Está a la venta desde 15.900 euros (antes de descuentos) y para mediados de septiembre está prevista la llegada de un motor diésel. En AutoScout24 ya nos hemos subido a él y descubrimos todo lo que esconde la nueva apuesta de Ssangyong. Ser el modelo más importante de la gama actual y tener tras de ti la responsabilidad de sacar a flote a tu marca, es una presión muy grande para iniciar tu incursión en el sector del automóvil. Más aún si, además, es la primera vez que la marca a la que perteneces se adentra en un segmento tan popular y competido como es el de los SUV urbanos.
Estas cuatro líneas resumen brevemente el comienzo de vida del Tivoli, o lo que es lo mismo, la gran apuesta de Ssangyong. De hecho, aunque desde el fabricante coreano no quieran ‘meter más leña al fuego’, lo cierto es que estamos ante el vehículo más importante de toda su historia. Una historia que tuvo un reinicio muy importante hace cuatro años cuando tras tocar fondo, Ssangyong fue rescatada por el Grupo Mahindra. Desde entonces todo cambió y el conglomerado indio insufló una gran cantidad de dinero para que la marca surcoreana más antigua del mercado (data de1954) sufriera el mismo empuje que en su día tuvieron tanto Hyundai como Kia y que ha provocado que sean dos de las marcas más reconocidas del panorama actual.
Un nuevo contendiente
Sin embargo, a diferencia de sus compatriotas, si hay algo que ha tenido Ssangyong es tiempo. Tiempo de desarrollar un nuevo vehículo, de cambiar por completo su filosofía de diseño, de probar nuevos materiales y, sobre todo, de estudiar el mercado y ver cuál era el momento y el segmento más propicios para volver con fuerza. Y lo ha hecho con las ideas claras y con la ventaja que supone entrar en uno de los segmentos de moda como es el de los SUV urbanos. Segmento en el que ni Hyundai ni Kia han presentado una propuesta firme, aunque la segunda cuente entre sus filas con el Soul.
Y ahí es donde entra de lleno el Tivoli, con 4,2 metros de largo, 1,8 m de ancho y 1,6 de alto y unas formas ‘cuadradotas’ que le dan un toque distintivo frente a los poco más de 10 modelos que se reparten el pastel. Pero desde Ssangyong son realistas y esperan que su modelo pueda vender entre 2.000 y 3.000 unidades al año, una cifra que, aunque estaría lejos de los puestos de cabeza (en lo que va de año, el líder, el Renault Captur ha vendido más de 10.000 unidades), doblaría las ventas de la marca en nuestro país.
Funcional pero llamativo
Para ello, como decimos, se basan en un concepto de diseño muy diferente al actual y que se comprueba al ponernos delante del vehículo. Cuenta con un aspecto robusto, que incluso puede llegar a confundir con el de algunos modelos Premium como el Mini Countryman (sobre todo lateralmente), donde su ancho parachoques delantero contrasta con una fina y alta parrilla que le da esa apariencia de todoterreno que demandan los compradores de estos coches. Algo similar ocurre con su ya comentado lateral, cuyos marcados pasos de rueda y su línea de cintura alta originan que la zona acristalada sea algo más reducida, tal y como se observa en su zaga, con una luneta trasera más pequeña que cede todo el protagonismo a un voluminoso portón y un parachoques de grandes dimensiones. Pero más allá de esa robustez, Ssangyong ha querido que su Tivoli sea también un coche ‘juguetón’ y para ello le ha dotado de una llamativa carrocería bitono o de llantas ‘tintadas’ en negro.
Pero si el exterior sorprende por su innovación, el interior lo hace por su calidad. Bien es cierto que todavía emplea demasiados plásticos duros para la zona del salpicadero y de las puertas pero el tacto de los mismos es bastante agradable por lo que no debería desmerecer para nada con respecto a la competencia.
Ahora bien, donde sí que gana varios puntos es en la comodidad de sus asientos. Tanto los delanteros como los traseros ofrecen un mullido muy por encima de las expectativas. Situado en el puesto de conducción, la butaca y el respaldo recogen a la perfección mientras que en su zaga, el espacio está bien ajustado para que viajen dos adultos y un niño, ocupando este último una butaca central que tiene el hándicap de poseer un túnel central demasiado voluminoso.
Otro punto más a su favor lo encontraremos en la capacidad del maletero. Y es que sus 423 litros le sitúan a la cabeza del segmento ya que el siguiente en la lista es el Skoda Yeti con 405 litros. En este sentido, los pesos pesados como el Renault Captur, el Peugeot 2008 o el Nissan Juke se quedan algo más atrás al ofrecer 377, 338 y 354 litros, respectivamente.
Sin complicaciones mecánicas
En lo referente a sus motores, Ssangyong no ha querido complicarse la vida y, en España, sólo habrá dos opciones: un gasolina y otro diesel. Eso sí, para optar por el segundo, el 1.6 e-XDi de 115 CV, habrá que esperar todavía hasta medidos de septiembre. Circunstancia que nos obligó a optar por el 1.6 e-XGi de 128 CV. Un motor atmosférico que, tras conducirlo, nos hace pensar que no será el más elegido por el gran público. Parte de culpa la tiene su perezosa respuesta en bajas vueltas que nos obligará a tener que estirar la aguja del cuentarrevoluciones más allá de las 3.500 vueltas para empezar a sentir algo de fuerza. Este hecho, además de reducir el confort de marcha, ocasionará que el consumo medio se aproxime a los 8 l/100 km, una cifra bastante alejada de los 6,6 l/100 km que homologa.
Un motor que se asocia a una transmisión manual de seis relaciones que, afortunadamente, cuenta con un buen tacto y con una transición entre marchas bastante rápida. Y es que, como decimos, en más de una ocasión tendremos que hacer uso de ella para reducir una marcha y evitar así quedarnos ‘vendidos’. Transmisión que, además, podrá transmitir la fuerza a las cuatro ruedas aunque esta se asociará únicamente a los acabados más altos.
Dado que la respuesta mecánica del Tivoli no es la mejor de todas (se nos ha olvidado comentar que cuenta con unos pobretones 160 Nm de par disponibles a 4.600 Nm), lo cierto es que, al menos, lo contrarresta con una dinámica de conducción bastante notable. El contar con una achura considerable le convierte en un vehículo bastante estable en curva pero lo cierto es que podría ser todavía un poco mejor si la dirección, eléctrica, transmitiera algo más de información. Por suerte, cuenta con un selector de modos que nos permite elegir la opción Sport que es recomendable que no vuelvas a cambiar nunca si quieres sentir algo. Por último, en lo que a frenos se refiere, el Tivoli vuelve a pecar de ser un coche justo ya que en tramos serpenteados tienden a fatigarse con facilidad.
Bien equipado
El nuevo SUV urbano coreano estará formado por tres niveles de equipamiento: Line, Premium y Limited. Puede que el más básico no sea el más vendido, pero lo cierto es que quienes buscan un coche práctico se encontrarán con aire acondicionado, radio CD Mp3 con USB y Aux, Bluetooth, control de crucero, control de presión de neumáticos luces diurnas y de freno traseras tipo LED, 6 airbags o ESP… y que estará disponible por 15.900 euros (sin descuentos incluidos. Sin embargo, si tenemos en cuenta que por 1.600 euros más podremos añadir sensores de parking traseros, llantas de aleación de 16 pulgadas, asiento del conductor regulable en altura, faros antiniebla… del acabado Premium, todo hace indicar que será el más vendido. Por último, para los más pudientes, el acabado Limited, disponible desde 19.500 euros incluirá climatizador bi-zona, pantalla táctil de 7 pulgadas con sistema de navegación, carrocería bitono, tapicería de cuero y tela y llantas de 18 pulgadas.
Datos técnicos
- Motor: Gasolina cuatro cilindros en línea
- Cilindrada: 1.597 cc
- Potencia: 128 CV a 6.000 rpm
- Par: 160 Nm a 4.600 rpm
- Velocidad Máxima: 181 km/h
- 0-100 km/h: 14,7 seg.
- Consumo (urbano/extraurb./mixto): 8,6 / 5,5 / 6,6 l/100 km
- Emisiones CO2: 154 gr/km
- Dimensiones: 4.202 / 1.798/ 1.590 milímetros
- Maletero: 423-1.115 litros
- Peso: 1.270 kg.
- Cambio: Manual de seis velocidades
- Depósito: 47 litros
- Precio: Desde 15.900 euros