La segunda generación del Peugeot 2008 ha traido consigo un importante cambio de imagen y un aún más relevante cambio de paradigma en el modelo, ya que por primera vez debuta su versión 100% eléctrica a la que han denominado comercialmente Peugeot e-2008. Lo cierto es que la movilidad eléctrica es ya el presente y la mejor prueba de ello son los planes que el Grupo PSA está llevando a cabo en nuestro país y en el resto de los mercados europeo y mundial (Cómo ve PSA la electromovilidad en España.) La tecnología totalmente eléctrica es, tras la enchufable, la que más está creciendo en España y, teniendo en cuenta las mejoras que se implantan día a día en el sector con respecto a estos coches y que en solo un par de años todos los municipios de más de 50.000 habitantes deberán tener restricciones de tráfico a los vehículos más contaminantes, cada vez hay más opciones para más adeptos. Por eso, en la marca del león se han lanzado a ofrecer una gama electrificada de lo más variada y atractiva.
Prueba del Peugeot 208 PureTech 130 GT Line: rompecorazones
Uno de los modelos en los que más confían en Peugeot es, como decimos, en su SUV pequeño de cero emisiones. Nosotros hemos convivido una semana con él. Veamos cuáles son sus bazas.
Cómo es el Peugeot e-2008 2020
Estéticamente, nada queda de las líneas suaves e insípidas de la primera generación. Más que un todocamino tenía imagen como de pequeño monovolumen y precisamente eso es lo que han querido cambiar de forma radical con el nacimiento del nuevo 2008. Las líneas son ahora mucho más marcadas, más rectas y más agresivas. Ahora sí transmite un poderío visual importante con el que no contaba antes. Las ópticas incorporan luces diurnas led que imitan los colmillos de un felino en las delanteras y sus garras en los pilotos traseros. Los paragolpes y otros detalles como las barras de techo, las taloneras o los pasos de rueda cubiertos de plástico negro terminan por darle el toque offroader que tan bien están acogiendo los clientes.
La versión eléctrica cuenta con algunas particularidades adicionales, como la parrilla frontal cerrada, con lo que mejora en materia aerodinámica; o la lógica ausencia de tubos de escape. Asimismo, el e-2008 integra una boca de recagra eléctrica en el mismo lugar donde las variantes térmicas tienen la boca del depósito de combustible.
El acabado GT de nuestra unidad de pruebas es el tope de gama y, por tanto, tenemos algunos elementos que no encontraríamos de serie en otros acabados inferiores: llantas de 18 pulgadas (el más básico equipa llantas de 16 pulgadas), lamas azules horizontales integradas en la parrilla o una iluminación full led que funciona francamente bien y que es más que recomendable si se van a realizar trayectos nocturnos con frecuencia.
En cuanto a ajustes y acabados, la sensación de calidad es en general bastante buena y los accesos tanto a las plazas delanteras como a la segunda fila también son buenos incluso para la gente con más dificultades.
En el interior, la tecnología y el concepto propio del puesto de conducción que proporciona el i-Cockpit de Peugeot copan todo el protagonismo. A la pantalla táctil central de 10 pulgadas del acabado GT, con navegación y conectividad integradas, se une otra de mismo tamaño que hace las labores de instrumentación digital y que, además, brinda una peculiar visión en 3D. La verdad es que la legibilidad es buena, pero con el potencial de la visión 3D y de una pantalla tan grande podía reflejar bastantes más modos de visualización de los que ofrece.
La ergonomía es buena. En este sentido, pese a que no hay mandos físicos para la climatización, sí existe una serie de botones que permiten un acceso rápido a cada uno de los menús, por lo que así evitamos apartar la vista demasiado tiempo de la carretera. El espacio también es correcto, tanto delante como detrás. Si bien es verdad que la plaza central trasera será mejor reservarla para una urgencia o para niños de talla pequeña, como es habitual en el segmento, las otras cuatro plazas brindan una sensación de confort que es algo mayor de la que encontramos en rivales como el Mazda CX-30 o el Hyundai Kona. La capacidad del maletero es de 405 litros y las formas son muy aprvechables.
Comparada a las demás versiones térmicas, el habitáculo del e-2008 añade, al menos en este acabado GT, una tapicería exclusiva gris con detalles en Alcantara y pespuntes en color verde. Todas las piezas están correctamente ajustadas y la percepción visual es bastante agradable, como también lo es el tacto en todas las superficies.
136 CV de potencia para el Peugeot 2008 eléctrico
El corazón del Peugeot e-2008 es un motor eléctrico fabricado por Continental y ubicado en posición delantera que eroga 100 kW de potencia (136 CV) y 260 Nm de par máximo. Todo ello se transmite al eje delantero de forma instantánea con una respuesta muy buena, aunque bien es verdad que el conductor puede graduar esa entrega por medio de los modos de conducción: Eco, Normal y Sport. Al motor se asocia una batería de iones de litio de 50 kWh de capacidad que homologa, según el protocolo WLTP, hasta 320 km.
Se puede recargar hasta el 80% en media hora si lo enchufamos a un puerto de 100 kW de potencia. Si el punto de carga es de 50 kW, el tiempo se dobla a una hora. Lo más recurrente será emplear cinco horas cargando a 11 kW, ocho horas en una Wallbox de 7,4 kW o 16 horas en una Wallbox de 3,7 kW, tiempos que sí sirven para llenar por completo la batería.
Así va el Peugeot e-2008
En la práctica, el comportamiento del e-2008 se puede explicar diciendo que es bastante fácil de conducir tanto en ciudad como en la periferia. Sin embargo, conviene tener cuidado en los apoyos que hagamos a partir de unos 100 km/h, porque el elevado peso del conjunto (pesa en torno a 350 kg más que un 2008 de gasolina) hace que las inercias sean bastante pronunciadas e incómodas para los ocupantes. Sobre todo, las juntas de dilataciones en curva hacen que el coche se desplace hacia afuera de una forma que, yendo rápido y ajustados a un muro, puede llegar a ser incluso peligroso. Esto es algo que lógicamente también está propiciado por la mayor altura libre que tiene con respecto a su hermano utilitario. En cualquier caso, en acabados inferiores con llantas más pequeñas y más flanco de neumático puede llegar a no ser un hándicap tan evidente.
Por lo demás, no hay sorpresas. Es un coche, como digo, fácil de manejar en todos los contextos y sus compactas dimensiones permiten también maniobrar sin dificultades en entornos urbanos, que es sin duda donde mejor se siente. La suspensión opta por un tarado más bien suave priorizando el confort y es algo que agradecemos en nuestra rutina a la hora de sobrepasar badenes y pasos elevados o de circular por superficies algo rotas.
La dirección está bastante asistida y, junto a elementos de serie en este acabado GT como los sensores de aparcamiento o la cámara de visión trasera, facilita los aparcamientos y el manejo por calles estrechas.
El consumo oficial de este e-2008 es de 17,5 kWh/100 km. Durante nuestra prueba hemos registrado una media cercana a los 20 kWh (70% en ciudad y 30% en periferia), por lo que alcanzar esos 300 km de autonomía es factible.
Al equipamiento de serie del Peugeot e-2008 GT, que ya es bastante rico, se pueden añadir extras como el techo panorámico practicable, el asistente de estacionamiento automático, el cargador de smartphone por inducción, las llantas de 18 pulgadas en color Negro Onix o el cargador trifásico de 11 kW. El precio base del acabado GT es de 38.950 €, aunque puedes adquirir un e-2008 Active por poco más de 33.000 €.