El Golf es un Golf y siempre será un Golf. Desde hace casi tres décadas, es el líder indiscutible en las listas de ventas en Alemania. Lo curioso es que su apariencia exterior no despierta entre el público ni arrebatos de entusiasmo ni indiferencia. Quien lo compra busca no llamar la atención, quiere un vehículo sólido, se ha acostumbrado al Golf con el paso de los años o tiene otras nobles razones. Lo que para otros no es más que un lavado de cara en toda regla, Volkswagen lo presenta como el nuevo Golf. Sus creadores han intentado mejorarlo al detalle, prestando atención incluso a las críticas y deseos de la clientela.
Aprender de las críticas
De esta manera, el modelo considerado por muchos como demasiado estrecho y de trasera muy alta tiene ahora un aspecto más imponente. Esto se ha conseguido principalmente mediante faros más anchos y de nuevo diseño, eliminando de paso la siguiente queja de la lista. En el Golf V había casi que adivinar, en situaciones con poca luminosidad, si el conductor del Golf de delante había puesto el intermitente o no. En el nuevo, este problema forma parte del pasado, al igual que el deslumbramiento provocado por el intermitente del espejo del conductor en la oscuridad. La forma de los nuevos espejos retrovisores es más práctica y reduce los ruidos aerodinámicos.
En el interior, los mandos del elevalunas eléctrico se han situado más altos, quedando al cómodo alcance de la mano del conductor. En el nuevo panel de instrumentos, Volkswagen vuelve por fin la espalda a la iluminación azul, que ahora es blanca. Otras novedades son el salpicadero, tímidamente renovado, y la modificación del climatizador. El esbelto volante es, como en anteriores modelos, posicionable a mayor o menor distancia del conductor y proporciona, junto a los cómodos asientos deportivos, una sensación acogedora insuperable que se ha convertido en un rasgo distintivo del Golf y que se revela como parte de su éxito.
Meticulosidad
A ello se añade el gusto por los detalles, que se manifiesta, por ejemplo, en la iluminación para el volante multifunción, en el manejo del cambio secuencial DSG mediante levas situadas detrás del volante o en el funcionamiento de la cámara opcional de visión trasera, colocada bajo el emblema de Volkswagen en la compuerta trasera y oculta cuando no se usa para protegerla de la suciedad. Otros detalles son la personalización de varias funciones por medio del ordenador de a bordo con indicador multifunción (MFA Plus), la resplandeciente antena para el navegador y el teléfono en el techo y las luces de marcha diurna de serie.
El espacio del Golf no ha sufrido cambios y sigue correspondiéndose con el habitual en esta clase, más que suficiente. Sin embargo, la capacidad del maletero con sólo 350 litros no pasa de la media. El nuevo Renault Mégane, por ejemplo, dispone de 405 litros.
Por fin silencio
La mayor mejora del Golf es, no obstante, el motor 2.0 TDI con inyección Common-Rail, que cumple la norma Euro 5. Quien considerara soportables los viejos motores diésel con inyector bomba, quedará gratamente sorprendido con el bajo nivel de ruido del nuevo Golf diésel. El motor de 16 válvulas ronronea con suavidad y responde de forma limpia al acelerador. Sube de revoluciones de forma regular y sin la brusquedad del turbo. La entrega de potencia, sin embargo, parece más lineal que la de su antecesor con inyector bomba, ya que el turboalimentador no entra en acción de forma tan brusca ni acompaña su funcionamiento con gran ruido del motor.
De 0 a 100 medimos un tiempo de 9,7 segundos, frente a los 9,3 declarados por Volkswagen. Gracias al cambio DSG de seis velocidades, este valor es reproducible en todo momento. Basta con situar la palanca del DSG en «S» o en manual y pisar el acelerador. Rápidamente y casi de forma imperceptible, el doble embrague cambia las marchas. El cambio DSG es altamente recomendable en el 2.0 TDI, si bien implica un 10% más de consumo que con el cambio manual. Volkswagen habla de 5,4 litros, mientras que nuestra experiencia revela 6,7 litros, que no es poco, pero que entra dentro de lo razonable.
Chasis con capacidad de adaptación
Por último, la suspensión de dureza variable (DCC) le va como anillo al dedo, con una coordinación de muelles y amortiguadores perfectamente equilibrada, que en el programa «Confort» suaviza las irregularidades del asfalto y en el «Deportivo» asiste ante todo reto de conducción. El programa «Normal», en cambio, es prescindible. 925€ por este sistema es mucho dinero si se tiene en cuenta que el Golf viene con una buena suspensión de fábrica.
Datos técnicos
Marca y modelo | Volkswagen Golf 2.0 TDI DSG | |
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Acabado | Sport | |
Especificaciones | ||
Longitud/anchura/altura (mm) | 4.199/ 1.779 / 1.479 | |
Distancia entre ejes (mm) | 2.578 | |
Diámetro de giro (m) | 10,9 | |
Peso (kg) | 1420 | |
Volumen del maletero (l) | 350 / 1.305 | |
Neumáticos | 205/55 R 16 Dunlop Winter Sport 3D | |
Motor | ||
Cilindrada (cc) | 1.968 / 4 en línea | |
Potencia (cv) | 140 | |
Par máximo (Nm/rpm) | 320 / 1.750 - 2.500 | |
Tracción | Delantera | |
Transmisión | DSG 6 velocidades | |
Consumo | ||
Combustible | Diesel | |
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) | 7,1 / 4,5 / 5,4 | |
Emisiones CO2 (gr/km) | 142 / Euro 5 | |
Consumo durante test (l/100km) | 6,7 | |
Características | ||
Aceleración 0-100 km/h (s) | 9,3 | |
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª | 9,7 | |
Capacidad depósito (l) | 40 | |
Velocidad máxima | 207 | |
Precio (sin extras) | ||
Euros | 27.755 | |
Equipamiento extra | Pintura metalizada efecto perla (295 euros), Paquete luz / lluvia (120 euros), Suspensión deportiva (420 euros), Park Assist (595 euros) | |
Más datosMenos datos |
El sistema de frenos no ha sufrido modificación alguna. Los discos delanteros de casi 290 mm frenan de forma óptima, incluso después de múltiples frenadas bruscas. Con los neumáticos de invierno Dunlop SP Winter 3D, la distancia de frenado de 100 a 0 km/h llega a ser de casi 40 metros. Con los neumáticos de verano, ésta es un 10% menor. La dirección sigue siendo exacta y ligera, sin que se vea casi influida por la propulsión, manteniendo el rumbo de forma estable en caso de viento lateral.
Para todos los públicos
El hecho de ser un modelo para todas las clases sociales, con múltiples opciones de individualización, garantiza el éxito del Golf. El equipamiento pone la guinda y el precio. Con motor de 1,6 litros y 102 CV de potencia, el nuevo Golf sale por 19.280€. Casi al otro extremo de la lista se sitúa el motor 2.0 TDI. Con el equipamiento «Comfortline»(en España el equivalente es el Sport) de nuestra prueba, que incluye toda clase de detallitos, cuesta más de 30.000€, si bien uno puede darse el capricho a partir de los 24.995€. A bordo encontramos siete airbags, ESP (que lo convierte en el vehículo más seguro actualmente de la clase de compactos), llantas de aluminio de 17 pulgadas, volante de cuero, ajuste lumbar, sensor de aparcamiento trasero con avisador acústico, climatizador manual, ordenador de a bordo y radio con CD y MP3.
Como extras recomendamos el Tempomat y el dispositivo de manos libres Bluetooth Premium Plus, si bien sólo es compatible con teléfonos Nokia y BenQ que dispongan de perfil de acceso SIM. Quien quiera manos libres tendrá que añadir el volante multifunción y el sistema de radio RCD 310 por 595€. Los faros antiniebla de compra obligatoria hacen las veces de luz estática de giro hasta los 40 km/h, una solución que requiere visualmente algo de tiempo hasta acostumbrarse a ver girar en una esquina a un Golf con tres ojos. Por último, recomendamos el paquete de invierno con asientos delanteros calefactables, eyectores limpiaparabrisas calefactables, sistema de limpieza de faros e indicador del nivel de agua de lavado.
Conclusión
Elogios para el pequeño burgués, que no se sale de lo corriente ni para bien ni para mal. El Golf sigue haciéndolo todo bien en su versión más actual. La única crítica que se le puede hacer a Volkswagen es respecto a los precios, si bien a cambio se recibe un vehículo de primera clase, que queda bien en toda ocasión y cuya inversión merece la pena, como muy tarde a la hora de revenderlo.
Traducción: María Dolores Lozano