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Prueba: Toyota RAV4 Hybrid AWD Executive – Vuelta a empezar

Toyota vuelve a remover los cimientos del mercado al trasladar su tecnología híbrida a uno de los segmentos más populares, el de los todocaminos. Una ventaja que el SUV nipón aprovecha para reducir sus consumos, mejorar su comportamiento y hacerle inmune a las futuras restricciones del tráfico.

Lo que ahora vemos como algo normal, es decir, que el mercado del automóvil esté copado por todocaminos, ya sea grandes, medianos o pequeños; hace dos décadas era casi imposible de imaginar. Hasta que llegó Toyota, una empresa japonesa fundada por Kiichiro Toyoda y que en 1994 decidió que ya era hora de ‘agitar’ un poco el sector.

Su principal reclamo fue el RAV4, un vehículo que llegaba casi con las mismas cualidades camperas que el resto de 4x4 pero con una carrocería compacta, de 3,70 metros, y, sobre todo, con una estética que cautivó a todo aquel que se acercaba a uno de los concesionarios de la marca japonesa. En poco tiempo se convirtió en todo un éxito de ventas ya que, no en vano, fue el encargado de crear el segmento de los C-SUV… y como todo buen ‘creador’ que se precie, el RAV4 se encontraba sin nadie contra el que competir.

Ahora, dos décadas después, el panorama ha cambiado y mucho. Y no sólo porque el RAV4 mida casi un metro más que el originario, o porque haya eliminado tanto la carrocería de tres puertas como la rueda trasera ‘colgada’ sobre un portón de apertura horizontal, sino porque el segmento de los C-SUV no hace más que aumentar y aumentar. Una superpoblación de modelos que ha originado que los fabricantes parezcan haberse quedado sin ideas para cautivar a los clientes más indecisos… hasta que de nuevo ha llegado Toyota.

El primero de su especie

Así es, para romper esa monotonía la marca japonesa ha decidido que el RAV4 adquiera una de las tecnologías que tanto éxito le ha otorgado en los últimos 19 años: la hibridación. De esta forma, el RAV4 se convierte en el primer vehículo de su segmento con un grupo propulsor de este estilo. Bien es cierto que, llegados a este punto, seguro que más de uno de vosotros podría comentar “a mí me suena que el NX 300h llegó antes, ¿no?”. Una frase que no puede ser más certera si no fuera porque el todocamino de Lexus forma parte del segmento C-SUV Premium. Parece un detalle sin importancia, pero es el que realmente marca la diferencia para que tanto Toyota como nosotros podamos afirmar que el RAV4 vuelve a ser todo un pionero. Además, dado que Lexus no es sino la marca de lujo del Grupo Toyota… al final todo queda en casa.

El hecho de que el fabricante nipón haya optado por la hibridación tiene su justificación en que prevé que para el 2020, el 60% de sus ventas totales provengan de modelos híbridos. Una cifra muy ambiciosa que va más allá cuando afirman que el nuevo RAV Hybrid supondrá nada menos que el 80% del mix del modelo.

Llegará donde nadie lo hará

¿El motivo? Que gracias a su tecnología, el todocamino podrá acceder a lugares donde sólo unos privilegiados podrán entrar. Sí, nos estamos refiriendo a los núcleos urbanos. Gracias a su sistema híbrido, el RAV4 Hybrid podrá ‘saltarse’ todas esas restricciones de tráfico que evitan que los vehículos más contaminantes accedan al centro de las ciudades. Un sistema híbrido que está formado por un motor de gasolina atmosférico de 2.5 litros que entrega 152 CV, el cual puede combinarse con uno o dos motores eléctricos dependiendo de si queremos un vehículo con tracción delantera o con tracción total. Como dato curioso, ambas variantes anuncian la misma potencia conjunta: 197 CV. De tal forma que un RAV4 Hybrid 4WD como el de nuestra prueba, pese a añadir un segundo motor eléctrico de 60 CV (el principal tiene 140 CV), no genera más caballos.

  • Ficha técnica

Motor térmico: Gasolina, cuatro cilindros en línea

Cilindrada: 2.494 cc

Potencia: 152 CV a 5.700 rpm

Par: 206 Nm entre 4.600-4.800 rpm

Motor eléctrico delantero: Síncrono de imanes permanentes

Potencia: 143 CV

Par: 270 Nm

Motor eléctrico trasero: Síncrono de imanes permanentes

Potencia: 68 CV

Par: 139 Nm

Potencia combinada: 197 CV

Par combinado: - Velocidad Máxima: 180 km/h

0-100 km/h: 8,3 seg.

Consumo (urbano/extraurb./mixto): 5,1 / 4,9 / 5,1 l/100 km

Emisiones CO2: 118 gr/km

Dimensiones: 4.605 / 1.845/ 1.675 metros

Maletero: 501-1.633 litros

Peso: 1.765 kg.

Transmisión: Automática de variador continuo, CVT

Depósito: 56 litros

Precio: 41.400 euros

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Por lo tanto, ¿de qué sirve dicho motor si no puedo tener más potencia? La respuesta es muy sencilla, dicho módulo, que actúa exclusivamente sobre las ruedas traseras, está concebido únicamente para salir airoso si el pavimento está deslizante o si el camino no asfaltado presenta poca dificultad.  Es decir, que haría las veces de un diferencial, enviando la fuerza necesaria a cada ruedas sólo si estas las necesitan.

Un sistema que resulta muy útil si queremos sacarle del asfalto, ya que nos permitirá subir de nivel si circulamos por caminos de tierra. Lugar en el que, como comprobamos, el RAV4 Hybrid se muestra muy seguro y confiado. Bien es cierto que no nos permitirá sortear roderas o cambios de desnivel (a causa del montaje de unos neumáticos 100% asfálticos), pero si el camino no es muy complicado, nos brindará la oportunidad de ‘colorear’ su carrocería con el marrón del barro o el polvo. Además, si no queremos molestar a la fauna local, algo que los agentes forestales nos agradecerán, siempre podremos activar el modo EV y circular únicamente con el motor eléctrico. Eso sí, únicamente lo podremos hacer hasta 60 km/h y durante poco más de 3 kilómetros.

Tres programas

El modo EV es uno de los tres programas que el RAV4 brindará a su conductor y que podrán activarse a través de unos comandos situados en la parte inferior de la consola central (muy a mano pero siendo necesario desviar la mirada las primeras veces hasta que nos acostumbremos). Como decimos, será con el único con el que podamos circular de manera exclusiva con el motor eléctrico. El siguiente que podremos activar será el ECO Mode, el cual se encarga de gestionar automáticamente el funcionamiento de cada motor para reducir al máximo el consumo. Por último, está el modo Sport, con el que contaremos con los 197 CV de potencia casis desde el primer momento y que será útil para afrontar situaciones que requieran máxima aceleración.

En marcha, el vehículo se comporta de forma muy noble con cualquiera de los tres modos activados. Ahora bien, el recurrir de nuevo a una caja de cambios por variador continuo, CVT, vuelve a restarle puntos en lo que a confort de marcha se refiere. Bien es cierto que Toyota ha repetido insistentemente que se ha modificado su gestión para hacerla más suave y precisa, un hecho que es cierto ya que la aguja parece no revolucionarse tanto cuando aceleramos al máximo, pero sigue sin ser la transmisión más refinada del mundo.

De esta forma, lo más normal es que sus conductores enfoquen su conducción hacia un modo más sosegado, donde prima la calma y las aceleraciones progresivas. Un hecho al que también ayudará una suspensión muy confortable que filtra perfectamente las irregularidades del suelo, a costa, eso sí, de ofrecer un balanceo excesivo de la carrocería cuando se circula por carreteras secundarias.

Hasta los dientes

Nuestra unidad estaba asociada al acabado Executive, es decir, el más alto de toda la gama. Ello implica que el RAV4 Hybrid esté equipado con todo lo que uno puede imaginar: desde sensores de lluvia y luces, portón trasero con apertura eléctrica, luces diurnas y pilotos traseros LED, volante multifunción, climatizador automático bizona, asientos delanteros calefactables y con regulación eléctrica, pintura metalizada, sistema de navegación Toyota Touch 2 & Go Plus con pantalla táctil de 7 pulgadas, Bluetooth y conectividad para smartphones, llantas de 18 pulgadas…

Un sinfín de elementos que se acompañan, además del paquete de sistemas de seguridad y asistencia Toyota Safety Sense compuesto por un control de velocidad de crucero adaptativo, lector de señales de tráfico, avisador de cambio involuntario de carril, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, control inteligente de las luces de carretera o un asistente de colisión frontal con frenada de emergencia y detección de peatones. Con todo ello, no es de extrañar que la tarifa final de nuestra factura ascienda a los 41.400 euros… Aunque si no tienes tanto cash en el banco, siempre puedes optar por cualquiera de los otros dos acabados, Advance y Feel! que parte de los 30.800 y de los 35.200 euros, respectivamente. Además, para que no te duela tanto, Toyota aplicará un descuento de entre 910 y  2.410 euros dependiendo del acabado elegido.  

¿Preparado para lo siguiente?

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