El Renault Rafale se presentó en 2024, año en el que también comenzó su comercialización. Es un SUV de tamaño mediano, pues mide 4,71 metros de longitud por 1,87 de anchura y 1,61 de altura, pero es el automóvil más grande de la firma gala en la actualidad y en Europa, una vez descatalogados aquí el Koleos y el Talisman (en algunos mercados asiáticos existe un nuevo Grand Koleos que supera al Rafale). El Espace tiene prácticamente el mismo tamaño, aunque tiene siete plazas y no está tan orientado al cliente que busca cierto lujo y altas prestaciones.
Híbrido o híbrido enchufable con hasta 300 CV
Desarrollado para embarcar el máximo nivel de comodidad y elegancia que es capaz de ofrecer Renault, puede configurarse como híbrido convencional (HEV) o híbrido enchufable (PHEV) con 200 o 300 CV respectivamente. En el segundo caso, el Rafale logra una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos, que es una buena cifra en su categoría, pero sólo alcanza una velocidad punta de 180 km/h como consecuencia de una limitación electrónica por seguridad. A cambio, su pila le concede una autonomía eléctrica de 121 kilómetros (WLTP), que resulta excelente.
Además, la versión enchufable, que se asocia indefectiblemente a los acabados Atelier o Esprit Alpine, viene con tracción integral y dirección en las cuatro ruedas, lo que puede traducirse en un comportamiento dinámico diferencial en su clase. Veamos que dice Dani Cuadrado durante su prueba. Eso sí, toda esa mecánica adicional sobre el HEV resulta en un maletero que reduce su capacidad de los 532 a los 465 litros, una cifra poco atractiva para un vehículo relativamente voluminoso. El espacio en la cabina, bien equipada y rematada, parece generoso en todo caso.
Un “SUV cupé” atractivo desde 43.100 euros
Su aspecto general se inspira en la aviación sin perder de vista el lenguaje de diseño de la casa francesa, compartido por la mayoría de sus recientes lanzamientos. Se presenta como un SUV de estilo cupé, pretendiendo atacar a rivales germanos posicionados como “premium”. Son, por ejemplo, el Audi Q5 Sportback, el BMW X4 o el Mercedes-Benz GLC, todos ellos más caros que el Rafale. Este parte de 43.100 euros si es HEV o desde 49.600 euros si es PHEV, tarifas que pueden convencer a más de un conductor exigente sobre el rendimiento o los acabados.