Ahora se ha buscado otro resultado con menos caballaje, más y mejor par motor con un consumo que intentara por todos los medios –aunque en ciudad no lo consiga- ser lo más ajustado posible. Una alternativa que se ciñe con rigor a las preferencias de un público novato, todavía olvidado del tamaño y que exige las sensaciones sport de un buen gasolina. Jóvenes, aquí encontrarán ésta mezcla explosiva de prestaciones en la que emociones no faltarán y cuyo precio no es nada del otro mundo. Son 16.800 euros si queremos este Clio en versión de tres puertas, o 17.300 si lo queremos con 5. Ambos salen de serie con el acabado Exception, muy completo sobre todo en tecnología.
Pensado para salir de la ciudad
Desde finales del 2006, Renault vende ésta nueva motorización del Clio con la mente puesta en un público objetivo muy bien definido: saben que hay muchos jóvenes conductores con ansia de tener algo mas de 110 cv bajo sus pies pero que a su vez no quieren saber nada de las versiones “sport” de las marcas, a veces tan irracionales. Parece entonces que hablamos de una cuestión de sensatez en vez de ser el primero en números de la ficha técnica.
Lo cierto es que para ser uno de los pequeños su consumo a buen ritmo es elevado. Por eso, si nos obsesiona mirar el ordenador de a bordo deberemos levantar el pie y bajar un poco la marcha, ya que en ciclo combinado el contador se ha elevado llegando a los 7,5 litros. En ciudad se dispara y es capaz de llagar hasta los casi 10,8 litros a los cien. En este sentido, es un motor que deberíamos plantearlo para un uso mayoritario por carretera. Aquí podemos conseguir bajar de los 6 litros gracias a la sexta marcha (no solo es un valor prudente sino que es inmejorable para ser un 2.0 litros).
Además, el tipo de conducción que abajo explicamos indica que el escenario en el que mejor se gusta es circulando a buen ritmo fuera de la ciudad.
Sensaciones al volante: muy ágil y confiado
Nada mas subirnos a él y ponerlo en marcha notamos la ligereza de sus sólo 1250 kilos. Lleva caja de cambios manual de seis marchas, lo que da buena cuenta de que pertence a la parte superior de las motorizaciones de éste modelo (sólo las llevan los Clio Sport y el diésel de 106 cv). Se nota mucha suavidad en la dirección, en salida en aceleración y en la precisión con la que responde a cada gesto malintencionado del volante.
Pensabamos que siendo tan liviano un motor con este caballaje presentaría algunos problemas de estabilidad. Nada más lejos de la realidad ya que la distancia entre los ejes mantiene las cuatro ruedas bien pegadas al suelo y la suspensión se mantiene lo suficientemente rígida como para no molestar con oscilaciones en los pasos por curva con frenadas. Parte de este logro se hace gracias a la dirección de asistencia electrica, que se endurece en función de la velocidad y que hace llegar a nuestras manos casi todas las sensaciones de la carretera. Es una pena que el control de estabilidad ESP no se incluya de serie en el equipamiento.
La aceleración es muy uniforme, tiene un generoso par motor que se entrega casi por completo desde las 1.900 vueltas y es capaz de alcanzar con mucha soltura velocidades superiores a lo permitido. Gracias a esto no se ahoga ni siquiera en repechos y podemos olvidarnos de reducir para recuperar revoluciones enseguida.
La sexta marcha también permite mantener una velocidad de crucero elevada sin por ello perder confianza en caso de adelantamientos. La pega del cambio es la excesiva longitud de la palanca. Elevarla varios centímetros habría acortado la sensación de recorrido y daría mas precisión a las ejecuciones rápidas.
Bien equipado de serie. Los extras, muy asequibles
El equipamiento del acabado Exception es bastante completo. Las llantas de 16” y las lunas traseras tintadas dan un toque de agresividad a esta carrocería de 3 puertas. En el interior incluye el climatizador automático, control de velocidad, y tapicería de cuero deportiva. Plantearse otras opciones como los automatismos de luz y lluvia no es ninguna tontería ya que son bastante asequibles (104 euros) y pueden mejorar considerablemente el confort para el conductor.
En lo que se refiere a seguridad el Clio tampoco escasea. Tiene airbags frontales adaptativos, airbags delanteros de cabeza y otro - para los 3 puertas - que protege los casos de deslizamiento en las plazas delanteras. De serie también lleva la asistencia a la frenada de emergencia y anclajes ISOFIX en plazas traseras (también en el asiento de copiloto).
Nuestra unidad de prueba contaba además con tarjeta manos libres, techo solar eléctrico, faros de xenon y los mencionados automatismos de luz y lluvia. Configurar de esta forma el coche supone un total de 19.200 euros.
Resumen: un coche en el que confiar
Emociones al volante no faltan y sobre todo, lo mejor del coche se debe a la buena confianza que transmite al conductor. Su motor tiene un registro bastante amplio y puede dar mucho de sí.
Además es cómodo, está bien equipado y el precio de los extras no parece excesivo. Es una opción muy segura para los que quieran un primer coche avanzado tecnológicamente, muy manejable y, sobre todo, nada aburrido.