Aunque Renault no ha inventado nada con el sistema de cuatro ruedas directrices, todo hay que decirlo: la jugada le ha salido redonda. Con el GT han creado un coche potente, bien acabado y, por si fuera poco, con la manejabilidad y soltura de un compacto. El precio acompaña al mismo nivel que las sensaciones: muy buenas en todos los sentidos. La carretera ya era suya y ahora, la ciudad lo será también. El Laguna GT se puede comprar con motores gasolina y diésel (ambos 2.0 con 205 y 180 cv) y con carrocerías berlina y Grand Tour. El precio de esta berlina con el motor 2.0 gasolina de 205 cv es de 30.800 euros. Si estás más interesado en la versión Grand Tour, aquí puedes leer otra prueba.
El baile sobre el hielo
El sistema 4RD del Laguna es sutil en todos los sentidos. Primero porque puede pasar desapercibido a la vista: nadie exteriormente podría distinguir que sus ruedas traseras también giran. Segundo, porque la reacción que provoca al volante es tenue pero efectiva: en un giro completo del volante, la sensación es parecida a la de perder algo de adherencia en el eje trasero. Aquí, sin embargo, la única pérdida que experimentamos es la de la distancia y el ángulo necesario para realizar un giro. Todo es más rápido y sencillo.
Aunque ya explicamos cómo funciona el Active Drive de Renault, es bueno recordar que el mecanismo no es de tracción, sino de dirección, y está condicionado a la velocidad y que el ángulo máximo de giro es de 3,5º (de ahí que a simple vista no se aprecie). Si circulamos por debajo de 60 km/h, las ruedas traseras responderán con un movimiento a la inversa para ganar diámetro de giro. Si por el contrario la velocidad es superior, el movimiento será solidario con las delanteras.
Lo que queda transmitido al volante y al confort de viaje son giros notablemente más planos y seguros, una capacidad de maniobra tan ágil como la de un Renault Clio y una absorción de irregularidades en el asfalto magníficas gracias a las llantas de 18”.
Interior GT
Lo mejor del interior del Laguna GT son sin duda sus asientos deportivos. Sus grandes brazos recogen bien el torso y la banqueta tiene un mullido muy confortable. La única pega, para los que les guste conducir en una postura muy baja o sean muy altos, podría ser una escasa regulación en la altura del asiento (no desciende lo suficiente). Los asientos delanteros son deportivos de serie pero de regulación eléctrica como opción (es una lástima que no se incluyan de serie como en el acabado Initiale).
Sin sobresalir pero tampoco pasar desapercibida, la capacidad del maletero puede estar a la altura de cualquier rival en el segmento. Con 450 litros de capacidad, la carga es sencilla porque la altura es baja y la superficie es plana y bastante profunda. Al abatir los asientos se pueden alcanzar más de 1.400 litros de volumen. Si se necesita más, el maletero de la versión GrandTour (modelo familiar) da cabida a 508 litros, aumentando a aproximadamente 1.600 en su configuración más amplia.
Síntomas de Gran Turismo
Por algo es el rey de la manada GT. Es el modelo más potente y el que más velocidad puede desarrollar, pero esto no lo lleva en ningún momento a perder las características que lo definen: templado a la hora de coger velocidad y correcto a la hora de soportarla. Su máxima capacidad son 227 km/h y la aceleración (8 segundos para coger los cien) es considerablemente mejor que la del modelo de 170 cv (un segundo y medio más lento).
Los amantes del gasoil también tienen una versión GT en la gama Laguna. La aceleración de este modelo es comprensiblemente más lenta (8,7 segundos) aunque su margen dinámico en mucho más elástico. Su par motor es más alto (380 Nm a 2000 rpm frente a los 300 Nm a 3.000 de la versión gasolina) y sus consumos considerablemente más contenidos (6,7 litros en ficha técnica). La versión gasolina de 205 cv nos ha mostrado consumos que no han bajado de 9 litros en ciclo mixto.
Los rasgos exteriores del GT son identificables en varios puntos: de serie incorpora llantas de 18”, neumáticos Bridgestone Potenza 225/45, discos de freno también más grandes ( 320 mm delante y 300 detrás), salida de escape a ambos lados de la parte trasera y la inscripción GT en el pilar B. En el interior los pedales son de aluminio, el volante es deportivo y hay algunos acabados en cuero. El control de presión de neumáticos, los retrovisores plegables y los faros bixenon, sin embargo, no son de serie. El cliente deberá pagar alrededor de 1.000 euros por estos extras que redondearán si cabe aún más la calidad del GT.
Reconocimiento EuroNCAP
Con 36 puntos, el de Renault también ha conseguido excelentes resultados, obteniendo la máxima puntuación en materia de protección de los adultos (cinco estrellas, con una calificación de 36 puntos). Este vehículo ha recibido cuatro estrellas en protección de niños,y dos de las cuatro posibles en lo que a la seguridad de peatonesse refiere. Las pruebas realizadas revelan que la protección de los ocupantes adultos es buena en general, siendo únicamente un poco más baja en la pierna derecha del conductor
Aunque no se ha llegado a extender de una forma continua en el mercado, el sistema de cuatro ruedas directrices ya ha sido instalado en diferentes modelos del mercado.Honda lo hizo con el Prelude, Mitsubishi con el 3000GT y Nissan, a través de Infiniti, también lo ha aplicado en algunos de sus modelos.