Incluso su motorización de acceso, con poco más de cien caballos, sorprende por la buena respuesta que ofrece y por el amplio equipamiento que incluye de serie… Ojalá todas las versiones de acceso a un modelo fueran como ésta. Decimos esto porque, normalmente, los fabricantes utilizan sus modelos más básicos para realizar campañas únicamente orientadas al precio con un resultado que casi siempre es el mismo: equipamientos pobres, apenas accesorios incluidos y motorizaciones que no ofrecen ni una sola prestación atractiva. Mala inversión y poca satisfacción para el cliente.
Sin embargo, con el Beetle 1.2 TSI nos hemos llevado una grata sorpresa. Es un modelo rápido, divertido en curva, con una comodidad excelente y tremendamente actual. Sólo hay un pequeño problema, y es que por 3.000 euros menos puedes llevarte un Golf de tres puertas con más espacio en la parte trasera, algo más de maletero y un motor donde el consumo sale un poquito mejor parado. ¿Tanto vale entonces el diseño del nuevo Beetle?.
Diseño
Creemos que con esta nueva silueta, el señor Walter da Silva y Volkswagen han conseguido varias cosas importantes para su marca. La primera es que han despojado al Beetle de su estigma de “coche de chica” o de “simple capricho”. Ahora será más o menos práctico, pero es un coche con un comportamiento y una personalidad de verdad. Además, su original puesta a punto estética hace que estemos ante el Volkswagen menos Volkswagen de los últimos años. Los faros redondos, por ejemplo, son únicos en toda la gama. ¿No era esa la principal demanda por parte de los clientes?.
Sea como fuere, el caso es que la forma de la carrocería poco tiene que ver con la anterior. Es 8,4 cm más ancha, 1,2 cm más baja y 15,2 cm más larga. Esto (ya lo dijimos cuando hicimos la primera toma de contacto con el Beetle 2.0 TSI de 200 cv) permitió elevar la tensión de todas sus formas, dar más protagonismo al techo y al parabrisas y alargar el capó para ganar deportividad y retrasar el peso visual al eje trasero, como si de un Porsche 911 se tratara.
En nuestra unidad, lo único que echamos de menos visualmente fue la tira de LEDs en la parte delantera. Para ello hay que equipar los faros bixenon, que tienen un coste de 690 euros y que, si vamos a conducir frecuentemente por vías secundarias, merecen la pena. Además, es la primera vez que un Beetle puede equiparlos.
Un motor que engaña
Este es un claro ejemplo de un motor que puede subestimarse con facilidad. No es un tres cilindros, ni un TwinAir, ni nada que pueda sonarte raro. Es un ‘cuatro en línea’ de toda la vida con cuatro válvulas por cilindro, inyección directa y un turbocompresor que es el principal responsable de su gran dinámica. No lo hemos probado todavía en modelos como el Golf, pero teniendo en cuenta que el Beetle es cien kilos más pesado y ocho centímetros más largo, el comportamiento en el “rey de la gama” puede que sea espectacular en igualdad de carga y de ocupantes. Repasando sus cifras de un vistazo, llama la atención que el Beetle consiga mantener más o menos el nivel de prestaciones del mismo motor en el Golf. Sólo consume dos décimas más (5,9 litros) y acelera prácticamente igual de rápido (10,9 segundos frente a 10,6).
Gracias a la perfecta intervención del turbo, podríamos decir que este motor está siempre preparado para responder a las demandas repentinas del acelerador, lo que resulta sorprendente dada su escasa cilindrada y potencia. Es fácil por tanto que lleve a engaño y que lo descartemos antes de probarlo. Sin apenas retraso desde que pisamos el pedal, sus 175 Nm de par los entrega apenas superadas las 1.500 vueltas (con lo que casi se las podría ver con el 1.6 TDI de 105 cv) mientras el empuje es prácticamente plano hasta llegar a las 4.000 revoluciones. Además, frente al motor de gasoil (1.600 euros más caro) resulta claramente más silencioso y menos molesto en cuanto a vibraciones. Se nota sobre todo al ralentí y en parado, donde apenas se aprecia si está arrancado el coche.
Gasolina
Diesel
1.2 TSI 105 cv
1.4 TSI 160 cv
2.0 TSI DSG 200 cv
1.6 TDI 105 cv
2.0 TDI 140 cv
2.0 TDI DSG 140 cv
$("div#tabInfoboxContent").tabs(); ## En ciudad, sin Start/Stop
Metidos en ciudad, el Beetle no presenta ninguna pega en cuanto a maniobrabilidad porque su radio de giro es bastante corto y porque hay pocas vueltas de volante entre topes. La dirección se presta a las maniobras ratoneras y la visibilidad es bastante buena en todas las direcciones.
¿Inconvenientes? No hay start/stop ni nada que se le parezca, con lo que el consumo en ciudad (7,6 litros) “penaliza” de alguna manera la media final de consumo, teóricamente inferior a 6 litros. Nosotros, tal vez por el entusiasmo que nos provocó la buena respuesta del motor, no conseguimos bajar de los 7,5, litros, y eso que se nota el desahogo que proporciona la sexta marcha. El DSG, por cierto, ni está ni se le espera con este motor.
Firme y cómodo al mismo tiempo
El Beetle, desde su versión más básica y sin necesidad de recurrir a la suspensión deportiva y rebajada (200 euros) es un coche que invita a su conductor a acelerar. ¿Por qué?. Pues porque la puesta a punto del chasis ya no es la del coche torpe, con inercias claras y sin un ápice de agilidad como el modelo anterior. Ahora es todo lo contrario, la carrocería apoya pero no balancea, la dirección puede colocarlo exactamente donde queremos y los asientos de serie acompañan con una sujeción aceptable. Es de esos coches en los que se nota que nuestro cuerpo está justo en el centro de gravedad del coche. Este comportamiento, además, se remata con una perfecta absorción de baches, badenes y juntas de dilatación.
Por poner alguna pega, nos gustaría probar este Beetle con unos neumáticos diferentes para comprobar la diferencia. Los de serie, unos Bridgestone Turanza, aun teniendo una anchura considerable (215/55 R17), chillan demasiado rápido y hacen que el control de estabilidad tenga que entrar un poco antes de la cuenta.
Datos técnicos
Marca y modelo | Volkswagen Beetle | |
---|---|---|
Versión | 1.2 TSI 105 cv Design | |
Especificaciones | ||
Longitud/anchura/altura (mm) | 4278 / 1808 / 1486 | |
Distancia entre ejes (mm) | 2.537 | |
Diámetro de giro (m) | ||
Peso (kg) | 1.199 | |
Volumen del maletero (l) | 310 / 905 | |
Neumáticos de serie | 215/55 R17 | |
Motor | ||
Cilindrada (cc) | 1197 / 4 en línea | |
Potencia (cv) | 105 a 5.000 rpm | |
Par máximo (Nm/rpm) | 175 / 1.550-4.100 | |
Tracción | Delantera | |
Transmisión | Manual, 6 velocidades | |
Consumo | ||
Combustible | Gasolina | |
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) | 7,6 / 5,0 / 5,9 | |
Emisiones CO2 (gr/km) | 137 | |
Consumo durante test (l/100km) | N.D | |
Características | ||
Aceleración 0-100 km/h (s) | 10,9 | |
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª | N.D | |
Capacidad depósito (l) | 55 | |
Velocidad máxima | 180 | |
Precio (sin extras ni descuentos) | ||
Euros | 22.120 | |
Equipamientos extras disponibles | ||
Más datosMenos datos |
Información y detalles
Sigamos con el habitáculo y con más detalles. Los radios del volante están hundidos hacia dentro, no sabemos si para hacerlo algo más pequeño y ganar algunos centímetros de espacio o simplemente para poner algo de originalidad donde nunca la hay. Justo por detrás del volante, por cierto, merece la pena echar un vistazo a la instrumentación. Aquí VW también se ha saltado el protocolo y ha colocado tres relojes y un ordenador de a bordo más pequeño de lo habitual pero igualmente completo (temperatura de aceite y medias de consumo, velocidad, etc). El velocímetro ha ganado protagonismo y va ahora en la parte central en lugar de la derecha, y se ha hecho mucho más grande de lo habitual el indicador de combustible en la parte derecha. Lástima que la retroiluminación, por ejemplo, no haya sido modificada ni siquiera con algún color más llamativo.
No obstante, por 250 euros más se puede adornar con más información el interior de nuestro Beetle gracias al paquete Sport, con el que se incluyen tres relojes que indican la presión del turbo, un cronómetro y la temperatura del aceite. Caro o barato, eso depende del cliente.
Interior
¿Está este Beetle a la altura de un MINI en cuestión de diseño? Es un tema complicado en el que tendríamos que dar una valoración muy personal, pero nos quedaríamos con dos conceptos fundamentales. Primero, que éste es el Volkswagen menos Volkswagen de los últimos años. Segundo, que sus posibilidades de accesorios, vinilos para la carrocería, adornos interiores, accesorios de maletero, etc no llega ni por asomo al volumen que MINI genera.
En cuestión de espacio, si la utilización va a ser para una pareja joven o una persona soltera que suela viajar sola, la recomendación es total. El Beetle es cómodo y espacioso en la parte delantera, incluso para personas altas, pero sus plazas traseras no nos parecen a la altura de un coche de casi 4,3 metros de longitud. Son estrechas (sólo son dos) y tanto el respaldo como el espacio para las piernas no parecen invitar a realizar muchos kilómetros en ellas.
Si lo que necesitas es eso, espacio, sin duda no merece la pena apostar por el Beetle. La opción más recomendable es la edición Rabbit del Golf tres puertas con el mismo 1.2 TSI, con el que además te ahorrarás hasta 3.000 euros y ganarás una plaza en la banqueta trasera.
Maletero
El Beetle no destaca por tener mucha capacidad en su maletero, pero tampoco por ser un modelo insuficiente en este sentido. Tiene 310 litros de capacidad frente a los 210 del modelo anterior y también frente a los 350 litros de un Volkswagen Golf o de un MINI Countryman actuales.
Los respaldos traseros pueden abatirse individualmente con comodidad y el tapizado es correcto tanto en las paredes como en el suelo y la bandeja de separación. La rueda de repuesto se incluye de serie, pero es de tamaño reducido.
Amplio equipamiento de serie
De los 22.120 euros que cuesta el 1.2 TSI con el acabado Design no es necesario pagar ningún suplemento extra por la consola del habitáculo en el color de la carrocería, ni por las llantas de 17” ni tampoco por el climatizador bizona. También está incluido el control de velocidad, las conexiones con dispositivos de audio auxiliares y la pantalla táctil de 6,5 pulgadas con la que manejar el sistema de sonido básico de ocho altavoces.
Sin embargo, es una oportunidad el hecho de hacerse con un sistema de sonido firmado por el fabricante de guitarras y amplis Fender, disponible con amplificador de 10 canales, 400W de potencia y ocho altavoces con subwofer. Tiene un precio de 540 euros y es absolutamente recomendable porque ningún otro coche en el mercado puede contar con un fabricante como Fender. El resto de opcionales permite convertir el Beetle en un vehículo lujoso aunque tampoco sea un pionero tecnológico. Destacan las llantas, que pueden ser de hasta 19” para el equipamiento Sport, la suspensión rebajada, el paquete de iluminación bixenón con luces diurnas por LED, los asientos deportivos en cuero Viena, el techo panorámico y el dispositivo Park Pilot.
En resumen
El Beetle se ha sacudido el polvo por completo e incluso desde su versión de acceso ofrece un vehículo divertido y completo. Es recomendable para una utilización habitual de dos personas y, sobre todo, para aquellos que busquen tanta comodidad como precisión a la hora de enlazar curvas. El motor TSI, uno de los abanderados del “downsizing” procedente de Alemania, puede dejar sorprendido a más de uno. Totalmente recomendable.