Ignis. Un nombre que puede resultarle familiar a muchos aficionados del motor. Un modelo que la firma japonesa comercializó hace aproximadamente dos décadas bajo un proyecto común con Chevrolet y Subaru. Tras casi 20 años de su primera aparición y después de la primera toma de contacto hace algo más de año y medio, ahora nos toca exprimir al máximo la nueva puesta a punto de Suzuki.
Estamos ante un coche con una personalidad diferenciadora. La tercera generación del Ignis ofrece unas medidas de 3,7 metros de largo, 1,69 metros de ancho y casi 1,60 metros de alto. Sus achatadas dimensiones le colocan de lleno en el segmento de los crossover urbanos rivalizando únicamente con el Fiat Panda en sus versiones Cross y 4X4. Una categoría, por tanto, deshabitada que quizá no atraiga tantos clientes por la escasa demanda de modelos, pero que a su vez garantiza una mayor hegemonía para los pertenecientes al mismo.
Ficha Técnica Suzuki Ignis 1.2L SHVS GLX
Motor: Gasolina, 4 cilindros en línea, atmosférico
Cilindrada: 1.242 cm3
Potencia: 90 CV a 6.000 rpm
Par: 120 Nm a 4.400 rpm
Velocidad Máxima: 170 km/h
Aceleración: 0
Consumo (urbano/extraurb./mixto): 4,7 / 4,1 / 4,3 l/100 km
Emisiones CO2: 98 gr/km
Dimensiones: 3.700 / 1.690/ 1.595 milímetros
Maletero: 260-373-514 litros
Peso: 870 kg.
Cambio: Manual de 5 velocidades
Depósito: 32 litros
Precio ud. Probada: 15.620 euros
Novedad bajo el capó
Suzuki solo oferta un motor para su Ignis. Se trata del 1.2 litros tetracilíndrico, de 90 CV y 120 Nm. Un motor suficiente y muy eficiente que gracias al sistema micro
El gran aliado de este bloque atmosférico es el pequeño módulo eléctrico, que no solo aporta 4 CV, sino que mejora sobremanera la eficiencia del Ignis. Ahora bien, es importante matizar que este propulsor no es capaz de mover al coche en modo eléctrico de manera independiente, pero como hemos visto sí contribuye a reducir el consumo.
Gracias a la energía acumulada en las frenadas y deceleraciones durante la marcha, la energía almacenada en la pequeña batería de iones de litio, permite asistir al de combustión en las arrancadas y aceleraciones, al tiempo que contribuye a aumentar la eficiencia del Stop&Start ahorrando combustible. En nuestra prueba, conseguimos dejar de gastar 800 mililitros.
Elasticidad pura
Volviendo al comportamiento, lo cierto es que el 1.2 SHVS resulta ser un motor muy juguetón. Su condición de atmosférico, con una potencia que aparece a las 6.000 rpm y un par máximo que surge a las 4.400, nos obligará a llevarle en un régimen alto, circunstancia que lejos de ser una molestia, le convierte en un vehículo bastante divertido… incluso por ciudad.
Pese a todo, ofrece un empuje bastante alegre desde un régimen medio de vueltas, gracias, principalmente, al reducidísimo peso que registra. Apenas 870 kilos gracias frente a la báscula, convirtiéndole en uno de los más livianos del mercado. El rendimiento del motor se aprovecha a la perfección con su caja de cambios manual de 5 velocidades, suave y precisa para desenvolvernos por ciudad.
Algo más “torpón” se muestra, quizá, por vía rápida a altas velocidades, pues circulando a 120 km/h notamos cómo la carrocería oscila ligeramente. El aislamiento acústico también puede ser un punto mejorable, pero hay que entender que si al final queremos registrar un peso reducido, de algún lado tendremos que quitar. Y es que es difícil conseguir que un coche apenas suba en la báscula y que luego se desenvuelva como una berlina por carretera, por lo que este Ignis ha pasado la prueba con buena nota.
¿Y por campo?
Aunque el sistema SHVS solo se oferta con tracción delantera, los 18 centímetros de altura libre al suelo le permiten al Ignis moverse sin dificultar por terrenos desiguales. Para los que quieran algo más de agarre, Suzuki ofrecer una versión 4x4 que recurre al conocido sistema AllGrip de la marca en la que además de mejorar la motricidad, se le une un control de descenso de pendientes muy útil. No es habitual tener un coche con unas dimensiones tan achatadas y unas capacidades off-road aceptables.
Detalles exteriores, comodidades interiores
Este crossover de bolsillo cuenta con ciertos matices exteriores que le hacen ser un ‘giracuellos’ cuando circulamos. La parrilla frontal ofrece un aspecto llamativo y juvenil, mientras que la zaga resulta ser algo más peculiar. A medida que vamos llegando al paragolpes, el Ignis va ensanchándose, generando un impacto visual extraño, pero con estilo propio. Resalta los faros cuadrados y la moldura negra que atraviesa el propio paragolpes. Lateralmente, el detalle más destacado quizá sean las tres hendiduras del pilar C que le dan una personalidad única.
De puertas para dentro estamos ante un habitáculo simple pero bien acabado. Un puesto de conducción elevado nos genera seguridad pero, sobre todo, visibilidad. La buena altura del Ignis (1,59 m) se traduce en un hueco para la cabeza amplio, mientras que en lo referente al espacio para las rodillas, ningún pero. Eso sí, dada su condición de urbanita, el Ignis está homologado para cuatro ocupantes.
Ahora bien, el detalle más destacado de este crossover es, sin duda, su modularidad. Las butacas traseras ofrecen un detalle muy particular, impropio de modelos de este tallaje. No solo ofrecen desplazamiento longitudinal, sino que este este es de nada menos que 20 centímetros.
El principal beneficiado será el maletero. Pues de los 260 litros de capacidad inicial pasaremos a los 373 litros con los asientos colocados en su posición más adelantada. Para quienes necesiten algo más de volumen, siempre se pueden abatir los respaldos traseros (en una proporción 50/50), llegando así a los 514 litros.
Muy bien equipado
Dos son los niveles de equipamiento disponibles en el Ignis GLE y GLX, aunque la versión micro-híbrida únicamente está disponible con el segundo, el tope de gama. Condición que permite ofrecer un amplio elenco de sistemas tanto de confort como de seguridad.
De serie, viene equipado con una pantalla táctil de 7 pulgadas, de fácil manejo y rápida respuesta. Desde ella se manejarán todas las funciones del vehículo: Bluetooth, radio, navegador... También aparecen elementos como el arranque sin llave, el climatizador automático o los asientos calefactables.
Pero si en algo destaca este Ignis es en seguridad, situándole un peldaño por encima de sus escasos competidores. Además de seis airbags, monta las alertas antifatiga, por cambio involuntario de carril y por colisión frontal, a los que se suman el asistente de frenada de emergencia en ciudad y el control de velocidad de crucero con limitador.
¿Barato o caro?
Por tanto, si el Ignis está casi solo en el segmento, ¿resulta caro o barato? Si lo comparamos con su rival más directo, el Fiat Panda, en las versiones Cross y 4X4, e lgnis no solo resulta ser mucho más asequible, sino que además viene mejor equipado de serie. El Panda 4x4 parte desde poco más de 17.800 €, mientras que el Cross hace lo propio desde los 21.200 € ambos con motores de 85 y 90 CV, respectivamente.
El Suzuki Ignis SHVS GLX por su parte, cuesta 15.620 €. Cierto es que hablamos de la versión 4x2, pero si nos vamos al 4x4 los poco más de 16.000 € siguen siendo inferiores a los del italiano.
Por tanto el Ignis reúne confort, dinamismo por ciudad, habitabilidad, una buena presencia exterior y un precio competitivo. Eso sí, que no se confíen en Suzuki que nadie es perfecto. El objetivo es seguir trabajando en detalles concretos y, quien sabe, soñar con un mejorado sistema híbrido que nos dé una versión capaz de mover al coche por sí solo sin derramar una gota de combustible.