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El quinto elemento

La quinta generación del Renault Clio evoluciona de tal manera que no es descabellado pensar en él como el dominador absoluto de su categoría. Nosotros ya lo hemos conducido.

Los pensadores griegos afirmaban que la Tierra estaba formada por cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego, a los que Aristóteles añadió un quinto, el cielo, al que llamó éter y que participaba en la formación de gran parte de los cuerpos celestes. Justo hasta ahí, hasta el Olimpo, quiere escalar de nuevo Renault con su Clio.

El utilitario galo quiere recuperar su condición de best-seller del segmento B con una quinta generación que, pese a mantener una línea exterior continuista, esconde un sinfín de secretos que nosotros, en Autoscout24, hemos podido descubrir durante la toma de contacto realizada por las carreteras castellano-leonesas.

Un Mégane en miniatura

Cierto es que a nivel estético y en términos generales su silueta recuerda mucho a la de la cuarta entrega que acaba de despedirse del mercado. No obstante, los diseñadores galos han sabido madurar perfectamente su apariencia acercándola ligeramente a la de su hermano mayor, el Mégane. Tal es así, que no nos equivocamos al afirmar que este quinto Clio es casi como un mini Mégane.

Por diseño, con un frontal muy marcado y anguloso presidido por las luces LED diurnas en forma de C (para los acabados más altos) que rodean unos grupos ópticos Full LED (de serie en todos los acabados), y por sensación visual, pues pese a perder 1,2 cm a lo largo y casi 1 cm en altura, ahora mide 4,05 y 1,44 m, respectivamente, el aumento de su cota de anchura en 6 cm le permite ofrecer un mayor empaque visual, correspondientes al de un segmento superior.

Mención aparte merece el acabado RS Line, con elementos específicos enfocados a aumentar la deportividad como los paragolpes, la parrilla, las llantas, el difusor o, ya en el habitáculo, los asientos, el volante y los tramados.

Revolución de calidad

Aprovechando la mención del interior, esta es, sin lugar a dudas, la zona que más evoluciona del utilitario. Una de las peticiones del presidente de Renault a Laurens van den Acker, diseñador jefe de la firma del rombo, fue el aumento de la calidad real del modelo. Dicho y hecho.

El salto cualitativo que ha pegado el Clio es sustancial. Hecho que se comprueba desde el momento en el que uno se sienta en sus asientos y pasa su mano por el salpicadero. Los ajustes son muy notables aunque aún hay alguna zona que podría mejorar incluso más. En el apartado visual, destaca la inclusión tanto del cuadro de instrumentos digital de 10 pulgadas como el monitor central de 9,3 pulgadas en posición vertical (de 7 en las versiones de serie) con un funcionamiento rápido y muy intuitivo pero sin comandos vocales… de momento.

Más amplio

Un Smart Cockpit, bautizado así por Renault, que se completa con un volante algo más compacto, como comentábamos, de unos asientos más confortables desarrollados para que sujeten cualquier contorno sino que su estructura más fina repercute en una habitabilidad trasera más amplia.

De hecho, pese a ser ligeramente más pequeño por fuera, el nuevo Clio ofrece un habitáculo más amplio, tal y como hemos demostrado nosotros mismos en la zona de las rodillas. La anchura es la tradicional en un modelo de este segmento mientras que la altura al techo es óptima para una persona hasta de 1,85 metros.

Un poco más atrás, el maletero también incrementa su capacidad en un 20% llegando ahora a los 391 litros, con un hueco muy profundo y unas formas regulares que ahora no se ven afectadas por la colocación del subwoofer en los acabados más equipados. Volumen que se completa con un aumento en 26 litros de los huecos portaobjetos en la zona delantera colocándole, según la marca, como el best in class de su categoría.

El primer híbrido de Renault

Que el nuevo Clio sea un vehículo más aparente y más amplio se debe, principalmente, al uso de la nueva plataforma CMF-B de la Alianza. Una base que no solo le ha permitido ganar en rigidez y comportamiento, como veremos, sino que también ha aumentado las posibilidades de electrificación del modelo.

Si bien no se espera una variante 100% eléctrica para evitar la canibalización con el ZOE (perteneciente también al segmento B), el Clio sí será el primer Renault en incorporar la tecnología híbrida E-Tech. Combinando un motor de gasolina 1.6 de 100 CV con dos motores eléctricos, uno de 35 CV y otro más pequeño que hace las veces motor de arranque (así consigue iniciar siempre la marcha en eléctrico), las estimaciones de la Renault informan de la posibilidad de cubrir hasta el 80% del trayecto urbano sin gastar una gota de carburante. Ni que decir que esta versión irá asociada directamente a la etiqueta ECO de la DGT.

Poco a poco

Ahora bien, todavía habrá que esperar hasta el primer trimestre de 2020 para verlo en su gama comercial. De inicio desde ya, la gama mecánica del Clio estará compuesta por los gasolina 1.0 TCe de 100 CV con cambio manual de cinco relaciones y 1.3 TCe de 130 CV asociado a la transmisión automática EDC7 de siete relaciones así como por los diésel 1.5 BluedCi de 85 y 115 CV ambos con caja manual de seis relaciones.

En la próximas semanas la gama se completará con la llegada de la versión Xtronic para el motor de 100 CV, así como por el motor de acceso 1.0 SCe de 75 CV y por el eficiente 1.0 TCe GLP de 100 CV (con etiqueta ECO), ambos con caja manual de cinco relaciones.

Lo conducimos

Durante la toma de contacto realizada entre Zamora y León, pudimos ponernos al volante de los que, a priori, se llevarán el grueso de ventas: el TCe de 100 CV y el BluedCi de 85 CV (sí, el diésel está aún vivo en este segmento). De ambos nos sigue agradando lo bien que responden desde bajas vueltas ofreciendo además una sonoridad muy reducida, sobre todo el gasolina.

Lo que quizá más nos disgusta de este último es su combinación con la caja manual de cinco relaciones, pues en situaciones de velocidad constante se echa en falta una relación más para reducir el consumo, tal y como sí nos permite hacer el diésel. Con todo, las cifras de consumo obtenidas durante esta breve conducción han sido muy buenas, con 6,5 y 5,6 l/100 en cada caso.

Ahora bien, lo que más destaca de este nuevo Clio es, sin duda, su dinámica. Ya sea por autopista o por vía secundaria, notamos esa mayor pisada con un chasis reactivo y bien definido que ofrece un guiado de la carrocería casi perfecto. Lástima que pese a haber aumentado la precisión de la dirección en un 5% esta siga transmitiendo poca información. Hecho que paliamos ligeramente activando el programa Sport del conocido sistema MultiSense que Renault estrena en este modelo.

La suspensión trabaja de manera equilibrada, con un perfecto compromiso entre confort y estabilidad, mientras que los desarrollos de la caja de cambios están bien escalonados, pese a que en nuestra cabeza siempre está rondando la idea de esa sexta velocidad.

Seguridad de primera

Otra de las virtudes de esta quinta generación del Clio llega de la mano de su amplísimo listado de asistentes a la conducción. En total, el utilitario francés ofrece hasta 11 sistemas distintos, entre los que destacará la llegada del futuro Highway & Traffic Jam Companion, que combina el control de velocidad de crucero adaptativo con el sistema activo de mantenimiento de carril, el cambio automático de luces de carretera, la alerta por objetos en el ángulo muerto, el reconocimiento de señales de tráfico o el asistente de colisión frontal con frenada de emergencia automática en ciudad. A ellos se unen la cámara de 360º, sensores de aparcamiento delantero y trasero o el asistente autónomo de aparcamiento. Un compendio que le dota, como no podía ser de otra forma, de las cinco estrellas euroNCAP.

Y será más barato

Las primeras unidades ya están disponibles en los concesionarios a elegir, ahora, entre tres acabados: Intens, Zen y R.S. Line a los que se sumará el Life posteriormente. Con todo, la tarifa de precios arranca con los descuentos comerciales aplicados en los 15.600 € para para el TCe de 100 CV Intens y los 19.700 € para el TCe 130 CV Zen. Valor que a buen seguro bajará con la llegada del comentado motor 1.0 SCe de 75 CV asociado al acabado Life.

En diésel, por su parte, la gama partirá de los 17.300 € para el BludCi de 85 CV y acabado Intens mientras que el más potente solo está disponible con el nivel Zen por un precio de 19.600 €.

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