Ahora, Renault intenta hacerse con un buen trozo del pastel con el Wind - viento en inglés-, un modelo que dicho sea de paso no es más que un capricho: cuenta con dos únicas plazas, su comodidad es justa y sólo está disponible con potentes motores de gasolina. Además, el Wind ofrece otras cualidades que no son tan habituales en la gama Renault, como un diseño muy llamativo -es, sin duda, su principal característica-, una conducción divertida… y, por supuesto, un original techo abatible, que permite disponer en un sólo coche de las ventajas de un coupé y de un descapotable. Si vemos al Wind como el vehículo minoritario, exclusivo y entretenido de utilizar que es… resulta una compra de lo más recomendable.
Sin embargo, quien demande algo un poco más racional, debería fijarse en modelos más populares como los Peugeot 207 CC o Mini Cabrio: ya que resultan semejantes al Renault por concepto, pero con la ventaja de ofrecer dos plazas adicionales -aunque sean de pequeño tamaño-, una imagen más discreta y una mayor comodidad.
Por dentro y por fuera
Los detalles cromados en retrovisores, parrilla frontal o sobre la cubierta del techo son opcionales -530 €-. Hay cuatro colores metalizados, como el azul de la foto, por 390 €. De serie, el Wind equipa llantas de 16″. Las de 17″ de la fotografía, denominadas Sphinx, son opcionales: vienen montadas en neumáticos 205/40/17 y cuestan 383 €.
El salpicadero se basa en el del microurbano Twingo… aunque cambia detalles -como la bonita instrumentación- que le dan un apariencia deportiva. La calidad es correcta, gracias al agradable tacto de los mandos, a los buenos ajustes… Pero, el salpicadero emplea demasiados plásticos rígidos y oscuros.
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