Con el Renault Mégane PHEV de 160 CV tendrás un coche agradable y bien realizado. Puede que no destaque en nada en especial, pero tampoco desentona. Con un precio de partida de algo menos de 20.000€, esta versión híbrida enchufable de 160 CV sube hasta los 32.000€, pero puedes acceder al Plan Moves III y ahorrar 7.000€. Lo que más le falta a este coche es un sitio público donde enchufarlo. Si tienes garaje o, mejor, si vives en una casa donde lo puedes enchufar, es muy posible que el día a día lo hagas en modo eléctrico.
Aparte, y además, de este texto, puedes ver en nuestro canal de You Tube una prueba en vídeo del coche.
Como es el Renault Mégane PHEV 160 CV
El Renault Megane PHEV es un vehículo compacto de 4,3 metros de largo que está disponible con carrocería de 5 puertas, esta que estamos probando, o familiar, denominada Sport Tourer.
Cuenta con un sistema híbrido de impulsión que combina un sencillo motor de gasolina fabricado completamente en aluminio, tanto la culata como el bloque, de 1,6 litros y culata de 4 válvulas por cilindro. Colocado en posición delantera transversal desarrolla 91CV y 144 Nm de par máximo. A él se unen dos motores eléctricos, uno de 49 y otro de 22 CV que aportan fuerza al motor de combustión y a las ruedas y, además, recargan las baterías de iones de litio que van situadas bajo la banqueta trasera. Fabricada por LG, pesa 115 kilos, tiene 9,8 kWh de capacidad bruta y 7,5 kWh útiles. La potencia máxima conjunta es de 160 CV y la autonomía homologada en modo eléctrico es de 50 Kms. según normativa WLTP.
Como funciona el Megane híbrido 160 CV
Como conductores, básicamente, nosotros no tenemos que hacer nada más allá de lo que haríamos con un coche automático. Arranca pulsando un botón, siempre lo hace en modo eléctrico, ponemos la palanca de cambios en posición de D o R, para ir hacia delante o hacia atrás, y aceleramos y frenamos.
Los motores eléctricos hacen las veces de embrague y hacen que el motor de combustión se integre en la marcha. Como decimos, sin que nosotros intervengamos, todo es automático. La potencia siempre llega a las ruedas delanteras.
Cuenta con diferentes modos de conducción para “forzar” a que vaya en modo únicamente eléctrico, o en modo híbrido automático, por el que gestiona el uso de batería y motores para conseguir la máxima eficiencia. Si, además, marcamos el modo de conducción deportivo, el coche emplea la máxima potencia disponible y se prepara para tener respuesta mecánica más deportiva.
También podemos, todo seleccionando en la pantalla, bloquear el motor de combustión y forzarle a cargar las baterías en marcha. No es lo más lógico, pero sí nos puede salvar para cargar las baterías durante la autopista para entrar en la ciudad con baterías con carga para circular.
No obstante, lo mejor es cargar las baterías en un enchufe. Renault anuncia 2 tiempos de recarga: 5 horas si la potencia es de 2,4 kW y 3 horas si es de 3,7 kW, que es la potencia máxima que admite y para lo cual no es necesaria ningún tipo de instalación específica sino, simplemente, una toma doméstica.
Como es el Mégane por dentro
Renault se ha esforzado en hacer un coche realmente confortable. Tiene una gran calidad en sus plásticos y acabados, sobre todo teniendo en cuenta el precio del coche, y nos ofrece una atmósfera muy agradable. Kia Ceed o Ford Focus son dos buenas alternativas por calidad interior.
Aunque para las versiones con motores de combustión y acabados más bajos no están disponible, el Renault Mégane híbrido enchufable cuenta con una nueva pantalla táctil de 10,2" que muestra muchísima información. No solo de los modos de conducción o de la conexión Apple Car Play, sino de la conducción eléctrica o híbrida, consumos. Todo muy completo e interesante para saber cómo es nuestra conducción. Por supuesto, indica autonomía eléctrica.
El tacto de la pantalla es un tanto endeble, pero la resolución, navegabilidad, manejo y menús son sobresalientes. Así mismo, el cuadro de relojes es digital y nos ofrece una resolución y grafismos muy buenos. Por ejemplo, en el Mazda3 tenemos mando satélite para manejarla.
El espacio interior puede que sea una de los puntos más débiles del coche. No es malo, pero las plazas traseras no son especialmente amplias y el maletero es algo inferior a lo deseable. Además, las baterías y los cables de carga roban espacio.
Como es el Renault Megane en carretera
Una vez en marcha, tenemos unos motores silenciosos y el empuje que dan al coche es bastante bueno. Si entra el motor de combustión, lógicamente, el ruido aumenta, pero sin llegar a ser molesto. Como un coche normal de gasolina de 4 cilindros.
Las transiciones entre motores son automáticas y tal vez sean un poco más perceptibles que en otros coches híbridos similares, como el VW Golf e-Hybrid, y esto siendo muy estrictos, porque no lleva embrague y los motores eléctricos tienen sus limitaciones.
Sin ser malos, homologa 1,2 l/100 km que no hemos podido conseguir, sí que los consumos son superiores a modelos diésel. Como podéis ver en el vídeo, los datos no son especialmente halagüeños. Además, hay que recargar el coche por la noche o saber cuándo es el mejor momento para recargarlo.
Entre curvas será difícil apreciar el aumento de peso porque el coche pisa muy bien la carretera. Es ágil en cambios de apoyo y podremos disfrutar de las curvas como el que más. Los asientos deportivos son muy buenos, pero creemos que pueden llegar a resultar un tanto calurosos en verano.
El problema de la infraestructura
El Renault Megane Híbrido necesita, para poder explotarse al máximo, un lugar donde recargar las baterías. Si vivimos en una casa con garaje particular donde podamos enchufarlo, nos puede venir muy bien porque en 5 horas, más o menos, lo tenemos cargado para usar al día siguiente. Si no, tendremos que gastar dinero en “wallbox” para ponerlo en un garaje comunitario.
¿Y si no? Si el coche va dormir en la calle, no te lo compres. Sencillamente. No hay sitios donde recargar “tranquilamente” y no vas a poder disfrutar de él.
Entra a ver el vídeo que te hemos indicado al principio por si quieres tener más información.