Y aquí es donde Peugeot tiene mucho que decir y vuelve a demostrarlo con el e-Vivacity, un scooter eléctrico que responde a un estudio de la propia marca según el cual la distancia media de todos los desplazamientos urbanos no es mayor que 7 kilómetros. Si es realmente cierto, el e-Vivacity puede ser una buena solución… En cualquier caso, no nos engañemos: los vehículos eléctricos tienen mucho potencial pero siguen siendo muy caros. Basta con ver el precio del Vivacity de 50 cm3, de unos 1.500 euros, para comprobar que está muy por debajo de los 4.200 de esta versión con motor eléctrico. Por mucho que las emisiones desaparezcan, por mucho que cada vez haya más postes de recarga en la calle, o por mucho que esté muy bien visto circular sin hacer ruido, el precio a pagar es el que es. Además, no parece que las autoridades estén muy predispuestas, hoy por hoy, a hacerse con este coste adicional para potenciar el uso de vehículos eléctricos.
Pese a todo, la presencia en el mercado de scooters y motos eléctricas va en aumento. Prueba de ello es que ya hace un tiempo que marcas como Vectrix o Zero ofrecen únicamente modelos eléctricos. Otras, como Peugeot y Yamaha, o incluso Piaggio o BMW, parecen dispuestas a ir entrando en este mercado. El resto, es decir la gran mayoría, no parece que tengan mucha prisa de momento. Ahora bien, no es fácil hacer una valoración del e-Vivacity poniéndolo al lado de los modelos de la competencia directa. Lo más parecido sería el Yamaha EC-03, pero este tiene un diseño mucho más simple y ofrece menos posibilidades, aunque su precio de 2.600 euros es verdaderamente competitivo.
Hasta cuatro modos de conducción
Desde la completa y colorida pantalla digital podemos movernos por los cuatro modos de conducción. El más habitual, el que ofrece la máxima capacidad de aceleración, ofrece menos autonomía que el resto (unos 60 km) pero también te permite alcanzar los 50 por hora bastante rápido. Los datos confirman una aceleración que permite alcanzar los primeros cien metros en 12 segundos y medio. Estas cifras son posibles gracias a que los 3 Kw de potencia y los 14 Nm de par empujan un scooter que solo pesa 115 kilos. En la realidad dicha aceleración es más alegre que en la mayoría de ciclomotores comparables, como por ejemplo el Vivacity de 50 cm3 y dos tiempos.
En este modo full power vemos en la pantalla dos flechitas que indican el sentido normal de la marcha. Luego, si la situación es de tráfico denso, podemos rebajar sus prestaciones y pasar a un modo de conducción más tranquilo. Cuando lo hagamos, una de las flechitas desaparecerá y la velocidad punta se verá limitada a unos 30 por hora, aunque la aceleración sí que será la misma. La autonomía con este modo de conducción, que tendremos bajo control también gracias a la pantalla, aumenta de considerablemente. Con las baterías a plena carga se puede llegar a circular hasta 100 kilómetros, una buena cifra teniendo en cuenta las dimensiones de este scooter y su vocación urbana.
Los otros modos de conducción están pensados para situaciones de circulación no tan comunes. Por ejemplo la posibilidad de invertir el sentido de la marcha. Esta posibilidad puede ser relativamente útil en algunas maniobras, si bien es cierto que el e-Vivacity es un scooter tan pequeño y ligero que no sabemos hasta qué punto es necesario. La cuarta opción está pensada para cuando tenemos que compartir la vía con los peatones. Es decir, que este modo peatonal limita tanto el rendimiento del motor que a duras penas podremos circular más rápido que un peatón andando sin ninguna prisa.
Datos técnicos
Marca y modelo | Peugeot e-Vivacity | |
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Año | 2012 | |
Motor | ||
Cilindrada | ||
Arquitectura | eléctrico sincrónico "brushless" | |
Potencia (cv) | 4 cv | |
Par motor | 14 Nm | |
Alimentación | dos baterias de ion litio de 1kwh | |
Cambio | automático por embrague centrífugo | |
Neumáticos de serie | 120/70 12" (d) y 120/70 12" (t) | |
Chasis | de doble cuna de tubos de acero | |
Suspensión delantera | horquillas telescópicas hidráulica | |
Suspensión trasera | amortiguador hidráulico | |
Altura del asiento (mm) | 786 | |
Distancia entre ejes (m) | 1,38 | |
Frenos | 200 mm (d) y tambor de 110 mm (t) | |
Capacidad depósito | ||
Peso (kg) | 115 Kg en seco | |
Velocidad máxima | > 45 Km/h | |
Precio (sin extras) | ||
Euros | 4.199 | |
Más datosMenos datos |
Máxima complicidad
El e-Vivacity apenas se distingue del Vivacity de gasolina. Es más, hasta conserva intacta su gran capacidad de carga porque las baterías de ion litio se han podido ubicar en el suelo y no bajo el asiento como es más habitual. Así es posible mantener la posibilidad de albergar un casco integral en el baúl y uno tipo jet en el maletero frontal (Jet’In), y todo sin renunciar al piso plano ni al gancho portabultos.
Estas baterías tan compactas, que están pensadas para durar unos 10 años o 40 mil kilómetros, han sido fabricadas conjuntamente con Saft, una empresa francesa de mucha notoriedad en el mundo de la electroquímica. Teniendo en cuenta que con una carga podemos circular hasta 100 kilómetros (también se aprovecha la energía cinética en las frenadas), nos sale que el coste para recorrer esta distancia no es superior a los 40 céntimos de euro. Calculadora en mano, y viendo como el precio de los carburantes crece sin control, no parece tan complicado recuperar la inversión inicial de 4.200 euros. Además, el coste de mantenimiento de un scooter eléctrico nada tiene que ver con uno de gasolina.
Misma fórmula
Como decíamos, el e-Vivacity no difiere tanto del Vivacity de gasolina. Más allá de la nula presencia de cualquier tipo de ruido, estética y comportamiento son idénticos. En lo primero sería prácticamente imposible distinguirlos si no fuera por los colores específicos del modelo (blanco nacarado y azul midnight) o por las pegatinas en los plásticos. Es decir, que más allá del motor, pocas diferencias podemos encontrar entre uno y otro: el e-Vivacity sigue siendo un scooter muy compacto pero que sorprende por la buena disponibilidad de espacio. No se hace pequeño ni circulando a dúo y las ruedas tienen el tamaño suficiente como para no poner en juego la estabilidad en los giros o la seguridad en las frenadas. De hecho, da un amplio margen de confianza porque se aguanta siempre bien, absorbe los baches con solvencia, y ofrece una frenada potente y dosificable.
Tampoco a nivel de detalles se le puede encontrar ninguna pega. Los retrovisores cumplen, el asiento y la posición de conducción son confortables, y todos los mandos están en su sitio. En cuanto al cable de recarga, cuidadosamente guardado en su compartimento bajo el asiento, es elástico y permite estirarlo hasta los dos metros. Justo al lado también disponemos de una toma de corriente de 12 V para conectar el móvil y poderlo cargar mientras circulamos. El tiempo para recargar las baterías son ocho horas, si bien puede reducirse hasta las cinco horas si optamos por el sistema de recarga opcional, con dos cargadores.
Conclusión
La marca del león puede presumir de ser la más experta en todo lo relacionado al scooter eléctrico. Es innegable que allí están los 15 años del Scoot’Elec en el mercado, que viene a ser el antecesor directo del e-Vivacity. Además, la experiencia acumulada de Peugeot en cuanto a la fabricación de vehículos ecológicos y urbanos no se limita al Scoot’Elec. Otros ejemplos de ello son el e-city, una bicicleta con ayuda eléctrica, o el ION, un pequeño coche de cuatro plazas también eléctrico y con una clara vocación urbana e interurbana.
Sea como sea, uno de los grandes logros del e-Vivacity es el poco espacio destinado para las baterías. Esto permite una capacidad de carga que no se ve afectada y un margen de utilidad muy amplio. De todas formas, en un momento en que empieza a verse qué camino debemos seguir, ahora sólo nos falta saber cómo hacerlo para que este tipo de tecnología no suponga un esfuerzo económico tan importante. Todo llegará.