El único hándicap respecto a la competencia lo arrastra ya desde su predecesor… Lo han adivinado ¿no? Nos referimos a su precio. Con la llegada de su quinta generación, el Polo vuelve a levantar la patita, marca su territorio y dice “aquí estoy yo”, para dejar claro con cualidades y argumentos muy convincentes que quiere ser el líder de la manada. Aunque, como decíamos hace poco, la revolución en el actual mercado de los utilitarios ha sido tal, que lo va a tener más difícil que nunca...
Ejercicio de estilo
El primer punto donde destaca el nuevo Polo radica en su imagen. Volkswagen ha creado un automóvil coqueto y deportivo a la vez y lo ha conseguido adoptando la esencia de diseño de sus hermanos mayores, el Scirocco y el Golf. Respecto a su predecesor, ha crecido en longitud y anchura; ahora es 38 milímetros más largo (3,97 m) y 32 milímetros más ancho (1,68 m).
Exteriormente, lo primero que llama la atención es el nuevo aspecto del frontal, con los característicos rasgos estilizados y angulosos que vimos por primera vez en el mencionado Scirocco. Por su parte, la vista lateral es ahora más musculosa y deportiva merced a una acentuada línea de cintura, mientras que la parte trasera no se queda atrás gracias a los grupos ópticos de nueva factura y la marcada geometría del conjunto.
Si por fuera ya es realmente atractivo, por dentro destila sobriedad y buen gusto, con una calidad de acabado que prácticamente no tiene rival en el segmento. Algunos de sus contrincantes han dado un enorme salto hacia delante en este sentido (por ejemplo, un Ford Fiesta), pero el Polo sigue siendo el ejemplo a seguir. La sensación general que se percibe es de una “atmósfera” en la que todo está perfectamente ajustado; esta solidez no sólo se limita al aspecto visual, ya que el tacto de toda la botonería y los diversos mandos es también muy agradable. Sin duda, un interior más propio de segmentos superiores que hereda lo visto en el Golf, incluido el nuevo cuadro de instrumentos en color blanco.
Amplio
A bordo del Polo no falta espacio y hay que recalcarlo, tampoco huecos portaobjetos.Las plazas delanteras son realmente confortables, amplias y con unos asientos que sujetan muy bien el cuerpo. Por su parte, la ergonomía del puesto de conducción es muy satisfactoria. Encontrar una postura idónea al volante es tarea sencilla para personas de distintas complexiones porque tenemos a nuestra disposición multitud de reglajes que nos permiten ajustar todo a nuestro gusto.
En las plazas traseras también se disfruta de una amplitud considerable, destacando sobre todo el hueco para las piernas. El espacio en todas las dimensiones es muy proporcionado; tanto en anchura como en altura dos adultos de 1’80 pueden viajar con total comodidad. Como sucede en la mayoría de vehículos de su segmento, la plaza central se queda justa y tres pasajeros ya son multitud pero, sin duda, en relación a su tamaño, es un coche relativamente espacioso.
Por su parte, sorprende la cantidad de lugares destinados a depositar objetos (tenemos hasta un posavasos trasero), si bien algunos de ellos son opcionales. En las puertas, la consola central, el interior del reposabrazos central, bajo los asientos o tras los respaldos, encontramos diversos huecos que nos permiten almacenar multitud de cosas.
En cuanto al maletero, es un poco más pequeño que algunos de sus rivales directos, aunque su volumen de carga se sitúa dentro de la media, con 280 litros. Puede contar con un doble fondo que posibilita dividir el maletero en dos alturas. Con los asientos traseros abatidos, queda una superficie plana que ronda los 1.000 litros de capacidad.
Versión de acceso
Hablemos ahora de las motorizaciones. De la amplia oferta que ofrece el Polo actualmente (a falta todavía incluso de la llegada del GTI), nosotros hemos decidido probar la versión de acceso a la gama diésel. Se trata del nuevo bloque motor 1.6 TDI de cuatro cilindros que en esta variante rinde 75 CV de potencia (también se ofrece con 90 y 105 CV). La impresión general que nos ha causado esta mecánica es buena, sobre todo en lo que a refinamiento y suavidad se refiere. Lo que se echa en falta una respuesta algo más enérgica, sobre todo en marchas largas.
El cambio, manual y de cinco velocidades, presenta unos desarrollos poco acertados. En las tres primeras marchas el motor responde bien desde la zona baja y, pese a que se muestra un poco perezoso para subir de vueltas, mueve con brío y soltura al vehículo. Sin embargo, la 4ª y la 5ª parecen estar ahí como mera comparsa, lo que nos obliga a estar jugando constantemente con el cambio si no queremos quedarnos “colgados” al pisar el acelerador. Prueba de ello es que en recuperaciones, obtiene unos registros muy discretos frente a modelos de la competencia de similar potencia (por ejemplo, tarda casi 20 segundos para pasar de 80 a 120 Km/h en 5ª).
Para un uso por ciudad cumple su papel. En cambio, fuera de ella, si necesitamos realizar adelantamientos frecuentemente o mantener un ritmo constante frente a un tramo en pendiente, es insuficiente. En este caso, la versión de 90 CV parece a todas luces la opción más inteligente. Lo que hace interesante esta variante de 75 CV es su consumo, muy reducido en cualquier circunstancia. El fabricante declara 5,1 / 3,6 y 4,2 litros cada 100 Km de media en lo referido al consumo urbano, extraurbano y combinado respectivamente.
Datos técnicos
Marca y modelo | Volkswagen Polo | |
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Acabado | 5p Sport | |
Especificaciones | ||
Longitud/anchura/altura (mm) | 3.970 / 1.682 / 1.462 | |
Distancia entre ejes (mm) | 2.470 | |
Diámetro de giro (m) | N.D. | |
Peso (kg) | 1.232 | |
Volumen del maletero (l) | 280 / 952 | |
Neumáticos | 185/60 R15 | |
Motor | ||
Cilindrada (cc) | 1.598 | |
Potencia (cv) | 75 | |
Par máximo (Nm/rpm) | 195 / 1.500-2.000 | |
Tracción | Delantera | |
Transmisión | Manual 5 velocidades | |
Consumo | ||
Combustible | Diésel | |
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) | 5,1 / 3,6 / 4,2 | |
Emisiones CO2 (gr/km) | 109 | |
Consumo durante test (l/100km) | 4,5 | |
Características | ||
Aceleración 0-100 km/h (s) | 14 | |
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª | N.D. | |
Capacidad depósito (l) | 45 | |
Velocidad máxima | 170 | |
Precio (sin extras) | ||
Euros | 16.420 (-1.210) | |
Equipamiento extra | Paquete “Drive&Polo" (305 €), paquete "Night&Polo" (110 €), paquete "Sport&Polo" (635 €) y paquete "Play&Polo" (815 €) | |
Más datosMenos datos |
En nuestra prueba obtuvimos unos consumos muy parecidos; en un recorrido de unos 55 Km por ciudad, el ordenador marcó 5,4 litros, mientras que en autovía rodando a ritmo constante a 115 Km/h el gasto fue de 3,9. En general, siempre estaremos rondando los 4,5 litros de consumo medio practicando una conducción eficiente. Para ello, además, el cuadro de instrumentos incluye un indicador que nos recomienda la marcha adecuada en cada momento.
Sensaciones
El Polo ha mejorado notablemente su dinámica de conducción (entre otras cosas, cuenta con un chasis rediseñado y además de ser más bajo y más ancho, las vías delantera y trasera han crecido 30 milímetros) La plataforma es la misma que la del nuevo SEAT Ibiza o el Skoda Fabia. Al volante, lo que distingue al Polo de los demás vehículos de su categoría es su equilibrio en todas las facetas. El compromiso entre confort y estabilidad está logrado en su justa medida: es un coche cómodo para el día a día que no renuncia a nada si se quiere conducir a ritmo rápido.
En carreteras de montaña y tramos revirados no es de los más ágiles pero muestra buenísimas maneras que poco o nada tienen que envidiar a rivales tan efectivos en esta faceta como un Renault Clio. Tiene un tacto excelente y la dirección informa en todo momento de lo que sucede entre las ruedas y el asfalto. Los movimientos de la carrocería son muy contenidos y la sensación de que “va por el sitio” es constante. A su vez, si lo que queremos es viajar tranquilamente a ritmo sosegado, es un vehículo muy confortable, porque la suspensión no resulta dura ni seca.
Lo difícil es hacer un vehículo capaz de desenvolverse con garantías en zonas con curvas y carreteras lentas que luego también sea confortable y no castigue a sus ocupantes por la rigidez o dureza de su suspensión. Como decíamos unas líneas más arriba, el Polo logra este equilibrio como nadie entre los vehículos de su segmento.
Equipamiento y precio
Los acabados disponibles son dos: “Advance” y “Sport”. Un aspecto muy importante es que todas las versiones vienen con ESP de serie (además de luz de conducción diurna y cuatro airbags, entre otros). La terminación “Advance” incluye, entre otras muchas cuestiones, asistente de arranque en pendiente, retrovisores térmicos, radio CD con MP3 o aire acondicionado Climatic (salvo para la versión de acceso 1.2 de 70 CV de gasolina). El equipamiento “Sport” añade multitud de detalles estéticos exteriores y interiores (entre los que destacan llantas de 15”, molduras cromadas, asientos deportivos o la palanca del freno de mano y del cambio en cuero) así como reposabrazos delantero, cajones bajo los asientos, maletero con doble fondo, pantalla multifunción y faros antiniebla, entre otros.
Por desgracia, muchas de las cuestiones más interesantes forman parte del equipamiento opcional. En esencia, están dividas en cuatro paquetes especiales: “Drive&Polo” (305 €): ordenador de a bordo (de serie en Sport), control de presioìn de neumaìticos (de serie en Sport), sensor de aparcamiento trasero y control de velocidad de crucero; “Night&Polo” (110 €): espejo interior antideslumbrante y sensor de lluvia; “Sport&Polo” (635 €): llantas de aleacioìn “Cartago” 16”, lunas traseras oscurecidas, control de velocidad de crucero, tren de rodaje deportivo (deja la carrocería 15 cm más cerca del suelo) y sensor de aparcamiento trasero y “Play&Polo (815 €): climatizador automaìtico “Climatronic”, conexioìn USB, espejo interior antideslumbrante, sensor de lluvia, volante de cuero multifuncioìn y radio “RCD 510” con 6 altavoces.
El precio básico del Polo, esto es, la versión 1.2 de gasolina con 70 CV y acabado “Advance” arranca en 13.090 €. El desembolso inicial que hay que realizar para hacerse con la variante que hemos probado, el Polo 1.6 TDI 75 CV “Sport”, es de 16.420 €. Las carrocerías de 3 puertas son unos 600 € más baratas y actualmente existe un descuento promocional que asciende a 1.210 €. De cualquier manera, el Polo es de los coches más caros de su segmento (sumando el equipamiento opcional de nuestra versión de pruebas, el precio supera los 17.000 €).
Resumen
Es la referencia por su equilibrio entre confort y estabilidad. A su vez, presenta unos acabados impecables, su aspecto es más atractivo y coqueto que nunca y lo más importante; incorpora ESP de serie en todas las versiones. Con un tacto de conducción excelente, cómodo, estable y muy seguro, el Polo es uno de los mejores dentro del competido segmento B. La mala noticia es que, el precio a pagar por todas esas buenísimas cualidades, es muy elevado.