La gama del Toyota Rav 4 está compuesta por dos versiones y diferentes acabados. La entrada a gama es ya una opción muy interesante y que, apostamos, contentará al 90% del mercado. Es la que estamos probando y tiene un motor híbrido autorrecargable que entrega 220 CV. La segunda es aún más potente, desarrolla 306 CV, y es un tanto más compleja porque es híbrida enchufable. Es posible que hablemos de ella en otra ocasión.
Centrándonos en la que nos ocupa, la puedes comprar con 4 acabados distintos: Advance, Style, Luxury y el nuevo Adventure. Esta vez, tenemos el acabado Adventure que es el último en incorporarse a la gama a principios de este año 2022 y parte de 44.000€. Destaca por su orientación campera y, sin ser un coche pensado para un uso intensivo fuera del asfalto, sí que tiene algunos detalles interesantes para ello.
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Qué tiene diferente el Rav-4 Adventure
Tal y como te adelantábamos antes, la gama del actual Toyota Rav-4 está formada por el acabado de acceso Advance, le sigue el Style, a este el Adventure que estamos probando y remata con el tope de gama Luxury. Solo los dos últimos pueden tener tracción 4x4, el resto son de tracción delantera.
Así, para encaminar el coche hacia un grupo distinto de clientes, a comienzos de este año 2022, Toyota ha sustituido el acabado “Black Line” por el que nos ocupa: el Adventure.
Tiene paragolpes y pasos de rueda de diseño encaminado al uso off road, con éstos últimos reforzado con molduras de plástico negro. La calandra del radiador también es exclusiva, así como las __llantas “Adventure” de 19” __de altura.
En el interior, hallarás asientos de cuero sintético en estos tonos y con decoración única para el acabado. Menos notable, pero también presente, es el tapizado de techo en color gris.
Lo que tampoco salta a la vista, pero se agradece para un uso un tanto más campero es que las suspensiones son de nuevo desarrollo y tienen 1 centímetro más de altura, con lo que la altura de la carrocería se sitúa a 19 cm del suelo. Sin ser un aumento “espectacular” sí que mejora un poco el acceso y la salida del coche que, por otra parte, ahora tiene medio metro de capacidad de vadeo.
Tampoco vas a encontrar mermas en el comportamiento por carretera.
Dónde se sitúa el Rav-4
Dentro del mercado actual, los SUV familiares son los que más volumen tienen en ventas. Toyota RaV 4 se sitúa en este segmento y, por tanto, tiene una alta repercusión en nuestro país. Compite con coches tan importantes como el Hyundai Tucson, el Kia Sportage o el “siempre presente” Seat Ateca. Aunque tenga un puesto de conducción particular, por calidad de fabricación y precio también puede mirarse con modelos como el Peugeot 5008.
Su carrocería mide 4,6 metros de largo exactos, 1,85 de ancho y 1,68 de alto y son 2,69 metros de distancia entre ejes, lo que favorece el espacio para las piernas de los pasajeros traseros.
Únicamente está disponible con versiones híbridas, por lo que si buscas un coche con motor diésel, el Toyota Rav-4 no será un candidato. Lo que sí le hace luchar es su tracción a las 4 ruedas, aunque, todo sea dicho, las ventas de este tipo de tracción en el segmento no son elevadas, esto te hará complicado la búsqueda de una unidad 4x4 en el futuro mercado de segunda mano.
Qué motores lleva el Rav-4
Como decíamos al comienzo, la gama del Toyota Rav-4 tiene dos opciones mecánicas: 220 CV, con tracción delantera o a las 4 ruedas, y 306 CV con tracción en las 4 ruedas. El Adventure cuenta con el motor “pequeño” y la tracción a las 4 ruedas. Puede que no sea el más demandado, pero sí que es una manera de animar las ventas de las versiones 4x4 y de ser consecuentes con la denominación “Adventure”, del inglés “aventura”, que evoca posibilidades de excursión fuera del asfalto y, para ello, la tracción 4x4 nunca está de más.
En el caso del Toyota Rav-4, la tracción en las ruedas traseras llega gracias a un motor eléctrico de 54 CV. No hay conexión mecánica entre el motor térmico y las ruedas traseras, como lo hay en un coche con árbol de transmisión. Pero sí hay conexión electrónica. El Toyota Rav 4 controla la entrega de potencia del motor de gasolina, el eléctrico asociado a él y, en el caso de los 4x4, el eléctrico trasero.
De esta manera, y automáticamente, llega la potencia a cada una de las ruedas de manera óptima y, de ahí, al suelo. Es de destacar la rápida respuesta del motor eléctrico trasero y, pese a no ser muy potente, sí que se nota su participación en la propulsión y te permite tener mayor estabilidad en suelo deslizante cuando la velocidad es elevada.
Cómo es el sistema híbrido del Toyota Rav-4
El acabado Adventure no afecta a la mecánica del Toyota Rav 4, más allá de lo indicado en las suspensiones 1 centímetro más altas. Por tanto, cuenta con un motor de combustión alimentado por gasolina de 2,5 litros y 4 cilindros. Atmosférico y con una consciente combinación de inyección directa e indirecta, entrega 177 CV a 6.000 rpm., una cifra “muy de gasolina” pero un poco alta. Entrega 221 Nm de par máximo entre 3.600 y 5.200 rpm. No es una cifra de par elevada y sí que lo es a las revoluciones a las que lo entrega. Pero se apoya en un motor eléctrico integrado en la caja de cambios que le aporta 120 CV con lo que la posible falta de fuerza a pocas revoluciones, recuerda que el máximo par empieza a 3.600 rpm, queda enmascarada con el apoyo del eléctrico.
Este motor eléctrico sirve, además, como generador de energía eléctrica que se almacena en las baterías de iones de níquel hidruro que lleva bajo el asiento trasero. Tienen una capacidad de 1,59 kWh y se recargan con la marcha, no se enchufan. ¿De qué manera?. De varias. El propio motor de combustión puede funcionar con “generador” y mover el motor eléctrico para crear electricidad. También con las frenadas, la energía cinética es recogida por los frenos (como si fuera una dinamo de una bici) y enviada a las baterías. Otro modo gratuito de cargar las baterías es con las bajadas. Dejar caer el Toyota Rav 4 en las bajadas con una marcha engranada. Con esa retención del motor, las baterías también se autorrecargan.
El Toyota Rav-4 funciona automáticamente
A los mandos del Toyota Rav-4 hay posibilidades de configuración para cambiar la respuesta del motor, la dirección o la climatización. Tiene un modo Eco, que es suficiente para el día a día y procura los mínimos consumos. Un modo Auto, en el que la entrega de potencia es la programa en un punto medio y tiene un modo “Power” que es una especie de deportivo.
En todos ellos, el coche combina automáticamente qué motor (o motores) entregan la potencia, pensando en las prestaciones, como el modo Power, o en el máximo ahorro de combustible, como el modo Eco.
Aparte, y además, el Toyota Rav 4 tiene un modo de conducción completamente eléctrico. El solo puede ir en modo eléctrico si así lo considera, por ejemplo, en función de la conducción que estemos haciendo: suave o más agresiva. O de la velocidad o circunstancias del viaje. Pero, también, podemos “forzarle” a circular en modo únicamente eléctrico. Con el botón EV seleccionado, el coche es capaz de rodar únicamente con electricidad. Lo hará a baja velocidad y hasta unos 40 km/h, por lo que es un modo de conducción muy urbano y que, con las baterías completamente cargadas, pueden mantener durante unos dos kilómetros. Pero también puede llegar a rodar a alta velocidad en modo eléctrico si no demandas mucha potencia.
Y, no se nos olvida, el cambio de marchas también es automático, por lo que solo tendrás que acelerar y frenar. Puede marcar las marchas con las levas.
Como es la conducción del Rav-4
Este coche tiene un planteamiento eminentemente familiar y, con “familiar”, debes pensar en confortable. Cómodo, aislado y neutro, por no decir “aséptico”, es un medio de transporte fantástico. No hemos sentido una especial integración en el puesto de conducción, aunque sí llegarás a encontrarla con el tiempo, y no vas a tener un coche que esté considerablemente contento con las altas prestaciones. Tiene buena potencia y responde con contundencia, pero no destaca por su “feeling” de conducción.
Pero sí vas a tener un tren trasero que te ayudará a mantener la estabilidad cuando la carretera está mojada. Hemos tenido oportunidad de rodar con el Toyota Rav 4 en suelo mojado y hemos descubierto lo rápida y oportunamente que funciona el sistema 4x4 basado en el motor eléctrico. Diríamos que mejor que otros sistemas mecánicos.
Con toda la tecnología híbrida, sí que vas a tener buenos consumos. No como un diésel similar, pero sí rondarán los 6 litros en un uso combinado y respetando la legalidad de los límites de circulación. Es muy buen dato para tratarse de un motor de gasolina en un coche de casi 1.700 kilos y que muestra las bondades del sistema híbrido autorrecargable.