Prueba: Saab 9-3 Sport Sedan 2.0T Aero XWD – Auténtico dandi

Disponible también ahora en combinación con el motor gasolina de 210 CV que probamos, este Saab es un coche que destaca por su buena motricidad, su capacidad de adherencia y la sensación de seguridad que nos transmite… El pasado año, la marca sueca se decidía por fin a incorporar la tracción 4x4 en el 9-3, pero la reservaba únicamente para las variantes más extremas y deportivas, asociadas al motor 2.8T V6 de 280 CV. Recientemente han ampliado este pequeño abanico y renunciando a 70 CV muy suculentos pero también desembolsando 7.100 € menos, todos aquellos que quisieran adquirir su Saab 9-3 con tracción a las cuatro ruedas ya tienen una nueva posibilidad con el propulsor 2.0T de 210 CV.

Aspecto conocido

Saab siempre se ha caracterizado por unos diseños clásicos y elegantes, cuidando mucho las formas de sus vehículos. El 9-3 actual, manteniendo la esencia del modelo lanzado en 2001, combina con maestría clase y deportividad. De su imagen exterior destaca su afilada parrilla delantera con detalles cromados, derivada del prototipo Aero X (más…) que la firma mostró al público allá por 2007. Los grupos ópticos delanteros con sus llamativas luces de posición y los pilotos traseros con la carcasa de plástico blanco son también dos de sus rasgos más característicos. En nuestra versión, además, llama la atención sobremanera la doble salida de escape, con dos colas situadas a ambos lados del paragolpes posterior.

Acabados “Premium”

El interior del Saab 9-3 destila sobriedad y buen gusto, con una calidad de acabado que poco o nada tiene que envidiar a dos de los gallitos del segmento, como son el Audi A4 o el BMW Serie 3. La sensación general que se percibe es que los materiales son de calidad y que todo está perfectamente ajustado. No sólo se limita al aspecto visual ya que apenas encontramos plásticos duros y la mayoría de zonas están acolchadas o presentan un relleno de espuma que resulta agradable al tacto.

El cuadro de instrumentos presenta la información habitual así como su característico indicador de soplado del turbo. Nuestra unidad de pruebas contaba con el nivel de equipamiento más alto (llamado “Aero”) que añade algunos detalles específicos como las molduras de plástico lacado en plata integradas en el volante. En la columna central del salpicadero destaca la nueva  pantalla multifunción táctil a color de 6,5 pulgadas. Como pudimos comprobar, la peculiar forma del freno de mano y la inusual ubicación del conector de la llave de contacto, siguen siendo dos de los aspectos que más sorprenden a todos aquellos que acceden por primera vez al interior de un Saab.

Habitabilidad y maletero

Las plazas delanteras son realmente confortables, amplias, espaciosas y  con unos asientos de calidad que sujetan muy bien el cuerpo. La ergonomía del puesto de conducción está muy lograda y todo queda muy a mano. Todas estas buenísimas cualidades no las podemos trasladar a la parte trasera, donde si bien los asientos también ofrecen un alto grado de confort, encontramos unas plazas en el que el hueco para las piernas resulta justo. En cuestiones como la anchura o la altura el espacio disponible es suficiente, y un adulto de 1,80 m de estatura puede viajar con normalidad. Por su parte, el maletero tiene un volumen de 461 litros. Esta capacidad puede aumentar de forma notable gracias a que los respaldos de los asientos posteriores cuentan con la posibilidad de abatirse completamente o en una proporción 60/40.

Motor

Dentro de la amplísima oferta de motorizaciones que ofrece la gama 9-3, este motor ocupa el segundo puesto en la lista de los más potentes (en el primer cajón del “podium” se encuentra el poderoso bloque V6 mencionado al inicio). Se trata de una mecánica de gasolina turboalimentada con 4 cilindros en línea y 1998 centímetros cúbicos; rinde 210 CV y posee un par motor de 300 Nm, constantes entre las 2.500 y las 4.000 revoluciones. Con ella, el Saab 9-3 realiza la maniobra del 0 a 100 en 8,3 segundos y alcanza una velocidad máxima de 235 Km/h.

Por debajo de las 2.500 vueltas se muestra muy perezoso y sólo cuando el turbo comienza a trabajar a pleno rendimiento sentimos un empuje realmente destacable. Eso sí, a partir de ahí y en una franja que podemos situar entre las 3.000 y las 6.000 rpm aproximadamente, es una mecánica que nos impulsa con rabia. Aunque la sensación de aceleración que percibimos en el interior no es especialmente brusca, si echamos un vistazo al velocímetro quedaremos muy sorprendidos. Simplificando mucho, es de esos coches en los que podemos estar yendo a velocidades muy elevadas sin que los ocupantes tengan esa impresión.

Respecto al gasto de combustible, el fabricante declara 11,9 / 6,6 y 8,5 litros cada 100 Km de media en lo referido al consumo urbano, extraurbano y combinado respectivamente. En nuestra prueba obtuvimos unos consumos algo mayores; en un recorrido de unos 35 Km por ciudad el ordenador de abordo llegó a marcar casi 12,8 litros, mientras que en autopista rodando a ritmo constante a 130 Km/h el gasto fue de 7,2. En general, siempre estaremos por encima de los 9 litros de consumo medio incluso practicando una conducción eficiente.

Al volante

Si hablamos sobre impresiones de conducción, lo que distingue a esta versión es sin duda su sistema de tracción total, en el que un embrague tipo Haldex controlado electrónicamente se encarga del reparto de par entre los ejes delantero y trasero. Este Saab es un coche fácil de llevar, en condiciones normales se conduce prácticamente como un tracción delantera puesto que el par que llega a las ruedas posteriores se sitúa tan sólo entre un 5 y un 10 %. En circunstancias adversas y de poca adherencia, el reparto es variable, pudiendo llegar a ser solidario el eje trasero con el delantero.

Todo esto se traduce en una sensación de seguridad es muy alta, destacando la nobleza de reacciones del vehículo. En conducción deportiva, el tren trasero apenas se descoloca y la buena motricidad de la que disponemos prácticamente de forma constante nos permite acelerar con decisión sin que las ruedas patinen a la salida de las curvas. Es cierto que no es un coche muy ágil y en los cambios de trayectoria los movimientos de la carrocería se perciben con claridad, sin embargo el altísimo grado de estabilidad que ofrece deja en un segundo plano estas cuestiones.

Dos peros. Particularmente no me ha gustado el tacto de la palanca de cambios (nuestra unidad de pruebas montaba una transmisión manual de 6 velocidades; con este motor también se puede equipar una automática de 5) cuyos recorridos al engranar las sucesivas marchas me han parecido un poco largos. Por otro lado, la dirección parece demasiado asistida y resulta muy blanda en ocasiones. Con muy poco movimiento de volante las ruedas ya comienzan a girar de manera notable, un tacto peculiar al que nos acostumbraremos rápidamente con el paso de los kilómetros. Respecto a la suspensión, esta versión tiene un tarado más duro que otras variantes (también los discos de freno ventilados son más grandes). Si bien hemos dicho que el 9-3 es un coche muy confortable, lo cierto es que los baches y las irregularidades del firme se perciben con cierta claridad en el interior.

Multitud de opciones

La gama Saab 9-3 Sport Sedán es amplísima y arranca desde los 28.550 € hasta los  49.550 € que deberemos desembolsar para hacernos con el 9-3 más potente y equipado (Saab 9-3 Sport Sedán Aero XWD V6 2.8T 280 CV con cambio automático). El precio base de nuestra unidad de pruebas es de 40.550 €, una cifra a caballo entre un BMW 325i xDrive Berlina (218 CV y 42.600 €) y un Audi A4 2.0 TFSI Quattro (211 CV y 38.690 €), dos de sus rivales más directos.

Datos técnicos

Respecto al equipamiento, el vehículo de la firma sueca ofrece tres posibilidades bautizadas con el nombre de “Linear Sport”, “Vector” y “Aero”. En las versiones más básicas ya se ofrecen de serie elementos muy interesantes como los airbags frontales, laterales delanteros, de cabeza, climatizador de dos zonas, el control de estabilidad, de tracción, distribución electrónica de frenado o la llamada segunda generación de los reposacabezas activos (SAHR). Con el acabado más completo disponemos, entre otras muchas cuestiones, de faros bixenón, control de velocidad, retrovisor interior antideslumbramiento, posavasos, toma de corriente de 12 V, un equipo de audio CD/Mp3 con 150 W o llantas de aleación de 17”.

Como es habitual entre los de su categoría, el precio de los extras es elevado. Por ejemplo, existe un paquete muy interesante que incluye navegador con pantalla táctil de 6’5 pulgadas, sistema de reconocimiento de voz y un equipo de Sonido Bose Surround, con un coste de 3.422 €. Si buscan un toque de distinción y optan por detalles como las inserciones de carbono, madera, o la tapicería de cuero natural sepan que deberán desembolsar 307 €, 102 € y 2.043 € respectivamente.

Resumen

La posibilidad de que no sólo las motorizaciones más potentes puedan contar con el sistema de tracción total XWD permite ahora que muchos más clientes piensen en ella como una opción muy a tener en cuenta. El Saab 9-3 Sport Sedán es un vehículo muy estable, cómodo y completamente satisfactorio. Su precio puede parecer elevado aunque se sitúa dentro de la media si atendemos a la competencia. Sin duda, estamos hablando de una berlina con carácter y genética Premium que transmite confianza, seguridad y una calidad fuera de toda duda.