El Suzuki Swift Sport se ha puesto al día para mejorar su eficiencia e integra un sistema de baja hibridación de 48 voltios. Gracias a este sistema, el Swift Sport goza de las ventajas de la etiqueta Eco de la DGT y ha conseguido reducir sus emisiones de CO2 de 125 g/km a 106 g/km, aunque sus consumos homologados se mantienen sin cambios.
Además del sistema de baja hibridación, el modelo no sufre cambios reseñables ni en cuanto a diseño, acabados o equipamiento. Sus únicas novedades son un nuevo color entre las pinturas disponibles y que su paquete de asistentes avanzados a la conducción ahora incluye el sistema de reconocimiento de señales de tráfico.
Hemos querido probarlo para ver hasta qué punto se notan las ventajas del sistema de baja hibridación de 48 voltios y si hay alguna ventaja en los consumos y la noticia es que apenas hay cambios, lo cual no es malo. Al final tenemos un coche que emite menos CO2 sin que suponga un inconveniente para el cliente.
Suzuki Swift Sport Hybrid 2020: 48 voltios de empuje
El sistema de baja hibridación instalado en el Swift Sport 2020 elimina el alternador y lo sustituye por un ISG (arrancador/generador integrado) de 10 kW de potencia alimentado por una batería de ión de litio de 48 voltios.
El ISG aumenta el rendimiento del conjunto motriz al ser una máquina reversible, es decir: genera electricidad cuando gira arrastrada por el motor de combustión o asiste al motor de combustión cuando recibe corriente de la batería de 48v.
Lo que hace el sistema de control es que, a diferencia de un alternador que está siempre "robando" potencia y gastando energía del motor de combustión, el ISG sólo carga cuando levantamos el pie del acelerador (aprovecha la energía cinética) o si hay demasiado consumo eléctrico. El resto del tiempo está desacoplado o empujando con 10 kW de potencia al motor de gasolina para reducir su consumo en las fases en las que peor rendimiento tiene un motor de combustión, es decir, al iniciar la marcha desde parado y cuando aceleramos.
Además, el ISG permite arranques más eficaces cuando está activo el Start & Stop. Como el motor de gasolina del Swift Sport ahora tiene a este aliado que le da un empujón de vez en cuando y hay que bajar las emisiones lo máximo posible, el motor 1.4 turbo recibe una nueva puesta a punto y un sistema de tratamiento de los gases de escape que hacen que pase de los 140 CV que tenía a 129 CV. Esto, unido al leve incremento de peso del sistema de baja hibridación, hace que pierda un segundo en la aceleración de 0-100 km/h.
Lo cierto es que parece mucho un segundo menos de aceleración, pero en la conducción diaria del coche no se nota en absoluto esa merma de potencia. Por un lado, la nueva gestión aumenta el par de 230 a 235 Nm, pero, además, ese empujoncito del ISG de 10KW se nota y hace que el coche e note tan lleno de fuerza como antes.
Sólo en una conducción muy deportiva en la que no le demos tiempo a recargar la batería de 48 voltios para que haya energía para asistir al motor de gasolina notaremos esas menores prestaciones.
Suzuki Swift Sport Hybrid 2020: divertido y bien hecho
La conducción del Swift Sport sigue siendo muy alegre y hace gala de un comportamiento muy ágil. La dirección es muy precisa y el coche entra en las curvas con alegría, en parte gracias a unos neumáticos de perfil muy bajo, que hacen sufrir mucho a las llantas en cada bache, pero que apenas ofrecen deriva en los giros.
Gracias a su poco peso tiene pocas inercias y los cambios de apoyo no son un problema para él. También los frenos responden bien y la caja de cambios tiene un escalonamiento bastante cerrado que permite mantener siempre al motor en la zona óptima de par.
Sólo un selector del cambio algo alejado y más atrás de lo deseable empaña una conducción de lo más alegre con el Swift Sport, que resulta más confortable que rivales como el Seat Ibiza FR, que tiene un eje trasero con un rebote más seco que el Swift.
En ciudad es un coche que se desenvuelve bien, con un start & stop muy eficaz en los arranques y fácil de llevar por sus dimensiones.
En carreteras secundarias es donde más lo vamos a disfrutar, con un chasis muy ágil y que se lleva bien tanto con una conducción relajada como con alguien que busque apurar un puerto de montaña.
También en autopista convence con unas reacciones muy nobles en todo momento. Uno se puede plantear un viaje en el Swift sin el menor temor y con unos consumos muy razonables y que en la prueba han sido casi un calco de los homologados, con estas cifras medidas durante el test:
- Consumo urbano: 6,9 l/100 km
- Consumo en carretera: 4,8 l/100 km
- Consumo en autopista: 6,4 l/100 km
Suzuki Swift Sport Hybrid 2020: un buen candidato
No hay cambios estéticos ni en el interior, salvo que el ordenador de a bordo ahora incluye el menú para comprobar el flujo de energía y que también veremos en él el recordatorio de la señal de tráfico captada por el sistema de reconocimiento que se ha incorporado.
Por lo demás es el Swift Sport que ya conocíamos, con un interior espacioso para sus compactas dimensiones y que ofrece una sensación de amplitud superior a sus rivales gracias a su mayor altura al techo.
Los asientos delanteros recogen muy bien el cuerpo y proporcionan sujeción y confort a sus pasajeros, mientras que atrás, el espacio para las piernas y el acceso es mejor de lo esperado y que en la mayoría de sus rivales directos.
El maletero tiene unas formas aprovechables y se puede ampliar abatiendo los respaldos, pero el umbral de acceso es alto y no deja un suelo plano al abatir los asientos.
Teniendo en cuenta el equipamiento, el precio, las prestaciones y la calidad de materiales y acabados, el Suzuki Swift Sport es una excelente alternativa de compra para los que busquen un coche práctico, pequeño y con personalidad.