Al amplísimo espacio interior del que ya hacía gala, el buque insignia checo ahora añade un equipamiento más completo y a la última, una mayor calidad, un diseño elegante y, sobre todo, un maletero en el que poder guardar todo lo que uno quiera. Buscar Skoda Superb de ocasión en AutoScout24 Cuando uno se acerca al nuevo Superb, inmediatamente se da cuenta de lo mucho que ha evolucionado Skoda. Una evolución que comenzó hace cuatro años con la renovación del Octavia y que ahora alcanza su punto álgido con el protagonista de estas líneas.
Un vehículo que ha sabido aprovechar al máximo la implicación de su marca dentro del Grupo Volkswagen, unión que acaba de cumplir 25 años, para tomar prestadas muchas de las tecnologías de la marca matriz. Innovaciones y metodologías que han provocado que esta tercera generación del Superb no tengan nada que envidiar a su hermano mayor, el Passat. De hecho, desde aquí nos atrevemos a decir que, en muchos aspectos, el checo iguala o incluso supera al alemán, empezando por el diseño y terminando por el precio.
Bien es cierto que entrar a valorar el aspecto de uno y otro es una tarea muy subjetiva pero mientras que el Passat ha preferido optar por una línea continuista, el Superb que aquí nos ocupa ha variado por completo su aspecto exterior para convertirse en una berlina mucho más atractiva. Una tarea que no ha resultado demasiado complicada teniendo en cuenta la desafortunada silueta de su predecesor. Para asegurarse el éxito, los diseñadores checos han tomado la base de las berlinas de su Grupo, véase el propio Passat o el Audi A6, para imprimir su propio estilo. El resultado: un vehículo sobrio, elegante y hasta deportivo; pero sobre todo, el Superb es grande… muy grande.
Limusina compacta
En una carrocería que ha crecido 28 mm de largo, hasta alcanzar los 4,86 metros, no es de extrañar que su distancia entre ejes haya aumentado en 80 milímetros, cifrándola en unos excelentes 2,84 metros. Unos valores que están más cerca de las berlinas de representación, como el BMW Serie 7 o el Audi A8, que de las que conforman el segmento D y que son los verdaderos rivales de este Superb. Para que se hagan una idea, el Passat es 94 mm más corto y 32 más estrecho, mientras que su batalla se reduce en 50 mm con respecto a la de nuestro protagonista.
Y es que la habitabilidad interior ha sido siempre una de las marcas de la casa de Skoda y que, en este Superb, alcanza su máxima expresión. El puesto de conducción es amplio y sus asientos son verdaderamente cómodos pero donde realmente destaca es en su zona trasera. El espacio reinante es enorme, incluso para personas que sobrepasen los 1,90 metros en cuyo caso, seguirán sin tener dificultades para meter las piernas aunque no así su cabeza, pues esta empezará a tocar con el techo. La anchura también ha crecido y, aunque dicha fila es apta para tres, lo más recomendable es que viajen dos personas. No porque vayan a ir ‘apretados’, sino porque la que ocupe la zona central irá bastante más incómoda que las dos externas a causa de un voluminoso túnel central que le reducirá el espacio. Eso sí, para mejorar las condiciones, Skoda propone un sistema de climatización independiente para que cada ocupante se adapte la temperatura a su gusto.
Al fondo hay sitio
Mientras que los pasajeros tendrán la sensación de estar viajando en una pequeña limusina, su equipaje quizá ‘piense’ que está siendo transportado en la bodega de carga de un Boeing. Sí, porque otro de los aspectos que mejora, y mucho, en este Superb es la capacidad del maletero, más aún en la carrocería Combi (familiar) que aquí nos ocupa. Su anterior generación ya era toda una referencia en el segmento, gracias a los 575 litros que cubicaba, dato que nuestro protagonista mejora hasta alcanzar los 660 litros, es decir, 85 más que antes y 35 más que la carrocería de cuatro puertas.
Pero si eso no fuera suficiente, al abatir la segunda fila de asientos, la capacidad aumenta hasta los 1.950 litros, dejando un piso de carga completamente plano en el que poder meter objetos de hasta 2,25 metros. Cifras que originan que el familiar checo no tenga rival pues el modelo que más se le acerca es, precisamente, el Passat Variant, con 650 litros.
Para acceder al mismo, Skoda sigue ofreciendo sistemas de claro corte Premium como es el portón con accionamiento eléctrico y con función ‘manos libres’, abriéndose al pasar el pie por debajo del parachoques. Soluciones que se añaden a otras de carácter más práctico y que quedan englobadas bajo el paquete de medidas denominada Simply Clever entre las que se encuentran varios ganchos para colgar objetos, un piso del maletero reversible (con una de las caras de goma) o hasta una linterna LED.
- Ficha técnica
Skoda Superb Combi 2.0 TDi 190 cv DSG 4x4 Laurin&Klement
Motor: Diésel, cuatro cilindros en línea
Cilindrada: 1.968 cc
Potencia: 190 CV entre 3.500-4.000 rpm
Par: 400 Nm entre 1.750-3.250 rpm
Velocidad Máxima: 228 km/h
0-100 km/h: 7,7 seg.
Consumo (urbano/extraurb./mixto): 6,1 / 4,6 / 5,1 l/100 km
Emisiones CO2: 135 gr/km
Dimensiones: 4.856 / 1.864/ 1.477 metros
Maletero: 660-1.950 litros
Peso: 1.635 kg.
Cambio: Automático de doble embrague, seis velocidades
Depósito: 66 litros
Precio: 44.360 euros
Unidad probada: 51.400 euros
Calidad de alto standing
Pero la nueva berlina de Skoda no sólo es espacio y habitabilidad. Nada más acceder al interior, uno confirma el salto de calidad que mencionábamos anteriormente con su diseño exterior. Todo rezuma orden, con unos mandos claros y visibles, pero además, el salpicadero emplea materiales blandos muy agradables al tacto y bien ensamblados. Sí, puede que en este sentido el Passat siga estando un punto por encima pero si les taparan los ojos y entrasen en cualquiera de los dos… ¿sabrían distinguirlos? Nosotros lo dudamos bastante.
Para mejora el confort de marcha, Skoda ha trabajado a conciencia en mejorar la insonorización, aspecto que parece haber logrado ya que no se filtra casi ningún ruido del exterior, ni siquiera el del motor, que se dejaba notar en exceso al arrancarlo o estar al ralentí.
¡Como un Rolls Royce!
El equipamiento disponible también contribuye a mejorar la percepción de calidad que tenemos del interior.Nuestra unidad correspondía con el acabado más alto de la gama, el denominado Laurin&Klement en honor a los fundadores de la marca. En él, la dotación de serie no puede ser más completa al añadir llantas de 18 pulgadas, asientos de cuero, inserciones en Negro Piano, iluminación ambiental exclusiva, lunas traseras tintadas, alfombrillas más gruesas, sistema multimedia Columbus con pantalla táctil de 8 pulgadas, navegador, Bluetooth, WLAN, múltiples conexiones, equipo de sonido Canton, portón trasero eléctrico y ‘manos libres’, cortinas traseras de privacidad, acceso y arranque sin llave… Pero además, como elemento distintivo y dentro del mencionado paquete Simply Clever, el Superb también cuenta con dos paraguas ubicados cada uno en el umbral de las puertas delanteras. Un elemento que, actualmente, sólo ofrece la lujosa Rolls
Un sinfín de elementos que, no obstante, puede ampliarse todavía más con la adquisición de opciones como el parabrisas térmico, el sistema de TV, los asientos delanteros y traseros con calefacción, una pintura exterior especial, un reproductor de DVD, llantas de 19”… así como una extensa lista de asistentes de conducción que más tarde mencionaremos. De ahí que nuestra unidad incrementara su precio en casi 7.040 euros con respecto al precio base de 44.360 euros.
Derroche de potencia
Un precio que se justifica por haber probado el motor más potente de toda la gama, galardón que recae sobre el propulsor diésel 2.0 TDI que entrega nada menos que 190 CV y que se acopla tanto a la caja de cambios automática DSG de seis velocidades como a la tracción total, 4×4.
Una combinación concebida para el cliente más exigente ya que tras rodar con él durante una semana entera, la percepción que nos queda es que con el motor de 150 CV, uno tendría más que suficiente… además de ahorrarse un pico de casi 4.300 euros. Bien es cierto que, dado su número de caballos, uno espera algo más de respuesta pero su funcionamiento no nos dejó indiferentes. Dicho bloque destaca por su finura y su baja rumorosidad cuando estamos en marcha (en parado se deja notar demasiado), mientras que la combinación con el DSG nos otorga un plus de comodidad para realizar viajes largos por carretera gracias a que el tránsito entre marchas es rápido y preciso. El único pero lo encontraremos en maniobras a baja velocidad, en donde esta transmisión nos ha parecido algo brusca.
Si nuestra ruta discurre por carreteras secundarias, hemos de confesar que el Superb nos ha sorprendido por su agilidad y aplomo, ya que no parece que estemos en un coche de casi 5 metros de largo. Puede que todavía le quede para acercarse al dinamismo de un Mondeo, e incluso de un Passat, pero cuenta con una dirección bastante correcta y con una amortiguación que filtra perfectamente cada irregularidad. Además, al equipar el tren de rodaje adaptativo DCC (de serie en nuestro acabado), el conductor podrá elegir el nivel de dureza de los amortiguadores en función del asfalto por el que circule. Un sistema que se puede combinar con un selector de modos de conducción, Driving Mode Select, con cinco opciones que variarán la gestión del motor, cambio, respuesta…Y todo ello logrando un consumo de lo más contenido que, si bien no se acercan a los 5,4 l/100 oficiales, sí se mantienen en unos notables 7,5 litros.
Por último, en materia de seguridad, la berlina checa también ofrece importantes novedades al convertirse en el primer Skoda en equipar una dotación tan amplia como la que puede montar este Superb. Así, aunque opcionalmente, se pueden equipar un sistema de frenada de emergencia en ciudad, el denominado Crew Protect Assist que tensa los cinturones y cierra las ventanillas en caso de choque, un asistente de conducción en atascos con el que el coche se desplaza solo siguiendo la estela del vehículo que nos precedes, un programador de velocidad adaptativo, un detector de cambio involuntario de carril, el sistema de objetos en el ángulo muerto, un lector de señales…
En definitiva, hablar del nuevo Superb es hacerlo de un coche más maduro, con más aspiraciones y con la ventaja de ofrecer casi lo mismo que el Passat a un precio mucho más razonable.