Y dado que Peugeot no tienen previsto presentar un derivado SW del 208, el Seat Ibiza ST y el Skoda Fabia Combi, junto con el este nuevo familiar en miniatura, tendrán que repartirse en el futuro la cuota de mercado de este segmento. Además, es evidente que el modelo de Renault supera a los dos retoños de VW, y no solo desde el punto de vista estético. Los modelos familiares no comienzan a ser bonitos hasta la categoría intermedia; por debajo de ésta suelen ser soluciones de emergencia y a menudo un utilitario al que simplemente le han adosado una «mochila». Por norma general, hasta el montante C es todo igual, de forma que la zona del maletero suele parecer un complemento colocado ahí deprisa y corriendo para aumentar un poco el espacio. Esto es precisamente lo que quería evitar Renault con el nuevo Clio Grandtour y lo ha conseguido diseñando una zaga completamente nueva para él capaz de medirse con el estiloso frontal de los modelos franceses.
Más espacio
De la zaga de nuevo diseño también se benefician los pasajeros del Grandtour de 4,27 metros de longitud (21 más que el cinco puertas), ya que la línea de techo de menor inclinación proporciona mayor libertad a la altura de la cabeza en el banco trasero. Y gracias a una mayor abertura de la puerta también se puede subir y bajar de forma más sencilla. Sin embargo, el aumento de espacio redunda sobre todo en beneficio del maletero. Tras un portón de generosa abertura encontramos un espacio con una capacidad de 443 litros, es decir casi la mitad más que el Clio de trasera recta.
Si necesitásemos más espacio simplemente tendríamos que abatir hacia adelante el respaldo del asiento trasero dividido en proporción 1:2 con unas sencillas maniobras para disponer de 1.380 litros. Y si además no llevamos copiloto y abatimos también el respaldo de su asiento, entonces podremos transportar objetos de hasta dos metros y medio de longitud. En cambio, los objetos más pequeños encontrarán su lugar en el doble suelo de carga, donde podrán ocupar un espacio de 85 litros. Aunque la guinda del pastel es su piso plano como una tabla.
Elegante y práctico
La primera mitad de este pequeño familiar es igual a la versión hatchback, tanto externamente como en lo que respecta al puesto de conducción y al motor. Conductor y copiloto ocupan asientos demasiado blandos y cortos situados ante un salpicadero moderno que se puede adornar con colores alegres y dinámicos. Sus atractivos instrumentos redondos y el elegante sistema de control del aire acondicionado demuestran que un utilitario no tiene por qué ser aburrido. A pesar de todos estos detalles estéticos Renault no se ha olvidado de un aspecto importante: la practicidad. Este Clio de excelentes acabados ofrece multitud de prácticos compartimentos y su manejo es realmente intuitivo.
Únicamente el sistema multimedia R-Link puede desesperar a algún que otro conductor poco hábil. El sistema con una pantalla de siete pulgadas similar a una tableta situado en la consola central aúna radio, navegador y consola de juegos. En él se pueden descargar aproximadamente 50 aplicaciones, desde el servicio meteorológico hasta un generador de sonido del motor, además se puede conectar el teléfono inteligente y el TomTom para llegar sin problemas a nuestro destino. Siempre y cuando uno sepa cómo manejar el sistema, algo que suele suscitar serias dudas la primera vez.
Motores eficientes
Como ya hemos dicho, la gama de motorizaciones es la misma que la del cinco puertas. En el apartado de los gasolina hay disponible un cuatro cilindros de 1,2 litros y 75 CV o un tres cilindros de apenas 0,9 litros de cilindrada y que gracias a su turbocompresión genera 90 CV (consumo: 4,5 litros). La misma potencia desarrolla también el diésel de 1,5 litros, aunque también hay disponible un propulsor de gasóleo con un poco menos de potencia, concretamente 75 CV. Con un consumo medio de 3,4 litros, el diésel más potente es incluso algo más eficiente que el de menor potencia (3,6 litros); además también está disponible de forma opcional en versión de ahorro de combustible que, en teoría, tan solo consume 3,2 litros.
Con un par motor de 220 Nm, este propulsor ofrece unas prestaciones suficientemente buenas y es capaz de poner en movimiento a este Clio familiar de 1,1 toneladas de peso de forma silenciosa, vivaz y sin apenas retardo. Como todos los motores, el diésel más potente también está asociado a un cambio de cinco marchas (con sistema automático de parada y arranque), una caja que resulta más que suficiente para el conjunto. Tan solo al rodar a una velocidad máxima de 180 km/h en ocasiones se echa en falta una sexta marcha; aunque lo que más molesta de este cambio son sus recorridos. Además de los dos nuevos propulsores este año parece que también podremos disfrutar de un cambio de doble embrague.
Poco deportista
A pesar de que el diésel puede sonar como un atleta bien entrenado, no es ningún deportista. Si bien el chasis es suficientemente rígido como para trazar curvas a buena velocidad, este Renault no anhela este tipo de conducción y reacciona de forma relativamente temprana con un suave subviraje. A cambio ofrece a sus pasajeros un buen confort y una amortiguación capaz de absorber bien los desperfectos producidos por las heladas en el asfalto.
Este pequeño familiar estará disponible en los concesionarios a principios de abril de 2013, momento en el que comenzará a hacerles la competencia a los hermanos de VW. El precio de partida asciende a 12.750 euros. A bordo disfrutaremos de serie del ESP, la luz de conducción diurna y el programador de velocidad. Los que deseen disponer de una versión algo más lujosa, con aire acondicionado, navegador y llantas de aluminio de 16 pulgadas, tendrán que invertir aproximadamente 18.000 euros.
Conclusión
Con el Clio Grandtour Renault ofrece una elegante y refrescante alternativa en un segmento tan poco poblado como el de los utilitarios familiares. Los 1.000 euros de más que tendremos que invertir en el Grandtour en comparación con el Clio normal merecen realmente la pena, ya que ofrece mucho más espacio para el equipaje y, además, proporciona a los ocupantes del banco trasero una mayor libertad de movimiento a la altura de la cabeza.
Pero de lo que se pueden sentir verdaderamente orgullosos los diseñadores es de su vistosa carrocería que convence desde cualquier perspectiva. Unos motores eficientes y un interior interesante completan la imagen de conjunto de este pequeño familiar.