La nueva generación del vehículo estrella de la firma francesa mejora en múltiples aspectos a su predecesor y se sitúa como una opción muy a tener en cuenta en un segmento, el de los compactos, que desata una feroz competencia. Con un acabado mucho más cuidado, estéticamente más atractivo, dinámicamente sobresaliente y con un rendimiento y confort de marcha fuera de toda duda, el nuevo Mégane es ahora uno de los rivales más fuertes.
Renault tenía la difícil tarea de sustituir a una generación que ha gozado un éxito comercial más que significativo. Por ello, los ingenieros franceses se han volcado de lleno con este nuevo Mégane que no deja indiferente a nadie. En esta ocasión, no han querido arriesgar con experimentos de diseño rompedores como el que llevaron a cabo con el anterior modelo y han apostado por una carrocería más redondeada, moderna y convencional, pero sobre todo, por una calidad de terminación mucho más conseguida.
Un atractivo indudable
Ésta, la tercera generación del Renault Mégane, ha crecido lo justo en longitud, anchura, altura y distancia entre ejes, consiguiendo así un aspecto mucho más proporcionado que denota una sensación de elegancia, personalidad y robustez. A nuestro parecer, la nueva zaga y sus grupos ópticos son la parte más atractiva y vistosa. La diferencia entre la versión berlina y la coupé que nos ocupa, está en la altura (1,47 m y 1,42 respectivamente), puesto que las dimensiones referidas a la longitud y la anchura son idénticas (4,29 m y 1,80).
El frontal también nos revela claramente que estamos ante la versión de tres puertas, puesto que cuenta con un paragolpes rediseñado; sus grandes entradas de aire y, sobre todo, las piezas en cromo satinado, resultan inconfundibles. Lo que sí cambia totalmente es la puesta a punto específica del chasis para todas las variantes coupé; el centro de balanceo del tren delantero se encuentra 30 mm más bajo, la suspensión es menos flexible, los muelles delanteros son un 19% más rígidos, los traseros un 10% y la altura de la carrocería está rebajada en 12 mm.
A bordo
Lo primero que llama la atención al subirse en el nuevo Mégane Coupé es la sensación de solidez que presenta su acabado interior. Tanto a la vista como al tacto, los detalles de terminación evidencian una mejora palpable respecto al modelo anterior. El volante es regulable en altura y profundidad, el puesto de conducción está a la altura, los asientos proporcionan una sujeción lateral excelente y la ergonomía de los mandos y la botonería es más que correcta. Destaca el salpicadero de nueva factura, el cual acoge un cuadro de instrumentos muy atractivo que mezcla un velocímetro digital con un cuentarrevoluciones analógico. Resulta curioso que, si conectamos el control de crucero con limitador de velocidad (de serie en todas las versiones), aparecen rodeando el velocímetro unas intuitivas bandas luminosas, que se tornan rojas si sobrepasamos el límite que habíamos prefijado.
Por su parte, uno se da cuenta de que el espacio dentro del habitáculo es inferior del que pudiera parecer con un simple vistazo desde fuera. Si bien en las plazas delanteras hay holgura suficiente para las piernas y la altura respecto al techo es aceptable para una persona de 1,80 m, en las plazas traseras la amplitud resulta insuficiente. La forma de las ventanillas hace que en ocasiones esta zona resulte algo agobiante. Aunque está homologado para cinco ocupantes, no hay anchura para acoger a tres adultos y, además, cualquiera que mida más de 1,70 m rozará su cabeza con la parte superior. Otro aspecto negativo es la visibilidad trasera, prácticamente nula. Sorprende la buena capacidad de su maletero que mejora a la de la generación anterior, situándose en 377 litros (991 con los traseros asientos abatidos). Lo que es evidente es que en el Mégane Coupé el diseño de la carrocería ha condicionado notoriamente la funcionalidad interior; así pues, sin lugar a dudas, si buscamos algo más de espacio la lógica nos lleva a la versión de cinco puertas.
En marcha
Pero lo que un comprador potencial de la versión coupé exige es un mayor grado de deportividad, una estabilidad excelente, un rendimiento acorde y un tacto y seguridad intachable, cualidades que cumple de sobra el compacto francés. El Mégane Coupé resulta un coche fácil de conducir, es cómodo en cualquier tipo de carretera y se agarra al asfalto de forma impecable.
La suspensión es algo firme pero no penaliza taxativamente el confort (que es realmente elevado), absorbiendo de manera muy satisfactoria las irregularidades salvo en situaciones concretas, por ejemplo, al pasar un badén, donde es mucho más apreciable una sacudida. En carreteras reviradas, cuenta con un aplomo y una velocidad de paso por curva muy alta, situándose al nivel de toda una referencia en el segmento como es el VW Golf (más...). La carrocería apenas balancea y constantemente tenemos una sensación de equilibrio y seguridad. Una seguridad que se ve incrementada gracias a la buena puesta a punto del control de estabilidad (ESC), que tiene un funcionamiento muy poco intrusivo; tan sólo entra en acción cuando realmente estamos sobrepasando los límites.
Sin duda, la mejora más clara a destacar la encontramos en la dirección servoasistida (montada también en la generación anterior), que ahora transmite con mucha más precisión lo que sucede entre el firme y las ruedas, eliminando, aunque no del todo sí enormemente, la extraña sensación “artificial” que transmitía su predecesor. Con el motor de nuestra unidad de pruebas, otro de los aspectos más conseguidos radica en el descenso de la rumorosidad mecánica, ahora muchísimo menos perceptible.
Perro viejo
Este propulsor 1.9 dCi, un viejo conocido con una reputación intachable, ha sido puesto al día gracias a nueva geometría variable del turbo e inyectores de siete orificios. Está asociado a una caja manual de 6 velocidades, con un tacto y accionamiento (aunque agradable y preciso) “made in Renault”. Tiene una potencia de 130 CV a 3.750 revoluciones y un par de 300 Nm. Su funcionamiento es lineal y progresivo (sorprende su fuerza desde las 1.800 vueltas). Aunque no es tan brillante como el propulsor de 2 litros que en el Mégane estará disponible próximamente, su respuesta al acelerador es contundente, logra unas buenas prestaciones y posee un consumo reducido. En nuestra prueba, circulando por autovía a una velocidad en torno a los 120 Km/h, gastó únicamente 4,6 litros de media a los 100 Km. En ciudad, el registro fue de 6,5 litros, cifras muy similares a las que declara el fabricante (4,4 y 6,2 respectivamente, con una media total de 5,1/100 Km). El Renault Mégane Coupé 1.9 dCi 130 CV acelera de 0 a 100 en 9,5 segundos y tiene una velocidad máxima de 210 Km/h.
Datos técnicos
Marca y modelo | Renault Mégane Coupé | |
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Acabado | Privilege 1.9 dCi 130 CV | |
Especificaciones | ||
Longitud/anchura/altura (mm) | 4295 / 1808 / 1471 | |
Distancia entre ejes (mm) | 2641 | |
Diámetro de giro (m) | 10,95 | |
Peso (kg) | 1385 | |
Volumen del maletero (l) | 377 / 991 | |
Neumáticos | 205/50 R17 | |
Motor | ||
Cilindrada (cc) | 1870 | |
Potencia (cv) | 130 | |
Par máximo (Nm/rpm) | 300 / 1750 | |
Tracción | Delantera | |
Transmisión | Manual 6 velocidades | |
Consumo | ||
Combustible | Gasóleo | |
Urbano/Carretera/Combinado (l/100km) | 6,2 / 4,4 / 5,1 | |
Emisiones CO2 (gr/km) | 134 | |
Consumo durante test (l/100km) | 5,4 | |
Características | ||
Aceleración 0-100 km/h (s) | 9,5 | |
Recuperación 80-100 km/h (s) en 4ª | N.D. | |
Capacidad depósito (l) | 60 | |
Velocidad máxima | 210 | |
Precio (sin extras) | ||
Euros | 23.000 | |
Equipamiento extra | “Pack Xenón” (820 €), "Pack Style" (1.150 €), "Pack Confort" (470 €), Pintura metalizada especial (650 €) | |
Más datosMenos datos |
Muy equipado
Con esta motorización y acabado, el Mégane Coupé está disponible desde 21.200 €. Destaca por su equipamiento de serie realmente abundante que le da muchas credenciales en el binomio “calidad/precio”. Cuenta, entre otros elementos, con regulador y limitador de velocidad, climatizador bizona, encendido automático de luces de cruce, limpiaparabrisas con sensor de lluvia, espejos exteriores calefactados y orientables eléctricamente, faros antiniebla, ordenador de viaje, airbags de cabeza delanteros y traseros, airbags laterales de tórax y cadera, control de estabilidad (ESP), control de tracción (ASR), distribución electrónica de frenado (EBV), llantas de 17 pulgadas y chasis sport.
Además, nuestra unidad contaba con freno de estacionamiento eléctrico, navegador (manejable desde unos mandos colocados detrás de la palanca de cambios) y con los tres paquetes de equipamiento opcionales que dotan al Mégane de un atractivo todavía mayor. Son el “Pack Xenón”, con un precio de 820 €, que incluye faros de xenón, lavafaros con limpia y regulación automática de los faros; el pack “Pack Style”, por 1.150 €, que incorpora techo panorámico fijo, cristales tintados y la llamada RadioSat "3D Sound By Arkamys" con Bluetooth, CD MP3 y sistema "Plug & Music"; y el “Pack Confort”, con un coste de 470 €, que está compuesto por la tarjeta Renault manos libres (sistema de arranque y acceso sin llaves, con ella el motor se arranca mediante un botón ubicado en la consola central), radar de proximidad trasero y retrovisores exteriores abatibles eléctricamente.
Rivales
En un segmento tan tremendamente competitivo, el compacto de la firma del rombo tiene que verse las caras con muchos y muy buenos rivales. Obviando modelos que tienen un precio más alto como un Audi A3 (más...), un BMW Serie 1, o un Volvo C30 (más...), el Mégane Coupé entra de lleno en la misma pugna que, por citar algunos, el Honda Civic 3p 2.2 i-CTDi de 140 CV (22.100 €) (más...) o el Volkswagen Golf 3p 2.0 TDI de 140 CV (22.820 €) (más...), ambos con un precio algo superior y similar equipamiento. En el otro extremo (modelos con un precio ligeramente inferior y similar equipamiento), tenemos el Citroën C4 Coupé 2.0 HDi también de 140 CV (19.160 €), el Ford Focus Coupé 2.0 TDCi de 136 CV (19.205 €), el Opel Astra GTC 1.9 CDTi de 120 CV (19.090 €) o el Peugeot 308 3p 2.0 HDi de 136 CV (20.100 €). Como pueden ver, existe un gran abanico de opciones disponibles y, como decíamos, la lista de posibles modelos es aún mucho más amplia.
Conclusión
La realidad es que, por calidad/precio/equipamiento, el nuevo Mégane Coupé se sitúa a la altura de los mejores. Con un nuevo y atractivo diseño, un comportamiento dinámico propio de rivales del segmento Premium mucho más costosos, un acabado mucho más conseguido, un equipamiento abundante, un motor con buen rendimiento y un consumo bajo y un confort de marcha destacable, el Mégane Coupé 1.9 dCi de 130 CV, es, a nuestro juicio, una de las alternativas más jugosas que existen actualmente en el mercado de los compactos.