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Prueba: Renault Espace 1.6 dCi – Familias sin complejos

Está claro que quien no arriesga, no gana y con la última generación del Espace, Renault propone un monovolumen que se escapa de lo convencional.

Además de ofrecer una estética con aires de todoterreno, de un habitáculo con lo último en tecnología y de una gama de motores ultraeficientes, el modelo francés llega con el cartel de ser uno de los familiares más dinámicos de su categoría. Nosotros lo hemos probado  a fondo y aquí te contamos todos sus secretos. Es indudable que el sector del automóvil ha sufrido un cambio que mantiene a muchos conductores algo descolocados. Los urbanos actuales son casi igual de grandes que los compactos de hace dos décadas, las berlinas de representación entremezclan el lujo con carrocerías deportivas e incluso los monovolúmenes se atreven a dejar un poco de lado su gen más práctico para adentrarse en nuevas experiencias como la del todotorreno. O eso es lo que, al menos, las mentes pensantes de Renault nos quisieron hacer creer cuando a mediados del pasado año presentaron en sociedad la nueva generación de su monovolumen más grande: el Espace. (Ver todas las ofertas de Renault Espace en AutoScout24)

En efecto, la cúpula francesa insistió por activa y por pasiva en el nuevo carácter ‘todoterrenero’ de su monovolumen. Bien es cierto que al observar su silueta uno se da cuenta de que el nuevo Espace nada tiene que ver con su predecesor. Las líneas cuadradas, el morro bajo y las enormes superficies acristaladas han dejado paso a una carrocería más larga, ancha y baja a la que acompaña una altura libre al suelo mayor, de 160 mm para ser más exactos. Sin embargo, por mucho que se empeñen, el nuevo Espace tiene mucho de familiar y poco de todoterreno.

4x4 no, 4Control sí

Decimos esto porque a pesar de su atrevido aspecto, hay que recordar que fue el primero en estrenar el nuevo ADN estético que más tarde se ha ido incorporando tanto al Talismán como al nuevo Mégane, el Espace no cuenta entre sus opciones con ningún sistema de tracción a las cuatro ruedas, ni siquiera con el sistema XMod que monta, por ejemplo, el actual Scénic o el Kadjar (del que te trajimos la prueba hace unas semanas). Pero lo peor de todo es que si estás esperando un Espace 4x4… mejor que lo hagas sentado, puesto que a corto plazo no se le espera.

Ahora bien, si indagas un poco más en su lista de opciones, sí encontrarás un sistema denominado 4Control. Que el nombre no te lleve a engaño ya que no es la manera francesa que tiene Renault de referirse a los 4x4 sino que se trata de un sistema que el fabricante galo ya estrenó hace ocho años en el Laguna Coupé y que ahora ha vuelto a rescatar en su nueva hornada de modelos (de nuevo nos referimos al Talismán y al Mégane). Los seguidores de Renault sabrán de lo que les hablamos, pero para los más nuevos comentar que este 4Control se trata de un sistema de dirección a las cuatro ruedas en el que las dos traseras son capaces de moverse tanto en el sentido de las delanteras como en el contrario.

Son poco más de 1,5 y 3,5 grados, respectivamente, pero gracias a ello, nuestro protagonista se convierte en un modelo único ya que ninguno de sus rivales más directos (tales como el Ford S-Max, el Seat Alhambra o el Fiat Freemont, entre otros) lo monta. Nuestra unidad de pruebas lo montaba y tras probarlo en profundidad, lo cierto es que una vez circulas con él, ya no quieres montarte en otra unidad que no lo equipe. Su funcionamiento es muy básico: a menos de 60 km/h las ruedas traseras giran en el sentido contrario de las delanteras, mientras que al sobrepasar dicho límite, el giro se realiza en el mismo sentido. ¿El resultado? Una mejor maniobrabilidad a baja velocidad y una trazada más directa y rápida a ritmo alto.

En la práctica esto se traduce en un Espace mucho más manejable por recorridos urbanos, su radio de giro es de 11,1 metros, y más ágil en tramos serpenteantes. De hecho, durante los primeros metros, el conductor se quedará sorprendido de lo rápido que entra en la curva esta ‘mole’ de 4,86 metros de largo y 1.735 kg de peso, por lo que es recomendable ‘entrenar’ y cogerle el tacto antes de ir un poco más rápido con él. Una vez aumentemos la velocidad y las ruedas traseras se pongan a girar en el mismo sentido que las delanteras, la diferencia con cualquier otro modelo de la competencia, e incluso de otros segmentos, es abismal. La agilidad en el paso por curva es excepcional y en poco tiempo uno tiene la sensación de estar conduciendo un vehículo más pequeño.

Si con esta breve descripción de su funcionamiento te hemos convencido de su adquisición, espera, porque aún queda mencionarte que dicho sistema sólo está disponible de serie en el acabado más alto de la gama, el Initiale París de nuestra unidad, y que para acceder a él de forma opcional, previo pago de los 2.200 euros, solo podrás hacerlo en el acabado Zen siempre y cuando esté asociado a los motores más altos de la gama, es decir, el gasolina TCe de 200 CV y el diésel dCi de 160 CV, protagonista de nuestra unidad. Por lo tanto, aquellos que se decanten por el dCi de 130 CV, ya sea con el acabado Life (el más básico) o con el propio Zen, se quedarán con la miel en los labios. Como también lo harán de la suspensión regulable y de las llantas de 19 pulgadas, elementos que se unen al 4Control y que hacen que su precio sea mucho más atractivo.

La opción perfecta

Una terna que se combina a la perfección con el motor de nuestra unidad, el comentado diésel de 160 CV que consigue dicha cifra de potencia gracias a que el bloque de 1.6 litros cuenta con dos turbocompresores en lugar de uno, como sí tiene el de 130 CV. De esta forma, nuestro Espace cuenta con la ventaja de ofrecer un empuje ya contundente desde un régimen de revoluciones cercano a las 1.500 vueltas, moviendo con solvencia los ya mencionados 1.735 kilos. Un peso que merece la pena mencionar al no solo ser 250 kg más ligero que el anterior Espace, sino que también es inferior al de sus rivales directos gracias, sobre todo, al uso del aluminio en la fabricación de las puertas y a la implementación de un capó y un portón de fibra de plástico.

En unión al motor de 160 CV, este Espace es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 202 km/h. Pero además, consigue rebajar el consumo medio hasta los 6,9 l/100 km que registró durante nuestra prueba. La única pega que le vemos es que este propulsor únicamente está disponible con la caja de cambios automático de seis relaciones. Se trata de una transmisión mediante doble embrague que, si bien hará las delicias de los conductores más vagos, lo cierto es que se muestra como un cambio lento y perezoso. El no ofrecer ni siquiera la posibilidad de equipar unas levas tras el volante también es un punto desfavorable de este Espace. A baja velocidad peca de ser demasiado brusca, mientras que a un ritmo más alegre, el tránsito entre marchas se realiza de forma más lenta, sobre todo, en las reducciones.

El empleo de esta transmisión empaña, como decimos, no solo el excelente trabajo realizado por el sistema 4Control sino también por el de la puesta a punto del chasis. Sí, porque gracias al sistema Multi-Sense que estrena esta Espace, el monovolumen galo es capaz de variar su comportamiento dependiendo del modo que hayamos seleccionado. Cuenta con cinco opciones: Comfort, ECO, Neutral, Sport y Perso, que pueden ser elegidas a través de un comando situado en el túnel central variando la respuesta del acelerador, la dureza de la suspensión, la asistencia de la dirección, la calibración del sistema 4Control y el régimen al que se producen los cambios en la caja automática. Con las dos primeras, el Espace pierde ese grado de agilidad principalmente en carreteras secundarias al contar con más inercias de las previstas y ofrecer un balanceo excesivo de la carrocería. De todos ellos, el Sport se muestra como el más equilibrado ya que parece sujetar de manera más firme al vehículo, al tiempo que pinta el habitáculo de un llamativo color rojo.

Personalización y espacio

Efectivamente, según el modo seleccionado, el color de la iluminación ambiental del habitáculo varía entre azul, verde, amarillo, rojo o morado, respectivamente, al tiempo que también cambia el sonido, artificial, del motor y la apariencia del cuadro de instrumentos. Y es que Renault ha querido aumentar el grado de personalización de sus nuevos productos para que el conductor  no se aburra de ellos antes de tiempo… Algo que no ocurrirá en este Espace sobre todo si tenemos en cuenta la gran labor que han desempeñado los diseñadores por ofrecer un habitáculo moderno a la par que vistoso.

En este sentido, la pantalla central de 8,7 pulgadas colocada en posición vertical juega un papel muy importante. Así es, el fabricante galo se suma, al igual que Volvo, a la moda de las pantallas centrales verticales que eliminan todo rastro de botón analógico de la consola central (salvo algún que otro resquicio de la climatización). En ella, el conductor podrá visualizar tanto el navegador como el ordenador de a bordo, el climatizador el excepcional sistema multimedia R-Link 2 y los infinitos elementos disponibles que variarán dependiendo del nivel de acabado.

  • Renault Espace 1.6 dCi 160 EDC

Motor: Diésel, cuatro cilindros en línea

Cilindrada: 1.598 cc

Potencia: 160 CV a 4.000 rpm

Par: 380 Nm a 1.750 rpm

Velocidad Máxima: 202 km/h

0-100 km/h: 9,9 seg.

Consumo (urbano/extraurb./mixto): 5,1 / 4,4 / 4,7 l/100 km

Emisiones CO2: 120 gr/km

Dimensiones: 4.857 / 1.888/ 1.677 metros

Maletero: 247-614-2.035 litros

Peso: 1.735 kg.

Cambio: Automática de doble embrague, seis velocidades

Depósito: 58 litros

Precio: 45.750 euros

Unidad probada: 49.150 euros

Pero además de tecnológico, no hay que olvidar que el Espace es un monovolumen, y de los grandes, por lo que una de sus principales características es el espacio. El modelo francés recibirá a sus pasajeros con cinco asientos individuales, todos con un mullido y una comodidad digna de las berlinas de representación, aunque por 1.200 euros más se puede equipar una tercera fila que es ideal para llevar a dos pasajeros de pequeña estatura y que no se quejen mucho. Sí, porque a diferencia de su predecesor, esta tercera fila de asientos es como la de cualquier otro monovolumen medio, es decir, pequeña. Atrás queda el tiempo en el que los dos últimos asientos del Espace eran igual de confortables que el resto… e incluso extraíbles.

En esta nueva generación, nuestro protagonista opta por una tercera fila compuesta por dos asientos individuales y escamoteables que cuentan con un hueco para las piernas y para la cabeza muy limitado para un adulto. Solo si los tres pasajeros de la segunda fila desplazan la butaca hacia delante, cada una puede hacerlo de forma individual hasta 15 cm, los dos que ocupen la última tendrán algo más de aire para respirar.

Además, el equipar esta tercera fila restará capacidad al maletero y no solo a la hora de desplegarlos sino también cuando están ocultos. Un Espace de cinco plazas dispone de 680 litros de maletero (30 más que su predecesor) pero al incluir este opcional, la capacidad se reduce hasta los 614 litros. Eso sí, con todas las plazas desplegadas, los 247 litros son más que suficientes para guardar tres maletas de mano y, en caso de que necesitemos cargar bultos largos, cada uno de los cinco asientos traseros se puede plegar cómoda y automáticamente a través de un botón situado en el maletero. Con todos ocultos, el piso disponible permite la carga de objetos de hasta 1,70 metros de largo. La única pega que encontramos es la de ofrecer una boca de carga algo limitada con solo 81 cm de alto y 108 de largo.

Pequeñas minucias para un modelo en el que Renault tiene depositadas muchas expectativas y en la que ha querido dar un salto de calidad importante, sobre todo con el acabado Initiale París, con el que además de ofrecer un vehículo ‘equipado hasta los dientes’ aunque algo caro (con el dCi de 160 CV cuesta casi 46.000 euros), ofrece a sus propietarios ciertas ventajas como la de brindarles un coche de sustitución similar, el lavado exterior e interior del coche cuando se lleva al taller o el ser tratados en una zona específica dentro de la concesión.  

¿Preparado para lo siguiente?

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