Saltar al contenido principal
En estos momentos, los servicios que ofrece AutoScout24 están limitados por trabajos de mantenimiento. Esto afecta a algunas funciones, como el contacto con los vendedores, el inicio de sesión o la gestión de los vehículos para la venta.

Prueba: Yamaha XJ6 Race Blu – Plenamente satisfactorio

Lejos de arriesgarse poniendo al día una moto como la XJ6, Yamaha ha preferido afinarla un poco. Y es que, si algo funciona y gusta... ¡mejor no lo toques! Por eso, aún tratándose de un modelo 2013, sorprende de entrada que todo siga más o menos como antes. Pero hay pequeñas diferencias.

La más original y visible, sin duda, es el nuevo color Race Blu, que logra una armoniosa convivencia con el siempre elegante negro mate y un bonito azul eléctrico.    El nuevo color Race Blu, una de las grandes apuestas de Yamaha para este modelo y muchos otros, es la estrella de la XJ6 de 2013. Todo lo demás es bastante parecido, pero aún así hay algunos nuevos detalles a remarcar. Uno lo notamos sobre todo en conducción nocturna, pues el cuenta revoluciones de aguja está ahora retroalimentado en una luz blanca de LED de mayor visibilidad y contraste. El diseño no cambia, pero los dígitos se ven mejor. Por otro lado, el asiento tiene un nuevo forro, de tacto más agradable, y el acompañante puede cogerse en unas asas más cómodas y ergonómicas, pues están más elevadas y siguen la línea del culo de la moto.

En cuanto a la leve revisión estética, aparte del nuevo color Race Blu, mención merecen las nuevas aletas laterales del depósito, que aportan al perfil de la XJ6 un toque más fluido, al tiempo que potencian visualmente su centro de gravedad adelantado. También el carenado de los faros luce una línea más moderna y ligera, y los intermitentes tienen ahora ópticas transparentes. Más allá de estos pequeños detalles, sólo vemos una tapa del depósito nueva, ahora de color negro, así como un indicador del mecanismo de ajuste de la cadena de transmisión, que permite ajustar la tensión de forma más fácil y precisa.

Pequeños cambios que, en todo caso, vienen a reafirmar una naked compacta, urbana y versátil, que goza de una gran popularidad y que ofrece grandes satisfacciones sin pedirte mucho a cambio. Un tipo de moto que, en parte gracias al nuevo permiso A2, se ha erigido como una gran elección para todo aquél o aquélla que se inicie en el mundo de las motos grandes. Un tipo de moto pensada, al igual que su dos competidoras principales (Kawa ER-6N y Suzuki Gladius) para sentirse a gusto en la movilidad diaria, sea por la ciudad o el extrarradio, y ofrecer grandes momentos en la carretera los fines de semana. Su precio, qué duda cabe, es otro de sus reclamos: en promoción está disponible desde los 6.299 euros (700 más para versión ABS). Y por si fuera poco, aún se sirve de un motor de cuatro cilindros en línea con una larga trayectoria a sus espaldas...         

De moto en moto

Primero fue en las R6. Luego pasó a las exitosas FZ6. Y ahora, después de tantos años, este veterano motor tetracilíndrico de 600 cc sólo podemos disfrutarlo en las XJ6. Pero aún y el tiempo transcurrido, es todo un ejemplo de finura, suavidad, y bajos consumos. La única pega, por así decirlo, es que en este caso viene un poco más capado que en otros tiempos, y cuando parece que se anima de verdad, la inyección se corta y te obliga a subir marcha. En otras palabras: que cuando empieza a enchufarse en serio, sólo en ese momento, te das cuenta de que son, en el fondo, 77 caballos los que te acompañan (y no casi 100). No obstante, conserva en su máxima plenitud su tacto tan exquisito. Un motor que apetece conducirlo siempre por lo delicioso que es. Suavidad en su estado más puro. Ni el más nuevo motor de las FZ8, ni cualquier otro que me venga a la cabeza, goza de este tacto tan agradable. Un hecho diferencial si la comparamos con sus dos enemigas más directas, ambas con motores de dos cilindros.

Quizá no tenga tantos bajos, ni sea tan elástico, ni se recupere tan rápido como otros motores con potencias similares. Pero seguro que en consumos reales se repasa a toda su competencia. Un motor que, en autopista y a velocidad legal y constante, raro será que sobrepase demasiado los cuatro litros a los cien. Y en ciudad, siempre y cuando no lo exprimamos mucho y nos movamos en regímenes bajos, pues más o menos lo mismo. En cualquier caso, un motor cien por cien recomendable para iniciados, aunque también para la gente más veterana a la que no le apetezca acarrear con demasiados gastos de mantenimiento. Porque después de tantos años, entre otras muchas cualidades, una de las más destacadas ha sido su resistencia y su fiabilidad. Si así no fuera, Yamaha no se la jugaría en mantener un motor con tanta trayectoria. Veterano y curtido, sí. Y en plena forma, también.

¿Hoy por donde voy?

Sus medidas compactas, su asiento tan cerca del suelo, su amplio margen de giro, y el tacto exquisito de todos sus componentes, hace que moverte con ella por ciudad sea tan agradable como con un scooter. Engranas primera, dejas el embrague, y tras los primeros metros ya te dices: “me encanta esta moto”. Es corta entre ejes, los estribos están en una posición correcta (ni demasiado elevados ni demasiado retrasados), e incluso llevan refuerzos de goma para incrementar el confort. Alguien de talla grande puede llegar a desestimarla por parecer una naked demasiado pequeña. Cierto que lo es, pero tiene truco: el manillar tiene dos posiciones, y la posibilidad de alejarlo un poco en caso de quedar demasiado cerca es una solución interesante. No obstante, muy grande y pesado tendrá que ser el conductor para sentirse incómodo en una moto como la XJ6. Es compacta, de acuerdo, pero tampoco tanto.

Con todo, la ciudad le gusta: es fácil moverla por entre los coches, y el calor no llega a notarse en las piernas (aunque durante la prueba tampoco hizo mucho calor). En todo caso, el ventilador se activa bastante rápido y demuestra que el suyo no deja de ser un motor grande. Un motor grande en una moto pequeña, así es la XJ6. Por su parte, a nivel de componentes no tiene gran cosa que decir; sencillamente, son de gama bastante básica, si bien su rendimiento en todo tipo de situaciones es ejemplar. Es decir, que con unas horquillas telescópicas convencionales y un monoamortiguador, así como un equipo de frenos muy coherente con sus prestaciones, nunca tienes la sensación de que sobre ni de que falte nada. En este sentido, ni mejor ni peor que la Gladius o la ER-6N. Es casi lo mismo.

Pero es en carreteras curveadas donde mejor se desenvuelve. Aquí saca a relucir de nuevo su agilidad y sus buenas maneras. No destaca mucho en nada, pero cumple en todo. Moverla es fácil y placentero, y te das cuenta que con una moto más grande y potente tampoco podrías ir mucho más rápido. Otra cosa es cuando el paso por curva es más rápido, pero ni en estos casos tienes la sensación de que se te quede corta. En realidad, si esperas encontrar las mejores apuradas de frenada, la máxima eficiencia en conducción deportiva, y un motor que deje a tu amigos detrás de ti, ésta no es tu moto. Ahora bien, si quieres una moto con la que desenvolverte siempre bien, no perder la estela de nadie, no dejarse mucho dinero en mantenimiento, y hasta poder afrontar todo tipo de retos, la XJ6 puede ser la solución.

Pero como naked con gran vocación urbana, donde se echa en falta un poco de protección es, por supuesto, en la autopista. Nada que no sea de esperar en una naked cuando circulas rápido, pues sabes de antemano que te comerás el viento. Sin embargo, su estrecha silueta, marcada por la delgadez de su depósito (con 17 litros), hace que hasta la zona de las piernas quede bastante expuesta. Además, en autopista, aun sin rodar muy rápido, incluso te puede dar la sensación de que le falta algo. He aquí un ejemplo: a los 120 por hora el motor ya gira más allá de medio régimen, pero cuando quieres adelantar la respuesta al gas no es tan inmediata como a veces te gustaría. Es como si le faltara algo de par en algunas situaciones muy concretas. A veces, la mejor solución en este caso es reducir a quinta velocidad y sacarle un poco de carbonilla a los cilindros, y buscar la zona roja. Una sensación siempre agradable, mas cuando sabes que no pones en peligro tus puntos del carné.

Conclusión

Debe de ser difícil decidirse entre la XJ6, la Gladius, y la ER-6N, en caso, naturalmente, de querer una moto como éstas. Por un lado, todas son muy parecidas, pero por el otro son totalmente diferentes. La Gladius heredó un motor en V de la SV 650, mientras que la Kawa comparte bicilíndrico en paralelo con la Versys. En los tres casos las potencias rondan los ochenta caballos. A nivel de equipamiento, o de medidas, tampoco son muy notables las diferencias. Porque al final, aparte de la línea estética de cada una, lo que marca la diferencia es el motor, que en cada caso tiene su carácter particular.

Sea como sea, la XJ6 es una moto que encaja bien con una gran variedad de motoristas. Y el color Race Blu, creo, la hace aún más interesante. Y además, es de esas motos que sabes que te será de gran utilidad para aprender y que te dará grandes satisfacciones. El problema es cuando quieres pasar a algo más grande: tales son sus ventajas, incluso por ciudad, que cuesta desprenderse de una moto como ésta cuando quieres más prestaciones. Aun valorando todo lo que te da, llega un momento en que te gustaría tener ese punto extra que no te puede dar. Esto pasa, sobre todo, si llega el momento en que quieres estrenarte en circuito: o escoges un trazado ratonero, sin grandes rectas, o muy seguramente te vas a quedar a medias.

Pero, por supuesto, la XJ6 no es una moto para los circuitos. Es una moto para cada día, con la que moverte fácil por la ciudad, por las carreteras de alrededor, y que tampoco se asusta ante distancias más largas. Asimismo, como bien nos tiene acostumbrados Yamaha, goza de un nivel de detalles más que correcto. Los retrovisores, por ejemplo, ofrecen un campo de visión muy amplio, siendo su única pega que tienden a perder la posición al mínimo toque. Bajo el asiento se puede dejar un candado tipo U. Y, cosa que no siempre ocurre, tiene una chispa que no falla nunca: le das al botón de arranque y siempre, siempre, enciende rápido al primer intento. Esto mismo incluso pasaba, al menos que yo sepa de primera mano, con las FZ6 tras un largo y frío invierno en el garaje. O sea, que se mire por donde se mire, una buena compra.  

¿Preparado para lo siguiente?

Compartir el artículo

Todos los artículos

Prueba: Yamaha SuperTéneré WC – Aventurera como ninguna

Pruebas · Others

Prueba: Daelim S3 250 Fi Advance – ¿El mejor Daelim jamás fabricado?

Pruebas · Others

Prueba: Harley-Davidson Dyna Street Bob Hard Candy Custom – Turno para la Bobber

Pruebas · Others
Mostrar más