Ese fue el origen de uno de los modelos más conocidos en toda Europa… y del que ahora se acaba de presentar su quinta generación. Por más que VW lo pretenda, es complicado que el último integrante de esta saga deportiva conserve algo de aquel primer GTI. De hecho, ahora es un modelo más grande -mide medio metro más de largo-, es más pesado -¡media tonelada más!- y sobre todo bastante más caro -su precio triplica al del modelo original-. Eso sí, también este Golf es casi el doble de potente y propociona unos niveles de seguridad y confort inimaginables en la década de los 70.
Quien busque altas prestaciones y con ‘mucha imagen’ tiene en este compacto una buena alternativa a los Renault Mégane RS o Seat León Cupra R, que son más potentes… y más caros. Sin embargo, quien anhele recuperar las ‘sensaciones’ de aquel primer modelo, lo más aconsejable es que se decante por un Citroën C2 VTS -120 CV, 15.430 € y 120 CV-… o, dentro de la propia marca, el VW Lupo GTI -18.000 € y 125 CV-.
Ahora sí hay detalles que hacen especial al GTI. Mantiene la calidad de cualquier Golf ‘normal’, pero se ve superado por el Audi A3. El espacio es muy bueno para cuatro adultos. Los asientos, con reglajes manuales de serie, sujetan bien y son muy cómodos. La postura al volante es muy buena. El grueso volante, el pomo del cambio, los pedales de aluminio y la instrumentación -muy completa y clara- son específicos de esta versión GTI. Se nota mucho el aire: A más de 140 km/h se percibe demasiado ruido aerodinámico.
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