Prueba: Peugeot Citystar 125i – El eslabón perdido

El nuevo Citystar de Peugeot se presenta como un scooter GT relativamente compacto que se posiciona justo debajo del Satelis y que viene, en realidad, a rellenar el hueco dejado por el anterior Elystar y a enriquecer más si cabe la extensa oferta de la marca del león en la cilindrada de 125, sumando ya un total de 7 modelos en catálogo. No obstante, no renuncia a la tecnología más puntera de la compañía francesa al equipar una versión del motor del Satelis y el Geopolis más afinada, sobre todo en cuanto a consumos y rumorosidad.     No es tan grande, ni tan espacioso, ni tiene la misma protección aerodinámica que el Satelis 125, pero su ADN más urbanita no significa en absoluto que la carretera le venga grande. De hecho, es únicamente 17 cm más corto que su hermano y pesa 10 kg menos. Es decir, que a la hora de la verdad, cumple más o menos por igual, y más teniendo en cuenta que su mecánica, la única de producción propia y de las más punteras de la categoría, conserva intacto ese potencial que nos lleva a superar los 115 Km/h reales (al alcance de muy pocos motores con tan sólo 125 cc de cilindrada y 15 cv de potencia).

Por otro lado, además de las mejoras en la fricción de las piezas y en el nivel de ruido (3dB menor según la marca) las emisiones han bajado hasta los 65 g de CO2 por kilómetro, y el consumo, de 3,5 litros a los 100, debería de ser suficiente para circular hasta 260 km con cada depósito (de 9 litros).

Así pues, queda claro que no es un GT de los más grandes aunque se sitúa en un eslabón inmediatamente inferior, lo que le convierte en un escúter más ágil y urbano pero que en ningún momento renuncia al confort de sus ocupantes. Peugeot afirma que está especialmente pensado para un público masculino de 30 a 45 años, hombres que busquen un vehículo sobrio y elegante y con una buena capacidad de carga, pero sin llegar a los extremos de algunos maxiscooters. Naturalmente su precio está por debajo del Satelis (2.699 €) y los colores son como era de esperar, de tonos acordes con su estilo: blanco nieve, negro nacarado, Habane y gris aluminio.          

Ergonomía a la altura

De un modo muy parecido a como lo hace el Satelis, el nuevo Citystar 125i transmite un confort y una sensación de espacio muy acentuada, principalmente porque el manillar se encuentra bastante elevado y a una distancia considerable y porque el espacio disponible en el suelo es bastante generoso y nos permite estirar las piernas en buena medida para ir variando su posición y así poderlas descansar. En cualquier caso también es de agradecer un asiento tan espacioso y confortable y con asideras para el acompañante, si bien tampoco se olvida de los usuarios de menor talla al estrecharse en la zona de las rodillas para que las piernas queden menos separadas y más cercanas al suelo, siendo la altura del asiento bastante contenida (795 mm).

Por lo tanto, en el único aspecto en que realmente está por debajo del Satelis en temas de confort es en la protección aerodinámica, y es que la pequeña cúpula ahumada se presenta insuficiente para desviarnos el viento pero igualmente oportuna desde un punto de vista estético.

Siguiendo tendencias

Uno de los grandes méritos del Peugeot Citystar 125i es poner al día el concepto que en su momento representaba el Elystar, claramente su predecesor más directo. Para lograrlo se sirve del estilo moderno y agresivo de los modelos más actuales de la marca, sobretodo del Satelis, que es el escúter que nos vendrá irremediablemente a la cabeza siempre que lo miremos de frente. No cabe duda que la impronta Peugeot está presente en su frontal, esa mirada agresiva tan característica tanto de los coches como de los scooters y que en este caso queda bien acompañada por algunos detalles cromados, como vemos en la calandra central y las ópticas.

Las sinergias con el mundo del automóvil vuelven a ser evidentes en ese caso tal y como vemos en el cuadro de instrumentos, con tres grandes esferas retroalimentadas en azul, avisadores luminosos de todo tipo y una pantalla digital realmente completa, exactamente igual que en el Satelis.

Más allá de la urbe

Su condición de GT compacto conciliará de buen seguro con las necesidades de usuarios de lo más variados ya que se sabe defender muy bien en todos los ambientes, por supuesto en los más urbanos pero sin olvidarse de la carretera. En lo primero le viene al pelo el radio de giro de 90º, sus ruedas de 13 pulgadas y el diseño de su asiento. Es más, pese a su apariencia de escúter grande, es fácil moverse con él y se beneficia de una agilidad muy bien resuelta fruto de una distancia entre ejes 7 cm menor que la del Satelis y un ángulo de avance reducido a 28º, consiguiendo gracias a ello unas geometrías más apropiadas para las maniobras.

Otros muchos detalles, como el repetidor sonoro para los intermitentes, el suelo plano y espacioso con gancho para bolsas, la pequeña guantera a mano izquierda y el hueco bajo el asiento para un casco integral y otro tipo jet lo confirman como un candidato muy apropiado para la ciudad.

Datos técnicos

Pero no todo pueden ser ventajas, y aunque el motor es uno de los mejores en su cilindrada (por no decir el mejor) también es cierto que es un poco lento en los primeros metros. Ahora bien, no tarda en animarse y en pocos metros empieza a notarse progresivo y sorprendentemente rápido. Esto mismo lo convierte también en un escúter muy GT, con el suficiente potencial como para moverse a diario por carretera sin ningún problema más allá del viento puesto que es un escúter confortable y con una buena autonomía. Además saca provecho de unas faros halógenos para ver mejor de noche, una toma de corriente de 12V, unos frenos potentes en ambos casos y un centro de gravedad bajo porque el depósito se encuentra bajo el suelo.  

Conclusión

Se puede decir que con el nuevo Citystar 125i Peugeot ha querido rellenar, cuatro años después, un hueco en la gama de 125 que ocupó anteriormente el Elystar. Para ello se aprovecha de todas las soluciones tecnológicas que ya habíamos visto en otros modelos de la marca en esta misma cilindrada pero apropiándose claramente de un estilo sobrio, elegante y hasta cierto punto agresivo muy parecido al del Satelis, el maxiGT de referencia, su hermano mayor. De hecho, más allá del precio (más contenido en el Citystar) sólo encontramos algunas diferencias en las medidas, la capacidad de carga y la protección aerodinámica, pero a sus mandos tienen mucho en común.

Tantas esperanzas hay depositadas sobre este modelo que la marca francesa se ha propuesto controlar directamente su producción, así que todo el proceso de fabricación se cuece en sus instalaciones centrales.