En 1984 ocurrieron dos hitos en la historia del automovilismo. El primero, el nacimiento del que suscribe estas líneas; y el segundo la llegada del primer Peugeot 205 GTi. Dejando a un lado el baño adulador que me he permitido darme, me centraré en la segunda de las efemérides que es la que de verdad importa. Sí, porque gracias a dicho lanzamiento, Peugeot abrió un nuevo camino hacia la emoción y la deportividad que culminó con los dos Campeonatos del Mundo de Rallies logrados en 1985 y 1986, así como los dos Rally Dakar de 1987 y 1988. Tres décadas después, la firma del León ya no tiene representantes en el WRC pero sí ha dominado con mano de hierro en el Rally Raid más duro del planeta despidiéndose, además, con el triunfo de Carlos Sainz.
Si algo funciona…
Con estas, nos encontramos la firma del león y un servidor. Sintiendo el paso de la historia sobre nuestros hombros y enfilando una carretera de montaña de esas que quitan el hipo. Ahora bien, ni yo me parezco al propio Sainz (más quisiera yo) ni pretendo convertirme en el mítico Ari Vatanen (quien logró tres victorias en el primer año que el 205 T16 compitió en el mundial de rallies). Pero ante mis manos tengo un producto con el que, a buen seguro, ambos pilotos dibujarían una sonrisa en su rostro: el 208 GTi.
En concreto, la unidad que tengo el placer de disfrutar añade el apellido ‘by PS’ que no implica sino que el departamento de competición de la firma francesa, Peugeot Sport, ha sido el responsable de su desarrollo y puesta a punto. Una variante que podría decirse que “vino para quedarse”, porque en 2014, cuando se cumplían 30 años exactos del primer 205 GTi, Peugeot decidió sacar una edición especial del 208 GTi a la que bautizó como 30th y que cubría las necesidades de los conductores más exigentes. Tal fue su acogida que la marca del león no solo decidió transformarlo en la unidad que traemos hoy, sino que ha desterrado al GTi ‘a secas’ para ser la única opción disponible.
Entre sus virtudes, además de ganar 8 CV de potencia, monta un autoblocante mecánico Torsen, una suspensión más firme que rebaja 10 milímetros la altura de la carrocería, frenos Brembo con pinzas en rojo y discos delanteros de 323 mm, asientos Peugeot Sport tapizados en Alcantara y tejido TEP, llantas de 18 pulgadas exclusivas y neumáticos Michelin Pilot Super Sport en medida 205/40 ZR18.
Ficha Técnica Peugeot 208 GTi by Peugeot Sport
Motor: Gasolina, cuatro cilindros en línea, turbo
Cilindrada: 1.598 cm3
Potencia: 208 CV a 5.800 rpm
Par: 300 Nm a 1.700 rpm
Velocidad Máxima: 230 km/h
0
Consumo (urbano/extraurb./mixto): 6,9 / 4,6 / 5,9 l/100 km
Emisiones CO2: 124 gr/km
Dimensiones: 3.973 / 1.739 / 1.460 milímetros
Maletero: 285-1.076 litros
Peso: 1.235 kg.
Cambio: Manual, de seis velocidades
Depósito: 50 litros
Precio: 24.500 euros
Precio ud. probada: 25.362 euros
Desatado
Con argumentos como esos, no es de extrañar que ambos estemos ansiosos por afrontar ese tramo sinuoso. Sin más dilación, aceleramos con contundencia. El sonido bronco del escape se cuela en el habitáculo. Los 208 CV del 1.6 THP empujan con ahínco los 3,97 metros de carrocería y 1.235 kilos de peso. En menos de 7 segundos nos hemos puesto a 100 km/h, estirando las dos primeras marchas hasta casi las 6.000 vueltas. El empuje es brutal.
Afrontamos la primera curva lenta, a la que accedemos con algo más de velocidad. Clavamos frenos para comprobar la excelente eficacia del equipo firmado por Brembo. Un simple toque del diminuto volante (el i
Solo hemos recorrido los primeros compases del tramo pero el 208 GTi by PS ya ha demostrado ser un vehículo extremadamente ágil y divertido. Quizá no llega al nivel del Fiesta ST200 que probamos hace unos meses por esta misma carretera, pero no se achanta ante nada, ni mucho menos. Con una recta ante nosotros, aceleramos con contundencia. El motor sigue empujando a bajas vueltas aunque será a partir de las 2.000 rpm cuando notemos cómo se desatan los 300 Nm de par máximo que cifra y que se mantienen constantes en toda la zona media del cuentarrevoluciones.
El escape sigue emitiendo ese sonido bronco que tanto nos gusta, mientras que el velocímetro va ganando velocidad con pasmosa celeridad. Los cambios de marcha son simplemente deliciosos, gracias al tacto durito del pomo y a unos desarrollos más cortos en las primeras relaciones para asegurar así un mayor empuje. El único elemento de nuestro cuerpo que quizá está sufriendo en exceso son los riñones a causa del extra de dureza que tienen los amortiguadores. Sin embargo, esta característica permite que la carrocería se sujete mucho mejor incluso si el bache se sitúa en mitad de la curva.
¡¡Merece la pena!!
Añadir el apellido by Peugeot Sport ha permitido al 208 GTi subir varios puntos de nivel. Además del apartado estético, con guiños al pasado como los logos situados en el pilar C, las comentadas llantas o los toques cromados y en rojo, mecánicamente este pequeño mini-cohete es una auténtica delicia de conducir. A todo ello, hay que sumar un precio de partida excepcional una vez aplicados los descuentos comerciales de la marca. Pues los 20.700 € le permiten ser más barato que un Volkswagen Polo GTI (24.150 €).