8,5 litros.
En cualquier caso, la recomendación es que se utilice el octanaje mas caro para afinar las respuestas del motor.
Equipamiento y evolución
Como decíamos al principio, este Golf GT no desencaja en el grupo de los R32 o los GTI, aunque realmente esté por debajo de los dos. Al motor que hemos descrito hay que sumar además, su equipamiento deportivo, mas discreto y no tan radical como el que llevan los otros dos.
En la carrocería, el pack GT incluye los parachoques anterior y posterior deportivos, así como la parrilla frontal rediseñada. Trae llantas de aluminio de 17" (225/45), una suspensión que se ha endurecido, doble salida de escape y asientos deportivos (de cuero y calefactables, no tan resultones como los del GTI, pero en general positivos).
En el interior, la calidad de los materiales resulta agradable y, aunque el diseño es algo austero, la impresión general es de sobriedad y elegancia. Posee volumen de carga suficiente para lo que es (maletero de 350 litros y gran facilidad para abatir las plazas traseras). Altura hay para cualquier tamaño en la fila trasera, incluso el asiento central no resulta excesivamente cansado y el espacio para las piernas es adecuado para su condición.
También incluye de serie radio CD con 8 altavoces, entrada para reproductor Ipod Nano, ordenador de a bordo, climatizador bizona y faros bixenon.
El precio base es de unos 26.000 euros (elevado en esta versión por el cambio DSG, que lo encarece unos 1.500), pudiendo llegar hasta casi los 30.000 si queremos techo solar, asientos de cuero con calefacción y navegador GPS.