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Prueba: Seat Ibiza 1.6 Sport 105 cv – Sube al siguiente nivel

Con esta motorización el nuevo Ibiza de cinco puertas será el rey en las ventas de modelos gasolina. Tiene un consumo moderado, un tacto difícilmente mejorable y una apariencia interior que hace olvidar los aburridos acabados anteriores. Lo tienes disponible a partir de 12.900 euros…

Con la reciente llegada del modelo de tres puertas (al que SEAT ha apellidado SportCoupé), la oferta del nuevo Ibiza en el mercado ha quedado bastante completa y es muy atractiva en cuanto a relación calidad-precio. Hay tres motores gasolina (de tres y cuatro cilindros) de hasta 105 cv. Si lo tuyo es el gasoil, las últimas incorporaciones a la gama han sido las de los motores 1.4 TDI de 80 CV y 1.9 TDI de 90 CV. El precio del motor que hemos probado, un gasolina 1.6 de 105 cv con acabado Sport, es de 16.060 euros.

¿En qué ha cambiado?

La plataforma que el grupo Volkswagen ha preparado para el nuevo Ibiza tiene dos características importantes: la primera es que sus medidas lo hacen más ancho y más largo que el anterior modelo, lo que se traduce en una mayor sensación de seguridad al volante y un toque algo más deportivo. La segunda es que el control de estabilidad es de serie en todos los modelos de la gama (que tomen nota el resto de las marcas). Además de una mayor anchura de vías y distancia entre ejes,  se han incrementado el diámetro de las ruedas, que pueden llegar a ser (opcionalmente por 200 euros) de hasta 17 pulgadas.  

En el interior lo más significativo es el gran salto cualitativo en cuanto a materiales y acabado general. La posición de conducción es magnífica (los asientos deportivos son opcionales pero ahora se puede conseguir una postura más baja) y la altura al techo es un poco más generosa. El Ibiza no es ningún derroche de espacio interior pero cumple sobradamente: se agradecerían unos centímetros más para la pierna derecha del conductor y otros pocos para las piernas de los pasajeros de la fila de atrás. El maletero es generoso para su segmento (292 litros) y ahora cuenta con opciones para la fijación del equipaje (redes laterales y ganchos para bolsas).

La noticia más positiva, por ser la mayor mejora, viene del salpicadero y del diseño del cuadro de instrumentación. Su diseño es totalmente nuevo y en él predominan los cromados y grandes contrastes en el tamaño de los elementos.

Al volante

Una vez en el interior la sensación está más próxima a la de viajar en un Golf que hacerlo en un Seat Ibiza (entendido como el Ibiza de toda la vida). La sujeción de los asientos delanteros aventura un viaje sin vaivenes y con los hombros bien pegados al respaldo, los retrovisores perfilados advierten de un buen trabajo de aerodinámica y el volante de 3 radios –fino y de perfecto diámetro- subrayan la facilidad de conducción de este modernizado cinco puertas.  

Seat también ha situado el cuadro de control de luces en una posición más visible (más alto y más cerca de la puerta), con lo que se dice adiós al clásico vistazo a izquierdas para encontrar la rueda de iluminación.  También se ha optado por instalar un control de audio bajo el volante a la izquierda (de igual forma que los diseñados por Ford en algunos de sus modelos).

Llama también la atención un tema: se nota que hay una clara apuesta por acercar el diseño del cuadro de instrumentación a un diseño más oriental (como puede ser el de Honda Civic o el Mazda 3). La disposición es de dos esferas con cromados (una para revoluciones y otra para velocidad) y un ordenador de a bordo central que integra también el nivel del depósito.

Motor

Hemos conducido una variante del Seat Ibiza que crea unas expectativas mayores de las que da realmente. Nuestro modelo traía –fuera del equipamiento de serie- unos neumáticos con un perfil 40 y las llantas de 17”. Realmente el atractivo exterior mejora notablemente pero habríamos preferido probarlo con las de 16”. Con las grandes se aprecia mucha información del estado del asfalto pero se pierde comodidad en zonas urbanas (badenes de goma, suelos empedrados o guardias tumbados). Con este motor es más recomendable optar por la comodidad que por la deportividad.

El nuevo Ibiza es un coche que en términos generales tiene un tacto más bien “blando”, quitando la suspensión deportiva que en nuestro caso venía instalada. La palanca de cambios –que es corta y tiene una posición más bien baja- puede casi manejarse con dos dedos ya que apenas muestra resistencia. Esto podría perjudicar al guiado de las marchas, pero no es así: todas entran a la perfección sin esfuerzo.

Los 105 cv del Ibiza son suficientes si se buscan velocidades de crucero normales ya que, además, obtendremos un notable beneficio de consumo y sonoridad. El motor, circulando a 120 km/h, gira a 3.200 rpm. A 140 km/h ya se acerca casi por completo a las 4.000. A una velocidad fija de 120 km/h, con el control de crucero activado, el consumo ha oscilado entre los 6,5 y los 7,2 litros. El consumo mixto homologado en este coche es de 6,6 litros.

Por lo general el Ibiza no es un coche rápido pero si muy estable y cómodo. Da unas sensaciones de alta adherencia por las ruedas y por los asientos, empuja bien en segunda y tercera marcha y la carrocería no hace extraños al hacer cambios de apoyo rápidos. Además, y como si pudiéramos hacernos un coche a medida, la suspensión deportiva quita gran parte del recorrido vertical de la carrocería que puede no gustar a algunos.

Un punto débil del Ibiza es que no tiene la faceta de buen llaneador: en quinta velocidad tiene una respuesta muy lenta y en subidas –ligeras- se convierte en casi nula.  Una recuperación de 80 a 120 km/h puede suponer un tiempo mínimo de 16,5 segundos.

Algunas opciones sin coste

Instalar en el Ibiza faros de xenón, iluminación adaptativa, un techo panorámico y climatizador automático tiene un sobreprecio de unos 2.000 euros. Las ya mencionadas llantas de 17” cuestan 200 euros. La buena noticia es que la suspensión deportiva en cualquiera de las versiones no tiene ningún coste para el cliente. Es imprescindible también -en nuestra opinión- un reposabrazos central. La opción existe y cuesta 100 euros más.

Las opciones de navegación también suponen en  el Ibiza un desembolso menor ya que son portátiles. Seat puede instalar, en la zona central del tablero y por 50 euros, un kit para dispositivos TomTom. Las otras opciones multimedia, como la entrada auxiliar USB compatible con iPod o el bluetooth suponen 380 euros más.

¿Preparado para lo siguiente?

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