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Prueba: Seat Altea Freetrack – Familiar y caminante

El Freetrack de Seat aumenta el atractivo del Altea XL gracias a una efectiva tracción a las cuatro ruedas que le dota de un comportamiento offroad más que aceptable.

Además, cuenta con acertadas modificaciones estéticas y un completo equipamiento que le convierten en uno de los modelos más apetecibles de la firma de Martorell. El Altea Freetrack no es protagonista habitual de grandes campañas publicitarias ni tampoco suele tener un lugar destacado en los concesionarios de Seat o en su página web. Sin embargo, hay un dato que ilustra perfectamente el atractivo del primer todocamino de la firma catalana: en sus primeros seis meses de comercialización multiplicó por tres sus previsiones de venta. Y es que el Freetrack es un automóvil muy indicado para aquellos que buscan un vehículo familiar con el que viajar asiduamente y realizar pequeñas excursiones lejos de la carretera.

Tracción total para el TDI 140 CV

La posibilidad de combinar el sistema de tracción total con el motor 2.0 TDI de 140 CV es la última novedad relacionada con el Altea Freetrack. Así, este propulsor se une a las otras dos mecánicas en las que está disponible este Seat (otro 2.0 TDI de 170 CV y un  2.0 TSI de 200 CV) en la oferta de tracción a las cuatro ruedas, siendo el único con el que también se puede optar por la propulsión delantera.

La diferencia de precio entre el 2WD y el 4WD es superior a 2.000€, aunque es más que recomendable optar por la tracción total si es que se quiere sacar el máximo provecho al gran valor añadido de este vehículo. Éste no es otro que la posibilidad de circular cómodamente por caminos y pistas de tierra e incluso superar algunos obstáculos como pequeñas trialeras o pasos inundados.

Reparto de hasta el 50%

En estos casos resulta fundamental contar con la tracción a las cuatro ruedas de Seat, que es gestionada continuamente por un mando electrónico que busca el mejor reparto de potencia entre los dos ejes. Normalmente, este sistema hace que el vehículo funcione como un tracción delantera, aunque cuando las circunstancias lo requieren puede llegar a enviar un 50% de la fuerza al tren trasero.

Esta tecnología se deja notar especialmente en la conducción fuera de carretera, donde el eje posterior empuja con fuerza en cualquier aceleración contundente. En esos instantes también juega un papel destacado la suspensión, que gracias a una configuración más bien dura permite superar con solvencia las irregularidades del terreno. Además, para evitar el calentamiento del sistema de amortiguación en estas condiciones, Seat ha incluido unos depósitos de aceite más grandes de lo habitual.

Un Altea XL modificado

Esta es una de las modificaciones que la firma española ha realizado en el Altea XL para mejorar su comportamiento offroad y convertirlo en el Freetrack. Porque el primer todocamino de la marca de Martorell no es otra cosa que una preparación de la versión larga de su pequeña monovolumen.

Algunas otras de las adaptaciones mecánicas que ha realizado Seat han sido el aumento de la distancia al suelo en 40 mm, la realización de una nueva suspensión trasera y la ampliación de la capacidad del depósito de combustible, que ha pasado de 55 a 60 litros. También ha adaptado el desarrollo de las marchas y ha aumentado el diámetro de los frenos posteriores y de los neumáticos, que van alojados en unas llantas de aleación de 17 pulgadas de nuevo diseño.

Exteriormente la mayor modificación que se puede observar son las molduras protectoras de plástico negro, que, además de evitar desperfectos en la carrocería, configuran una atractiva estética offroad junto a las barras del techo y al doble escape de la parte posterior. En el interior destacan la decoración bitono y los asientos delanteros, que son los mismos que llevan los modelos de la serie FR y recogen muy bien lateralmente.

TFT de 7 pulgadas en el techo

También llaman la atención positivamente los asientos de la parte trasera, que se pueden regular en profundidad. Eso sí, se trata solo de las dos plazas laterales, puesto que esta banqueta no está diseñada para un tercer ocupante, que, aunque puede realizar trayectos cortos cómodamente, no gozaría del mismo confort en viajes largos por falta de espacio para los hombros.

Datos técnicos
Marca y modelo Seat Altea Freetrack
Especificaciones
Longitud/anchura/altura (mm) 4493 / 1788 / 1622
Distancia entre ejes  (mm) 2576
Diámetro de giro (m) 10,4
Peso (kg) 1643
Volumen del maletero (l) 490-593
Neumáticos 225/50 R17
Motor
Cilindrada (cc) 1968
Potencia (cv) 140
Par máximo (Nm/rpm) 320 / 1750-2250
Consumo
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) 8,2 / 5,5 / 6,5
Emisiones CO2 (gr/km) 171
Consumo durante test (l/100km) 7,4
Características
Aceleración 0-100 km/h (s) 10,1
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª N.D
Capacidad depósito (l) 60
Velocidad máxima 193
Precio (sin extras)
Euros 27.900
Más datosMenos datos

En esos desplazamientos prolongados, cobra un gran protagonismo para los ocupantes de la parte trasera del habitáculo la pantalla de TFT de siete pulgadas situada en el techo. Se trata del elemento fundamental de un sistema multimedia opcional que tiene una conexión RCA que permite conectar DVD, consolas, portátiles e incluso reproductores de MP3. Este paquete, que tiene un precio de 377€, también incluye tres útiles compartimentos portaobjetos en el techo. Otro paquete muy recomendable es el que incorpora por 1.498€ un sistema de navegación con pantalla táctil a color de 6,5 pulgadas y disco duro de 30 Gb, además de Bluetooth y mandos en el volante. Se trata de un GPS con una cartografía muy clara y un manejo bastante sencillo gracias a la superficie táctil.

Completo equipamiento de serie

A pesar de que no tiene incluido el navegador, el equipamiento del Altea Freetrack con motor TDI 140 CV y tracción total es bastante completo. Cuenta con faros antiniebla, doble climatizador, volante en piel regulable en altura y profundidad, sensor de lluvia y encendido automático de luces, sensor de aparcamiento, control de velocidad de crucero, testigo de presión de neumáticos y radio CD MP3 con mandos en el volante y conexión auxiliar, entre otras cosas.

También contiene numerosos elementos de seguridad: seis airbags, ABS, control de tracción (TCS), ayuda a la frenada de emergencia (EBA) y control de estabilidad (ESP+), que se combina con el DSR para mantener la trayectoria del vehículo transmitiendo un pequeño par al volante. Además, el ESP incorpora el sistema TSP, que se activa cuando el automóvil lleva enganchado un remolque y ayuda a estabilizarlo en las situaciones en las que puede provocar la pérdida de control del vehículo.

140 CV y 320 Nm de par motor

Todo este equipamiento y todos estos sistemas de ayuda a la conducción dejan ver el buen nivel de acabado del Altea Freetrack, que se mantiene con creces en la motorización gracias a los reconocidos propulsores del grupo Volkswagen. En este caso se trata del 2.0 TDI de 140 CV, que desarrolla 320 Nm de par motor máximo entre 1750 rpm y 2250 rpm. Este dato demuestra el buen empuje a bajas revoluciones con el que cuenta este motor, que mejora aún más con el cambio de desarrollos que Seat ha realizado en el Freetrack.

En este modelo, las tres primeras marchas de la caja de cambios de seis velocidades son más cortas de lo habitual, mientras que a partir de la cuarta el desarrollo es ligeramente más largo. Esta modificación mejora las prestaciones del Altea en caminos difíciles fuera de carretera, en los que haya que superar grandes pendientes, y en la conducción por autopistas, donde puede circular con desahogo a 120 km/h. De hecho, el Freetrack mantiene esta velocidad en quinta a 2.500 rpm y en sexta a tan solo 2.100 rpm.

La contrapartida de esta transformación es la pérdida de fuerza en las recuperaciones en marchas largas, que incita a bajar de marcha antes que a esperar a que el motor vuelva a coger revoluciones. Esos instantes, sin embargo, sirven para comprobar la precisión de la palanca de cambios, que al igual que la dirección tiene un tacto un tanto duro aunque muy efectivo. Otro inconveniente de este propulsor turbodiésel, que no pasa de los siete litros de consumo, es su rumorosidad, que es un poco mayor de lo habitual a causa del sistema de tracción a las cuatro ruedas.

En resumen

El Seat Altea Freetrack es un vehículo a medio camino entre una pequeña monovolumen y un todocamino. Ofrece prácticamente las mismas comodidades que un Altea XL (incluyendo un maletero de casi 600 litros) por un precio muy similar que solo aumenta en unos 2.000€ por la incorporación de la tracción a las cuatro ruedas. Parece un coste añadido factible para aquellos que, además de un coche familiar, quieren un vehículo capaz de desenvolverse con soltura lejos del asfalto.

(Hace pocos días, el tirolés Gerhard Plattner y el austriaco Franz Doppler utilizaron un Altea freetrack 2.0 TDI 140 CV para superar un sorprendente desafío. La pareja de pilotos europeos recorrió 953 kilómetros repartidos en 29 puertos de montaña de Italia, Austria y Suiza en tan sólo 22 horas.)

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