Quien dude de que 2019 es, sin duda, uno de los años más importantes de SEAT es porque no ha estado al tanto de las últimas novedades presentadas por la firma española. Además de independizar CUPRA y lanzar su primer modelo, el CUPRA Ateca, de mostrarnos su estrategia eléctrica a corto plazo o de actualizar su gama de modelos TGI, la marca nacional se ha adentrado, por primera vez, en el segmento de los grandes todocaminos gracias al protagonista de esta prueba: el Tarraco. Pero ahí no queda la cosa y a finales de año esperamos ver la esperada nueva generación del León. Lo dicho, 2019 es sinónimo de SEAT.
Más que un maxi Ateca
Volviendo al Tarraco, lo primero que uno puede pensar es que estamos ante la versión larga del Ateca. Sí y no. Cierto es que comparten plataforma, la MQB A de batalla extendida, pero lejos de ser un maxi Ateca, deberíamos hablar más bien del primo hermano del Volkswagen Tiguan Allspace, con quien comparte buena parte de su estructura (no en vano ambos salen de la misma línea de montaje alemana de Wolfsburg).
Con el Tarraco hablamos del tercer SUV de la firma española tras el comentado Ateca y el Arona siendo además el primer todocamino en ofrecer una configuración para siete ocupantes (un extra que cuesta 850 €). Para ello, estira su carrocería hasta los 4,73 metros de largo (casi 40 cm más que el Ateca), su anchura hasta los 1,84 metros y su altura hasta el 1,66 metros.
Cotas que, además, acompaña de un figura estilizada, con un frontal limpio y afilado así como de una zaga robusta en la que sobresale la tira que conecta sus grupos ópticos (solución que probablemente adopten los futuros modelos de la marca) que no llega a retroiluminarse como sucede en los últimos Audi (véase A8, A7 Sportback o Q8) pero que sí le dota de un mayor empaque visual. Casi una decena de colores para la carrocería o llantas de aleación hasta de 19 pulgadas completan un conjunto externo poco destacado pero perfectamente definido.
Para cinco o siete
De puertas para dentro, conductor y pasajeros irán rodeados de una atmósfera de calidad, quizá la mayor en un modelo con el emblema de SEAT. Delante, los materiales de tacto blando y ajustes cuasi perfectos se codean con elementos técnicos tales como la pantalla central táctil semi-flotante de 8 pulgadas con control gestual y del cuadro de instrumentos digital de 10,25 pulgadas totalmente personalizable.
Sin embargo, el punto fuerte de este SUV es, sin lugar a dudas, su habitabilidad. Dotado de una batalla de 2,79 metros, los pasajeros traseros gozarán de un espacio infinito tanto para las piernas como para la cabeza. Un poco más atrás y por esos 850 € comentados se pueden añadir otras dos plazas, más testimoniales pero con un confort de marcha más que destacado frente a muchos de sus rivales. Además, para mejorar la ergonomía, la segunda fila de asientos permite un desplazamiento longitudinal de 18 centímetros. Acción que agradecerán los pasajeros de esta tercera fila si su tallaje sobrepasa los 1,60 metros.
En caso de dotar al Tarraco de tal opción (muy justificable todo dicho sea de paso), la capacidad del maletero se ve ligeramente mermada en comparación con los cinco plazas al ser ocupado el doble fondo por las dos butacas. Pese a ello, hablar de un volumen de 700 litros como algo negativo sería pecar de necios. Capacidad a la que se accede mediante un portón de accionamiento eléctrico y cuyo hueco ofrece unas formas regulares.
Con las siete plazas desplegadas (podremos guardar la bandeja en un lugar específico), el volumen es de 200 litros, que viene a ser el hueco justo para guardar dos maletas de mano; mientras que con las cinco traseras abatidas alcanzamos nada menos que los 1.775 litros con un piso plano de 1,66 metros hasta el borde de los asientos.
Le falta brío
Metidos de lleno en el apartado mecánico, de la extensa oferta disponible, esta primera toma de contacto la protagoniza el que, para muchos, es el bloque más equilibrado de la gama gasolina. Sí, aunque estos SUV quizá estén enfocados a realizar largos viajes, muchos de sus compradores realmente no llegan a alcanzar los 20.000 km anuales, por lo que la rentabilidad de una versión gasóleo queda en entredicho.
En el caso de la unidad probada, el motor que lo impulsaba no era otro que el nuevo bloque 1.5 EcoTSI de cuatro cilindros y sistema de desconexión de cilindros. Un propulsor de contrastado éxito que, sobre el papel, debería ser más que suficiente para cualquier conductor gracias a los 150 CV que entrega, entre las 5.000 y las 6.000 rpm. Sin embargo, durante la prueba realizada, este bloque ha pecado de ser demasiado perezoso.
Parte de culpa la tienen quizá los escasos 250 Nm de par máximo, que pese a aparecer a las 2.500 rpm no dan síntomas de ser suficientes para mover este Tarraco de 4,73 metros y más de 1.700 kilos de peso. Acoplado a la caja de cambios manual de seis relaciones y a la tracción delantera, en marcha no solo notamos cómo le cuesta moverse en un régimen bajo de vueltas, sino también llegar a la velocidad de crucero de forma rápida.
No en vano, sus prestaciones no son para tirar cohetes, pues homologa un 0 a 100 km/h de 9,7 segundos y, sobre todo, una punta de 201 km/h. Un hándicap que será mayor si, como es de esperar, viajamos con el Tarraco cargado hasta los topes, ya sea con adultos y sus maletas o simplemente con el equipaje. Carencia a la que se une un consumo bastante elevado, de 8 l/100 km hacia arriba en conducción mixta y de más de 10 litros si solo acometemos vías secundarias.
Una pena, sobre todo porque en líneas generales este Tarraco tiene tanto alma de corredor de fondo gracias a su perfecto aislamiento, como de atleta traza curvas, gracias a un chasis bien resuelto que encuentra en el opcional Control de Chasis Adaptativo (DCC), que varía la dureza de la suspensión en función del programa de conducción escogido, como la guinda perfecta.
¿Y por campo?
Como es tradición en este tipo de modelos, toca hablar del comportamiento off road. Aquí las diferencias con el Ateca son, de nuevo, abismales. Con dos centímetros más de altura libre al suelo que el SUV compacto (alcanzando así los 19,2 cm), el Tarraco no le teme a nada. Gracias al programa de conducción Offroad que varía los diferentes parámetros del vehículo, el todocamino familiar de SEAT es capaz de solventar con facilidad tanto caminos sencillos como algún que otro tramo complicado… circulando siempre con la cabeza fría y sin llegar a sobrepasar sus límites.
En resumidas cuentas, SEAT vive un momento dulce en lo que a SUVs se refiere y este Tarraco no solo abre una nueva puerta, sino que se encarga de confirmar el buen trabajo realizado por la firma española. ¡Ah! Y todo ello sin olvidar que frente al VW Tiguan Allspace resulta ser un producto igual de excelente pero con un precio de venta bastante más reducido.
Ficha Técnica SEAT Tarraco 1.5 EcoTSI 150 CV Style Plus
Motor: Gasolina, cuatro cilindros en línea, turbo
Cilindrada: 1.498 cm3
Potencia: 150 CV entre 5.000-6.000 rpm
Par: 250 Nm entre 1.500-3.500 rpm
Velocidad Máxima: 201 km/h
0-100 km/h: 9,1 seg
Consumo combinado (WLTP): 7,5 l/100 km
Emisiones CO2 (NEDC): 147 gr/km
Dimensiones: 4.735/ 1.839/ 1.658 milímetros
Maletero: 230-700-1.775 litros
Peso: 1.634 kg
Cambio: Manual, de seis velocidades
Depósito: 58 litros
Precio: 31.250 euros
Precio ud. probada: 37.280 euros