Quien dude de la deportividad de Skoda es que, claramente, no conoce el pasado motorsport de la firma checa. Basta un dato para entenderlo: de los 125 años de vida que tiene la marca (los comienzos fueron como Laurin&Klement), 120 ha estado presente en el mundo de la competición. Muchos son los hitos que la respaldan muchos de ellos conseguidos por el que es su modelo fetiche: el Octavia. De hecho, la berlina fue la primera en introducir las siglas RS (Rally Sport) en su segunda etapa comercial, ya bajo el paraguas del Grupo Volkswagen.
Una versión que podría considerarse muy de nicho de primeras, pensamiento que se desmonta justo en el momento en el que conocemos que en los últimos 5 años se han vendido en España nada menos que 3.000 unidades. Quizá por ello, para esta cuarta generación Skoda ha decidido ampliar su gama mecánica proponiendo hasta tres motorizaciones.
Mucho donde elegir
Como bien sabrás, hace unas semanas nos pusimos brevemente a los mandos del Octavia RS iV, es decir, la versión híbrida enchufabe adherida a la etiqueta CERO a la que ahora se suman dos motorizaciones, llamémoslas, más tradicionales: el 2.0 TSI y el 2.0 TDI. Te suenan más ¿verdad?, pues te digo que el primero de ellos, el gasolina que ha sido el que nosotros hemos probado es una auténtica maravilla. Antes de entrar en detalle mencionaros que el diésel disponible es el 2.0 TDI Evo de 200 CV y 400 Nm de par cuya principal virtud es el perfecto equilibrio entre prestaciones y consumo.
A modo de recordatior, decir que el RS iV combina un motor 1.4 TSi de 150 CV con otro eléctrico de 115 CV y una batería de iones de litio de 13 kWh de capacidad bruta. Esquema que le permite homologar un gasto medio de 1,2 l/100 km, de recorrer hasta 64 km en modo 100% eléctrico y de recargar sus baterías en seis horas enchufándolo a una toma doméstica. Todo ello dando 245 CV y 400 Nm de par de manera conjunta.
Pero te hemos dicho, el campeón en lo que a deportividad se refiere es, sin duda, el Octavia RS 2.0 TSI. Porque genera la misma potencia que el RS iV, 245 CV y aunque tiene 30 Nm menos de par, se convierte en el más rápido de los tres. Y es que acelera de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos alcanzando una punta de 250 km/h. En comparación con el iV es seis décimas más rápido y le saca 25 km/h de máxima. Al igual que el diésel, se combina con la transmisión automática DSG de siete relaciones, mientras que el RS iV lo hace con una de seis. Todos son, eso sí, estrictos tracción delantera.
El coche total
Pero si hay un punto en el que nos ha sorprendido este Octavia RS 2.0 TSI es, sin duda, en su conducción. A priori, podríamos esperar el mismo rendimiento que su hermano enchufable pero hay dos diferencias considerables cuando hemos recorrido lo primeros kilómetros. El primero, el sonido que percibimos. A diferencia del RS iV en el que se sobrepotencia con un ecualizador filtrado por los altavoces, en este 2.0 TSI se mantiene la melodía natural del bloque, mucho más sugerente y cautivadora.
El segundo, el paso por curva. No hay diferencias en el chasis a simple vista pero la agilidad con la que se ha movido este Octavia RS TSI es mucho mayor que la de su hermano enchufable. Quizá sea por los casi 200 kilos que les separan pero la realidad es que la sensación ha sido la de tener un coche mucho más reactivo y rápido en el paso por curva. De hecho, hubo momentos en los que nos dio la sensación de tener un eje trasero direccional porque la entrada en el vértice ha sido extremadamente ágil.
Únicamente cuando hemos subido un poco el listón notamos algo de subviraje, pero en líneas generales el aplomo que demuestra es increíble. El conjunto se redondea con el control de chasis adaptativo que, de momento, se oferta de serie como parte de una promoción especial. La guinda, un bloque que empuja endiabladamente desde las 1.700 vueltas y que en modo manual nos permite estirar la barra del display digital (ofrece una vista exclusiva) hasta la zona roja.
Vista deportiva
Como buen RS, el Octavia se diferencia del resto de sus hermanos por proponer una imagen mucho más radical. Por fuera llama la atención la anchura que desprende proporcionada principalmente por las taloneras, los paragolpes exclusivos y las llantas de 18 pulgadas. Los detalles diferenciadores se ciñen a las molduras en negro, los escapes deportivos (y reales) y las pinzas de freno pintadas en rojo. En el catálogo de opciones se contemplan llantas de hasta 19 pulgadas.
En el interior lo más llamativo son sin duda los asientos deportivos de tipo bacquet tapizados en tela y Alcántara, el volante deportivo o los pedales en aluminio. Hay inserciones exclusivas de tapizado así como el paquete de iluminación ambiental LED.En lo que a pantallas se refiere, el cuadro digital cuenta con la ya comentada pantalla exclusiva mientras que el monitor central es el Bolero de 10 pulgadas.
A todo ello se suma una practicidad poco vista en este tipo de coches con una zona trasera amplísima y apta para que dos adultos sientan la deportividad en sus carnes, mientras que el maletero mantiene sus altísima capacidad con 600 litros para la berlina y 640 litros para el Combi (familiar) que se ven reducidos hasta los 450 y 490 litros, respectivamente, en el Octavia RS iV.
En definitiva, Skoda alcanza la perfección de la gama Octavia con esta triple apuesta RS, en la que cada comprador seguramente encuentre su coche a medida. No obstante, si fuéramos nosotros los que tuviéramos que elegir, sin duda los ojos irían a parar directamente al RS 2.0 TSI que nos ha acompañado. El encargado de resolver la duda, el precio que aquí te ponemos:
- Octavia RS 2.0 TSI 245 CV: 37.490 € (32.500 € financiado)
- Octavia RS 2.0 TDI 200 CV: 38.110 € (33.100 € financiado)
- Octavia RS iV 245 CV: 40.540 € (35.700 € financiado)
- Octavia RS Combi 2.0 TSI 245 CV: 38.190 € (32.600 € financiado)
- Octavia RS Combi 2.0 TDI 200 CV: 38.810 € (33.200 € financiado)
- Octavia RS Combi iV 245 CV: 41.200 € (36.400 € financiado)