Ya sabes que todo lo que tenga aspecto de SUV tiene, hoy por hoy, visos de triunfar. Sin embargo, hasta ahora, el segmento A era el que resistía a dichos influjos ‘todocamineros’. Más allá de los Ignis y Panda Cross no hay un urbano que ofrezca una silueta aventurera… hasta ahora. Porque Toyota rompe la banca con el nuevo Aygo X Cross, un modelo que no solo tiene esa silueta que tanto cautiva actualmente sino que además va en contra de todo lo que se oferta a nivel mecánico.
Porque la tercera generación del urbano pasa a ser un crossover puro y duro que, además, prescinde de la electrificación. Una decisión que puede parecer arriesgada más cuando las grandes urbes están tan al límite medioambientalmente hablando pero que en Toyota defienden mirando la rentabilidad y la economía del usuario. Porque aunque están trabajando en un futuro eléctrico, ofrecer ahora un vehículo de estas características con una mecánica 100% cero emisiones supondría elevar considerablemente la tarifa tal y como le ha ocurrido al Renault Twingo Z.E. o al Smart EQ. Porque una de las grandes virtudes de este nuevo Aygo X Cross es que su PVP parte de los 13.600 euros, una tarifa bien ajustada para aquellos conductores que buscan un primer coche.
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Conductores que caerán rendidos ante el diseño y la presencia de este nuevo Aygo X Cross en cuanto se reúnan con él tal y como lo hemos hecho nosotros. Porque Toyota se ha estrujado muy mucho el cerebro para salirse de la tónica. Quizá por ello ha decidido trasladar el desarrollo y la fabricación al continente europeo. Sí, este Aygo X Cross se diseña y desarrolla en Niza para luego ser fabricado en la República Checa. Ello permite no solo acortar los plazos de entrega sino aumentar la calidad general del producto, algo en lo que también tiene mucho que decir el hecho de haber empleado la plataforma del segmento inmediatamente superior, es decir, la GA-B que ya da vida a la familia Yaris.
Una base que le ha permitido experimentar un sustancial crecimiento. El Aygo X Cross mide ahora 3,70 metros que son 23,5 cm más que antes y 24 cm menos que un Yaris. La anchura crece en 12 cm hasta el 1,74 mientras que la altura se queda en 1,51 metros, 5 cm más que antes. Todo ello aderezado con un aspecto típicamente SUV, con las protecciones plásticas alrededor de todo el perímetro inferior de la carrocería, con una altura libre al suelo que se separa en 11 mm más, llantas de 18 pulgadas, carrocería bicolor, faros Full LED (desde el acabado intermedio) o techo de lona plegable heredada del LC Cabrio de Lexus. Se suprime por cierto la carrocería de tres puertas.
Espacio de calidad
En el habitáculo se mantiene un diseño sobrio pero moderno con una pantalla central de 7 pulgadas que puede crecer hasta las 9 en el nivel más alto. Tiene sincronización móvil con Apple CarPlay y Android Auto, ofrece cargador inalámbrico para nuestro dispositivo y soluciones en línea como la navegación conectada. El cuadro de instrumentos mantiene una pantalla de pequeñas dimensiones con multitud de informaciones y un velocímetro analógico. Abusa de los plásticos duros, lógicamente, pero la sensación de calidad es alta al estar todo perfectamente ensamblado.
Otro punto definitorio, la posición de conducción: dominante, sobre elevada. Toyota ha aumentado la altura de las butacas principales en 55 mm lo que se traduce tanto en un mejor acceso como en una mayor visibilidad. Los asientos delanteros pueden ser calefactables y además ofrecen un diseño de lo más deportivo. Pero si algo le define es que ha mejorado la habitabilidad. La batalla suma 9 cm lo que ha permitido descargar un poco el espacio para las rodillas en la zona trasera aunque adultos de un 1,80 metros ya tocan con el respaldo. Para la cabeza aún hay espacio suficiente mientras que en anchura desaparecen los problemas porque está configurado para cuatro. El acceso aquí es algo más incómodo ya que la apertura de la puerta es muy escasa mientras que la ventanilla trasera sigue siendo de tipo compás. El maletero es el otro gran beneficiado presentando un 35% más de volumen que antes lo que le permite cifrar nada menos que 269 litros.
Otro mundo
El aumento de la presencia no es la única virtud de esta plataforma pues en marcha, el Aygo X Cross se muestra como un coche más aplomado y estable. Mantiene la agilidad propia de un coche de 3,7 metros principalmente para el uso urbano. Suma un radio de giro de 4,7 metros y una suspensión muy confortable. Además, en lo que a seguridad se refiere hablamos de uno de los segmento A más blindados pues cuenta con elementos idóneos para el tránsito urbano como la frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones y ciclistas tanto de día como de noche o la alerta precolisión a los que añade el control de velocidad de crucero adaptativo y el sistema de mantenimiento de carril.
La guinda, un motor solvente para moverse por el entorno urbano. Un bloque que, de momento, huye de cualquier tipo de electrificación para ajustar el precio lo máximo posible. Hablamos del archiconocido 1.0 VVTi de la marca que ha sido pertinentemente actualizado para cumplir con la norma medioambiental. Genera 72 CV y 93 Nm de par que, como decimos, son suficientes para moverse con agilidad por ciudad pero que resultan algo justos para salir fuera de la misma.
Se puede combinar con la misma caja de cambios manual de cinco relaciones que hasta ahora pero con unos desarrollos más cortos para ofrecer algo más de punch aunque la novedad reside en la nueva transmisión automática S-CVT que sustituye a la anterior manual robotizada ofreciendo un funcionamiento mucho más rápido pero que no llega a ser tan fino como el de la manual, sobre todo en las arrancadas y aceleraciones pronunciadas. Por cierto, el Aygo X Cross homologa un 0 a 100 km/h de 15,5 segundos y una velocidad punta de 158 km/h mientras que el consumo queda homologado entre 4,7 y 5,3 l/100 km dependiendo de la versión cifras que en nuestro caso han sido de 5,3 l/100 km en el caso del manual y de 6,2 l/100 km en el S-CVT.
Equipamiento y precios
La gama comercial se divide en tres niveles de acabado: Play, Trendy y Limited. Desde el primero, con un precio de partida de 13.600 euros, el Aygo X Cross ya está bien dotado con elementos como las llantas de 17”, los faros antiniebla delanteros, el climatizador manual, la pantalla de 7” con sincronización móvil Apple CarPlay y Android Auto, cámara trasera y el Toyota Safety Sense en el que entraremos más adelante.
Por encima y con una tarifa de 14.600 euros se coloca el Trendy, siendo el que más ventas aglutine según la marca. Cuenta con llantas de 18”, faros Full LED, retrovisores eléctricos calefactables, cristales traseros tintados, carrocería bicolor, tapicería de cuero parcial, pantalla de 8” con Toyota Touch 2, cargador inalámbrico, climatizador automático y sensores de lluvia y luces. Opcionalmente puede sumar la pantalla de 9” y el sistema de sonido JBL.
Como tope de gama y por 17.000 euros está el Limited Edition que se venderá durante un periodo limitado de tiempo ofreciendo todo lo de los anteriores a los que suma molduras y costuras en color mandarina, color verde selva bicolor, un emblema decorativo, asientos delanteros calefactables, navegador con actualización de mapas on-line y acceso y arranque sin llave. Es el único de la gama que puede montar, en opción eso sí, el techo de lona.
