Si por un lado Vespa aporta la historia y los modelos en los que inspirarse (GS, 180 SS o T5 Pole Position), por el otro se saca provecho de la gran mecánica de 278 cc. En este caso, la combinación deja un scooter realmente deportivo… Ahora bien, la GTS 300 SS se distingue no sólo por unas prestaciones considerables y unos colores y acabados acordes con ellas, sino también por unas medidas muy generosas que al principio sorprenden. Ni rastro del pequeño scooter que siempre ha sido. Aquí hablamos de un scooter grande, con aplomo, que combina a la perfección las soluciones tradicionales de la familia como el chasis monocasco en acero y la suspensión de brazo oscilante con otras más modernas y comunes, como el cambio automático y el motor en posición central. El resultado es un scooter divertido que emana estilo por todos los rincones, capaz de salir como un rayo del semáforo y de hacernos sonreír más de lo esperado.
Pero ser la Vespa más potente y rápida de toda la historia también repercute en el precio: 4.839 euros que, eso sí, no parecen ser una barrera insalvable, ya que la familia GTS Super ya ha superado las 100.000 unidades vendidas desde su llegada en 2006. Algo tendrá, además de encanto.
Vestida para la ocasión
La chapa en acero tan característica de todas las Vespa, que además de aportar rigidez al conjunto hace posible esa forma de avispa tan característica - con el culo gordo y la cintura estrecha -, se distingue en la GTS 300 Super Sport por estar recubierta de una tonalidad negro mate que realza su carácter, en este caso intencionadamente deportivo. Además, la presencia de detalles en color rojo, como el muelle del brazo oscilante delantero o las letras S en el contra escudo, logran un gran contraste y le sientan de maravilla.
En la misma línea de imprimirle toques deportivos, la inclusión de entradas de aire por los cuatro costados o las llantas de cinco brazos, que quedan completamente visibles por el lado derecho, potencian igualmente su figura. Por contraste, también encontramos algunos detalles cromados que aportan un punto clásico y elegante que a una Vespa siempre le encaja: la brillantez de las asas para el acompañante, de la rejilla en el frontal, del ribete que rodea el faro delantero así como gran parte del chasis, e incluso de los mismos retrovisores o de las chapitas distintivas del modelo le dan un punto de sobriedad y clase al que una Vespa, sea el modelo que sea, no debe renunciar.
Datos técnicos
Marca y modelo | Vespa GTS 300 SuperSport | |
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Año | 2011 | |
Motor | ||
Cilindrada | 278 cc | |
Arquitectura | Monocilíndrico SOHC con 4 válvulas | |
Potencia (cv) | 22 cv a 7500 rpm | |
Alimentación | Inyección electrónica | |
Cambio | automático con variador continuo (CVT) | |
Neumáticos de serie | 120/70 - 18" (d) y 150/60 - 17" (t) | |
Chasis | Monocasco en acero | |
Suspensión delantera | De brazo oscilante | |
Suspensión trasera | Doble amortiguador | |
Distancia entre ejes (m) | 1,37 | |
Frenos | 220 mm (d) y 220 mm (t) | |
Peso (kg) | 148 Kg en seco | |
Velocidad máxima | > 120 Km/h | |
Precio (sin extras) | ||
Euros | 4.882 | |
Más datosMenos datos |
Tamaño XL
Las Vespa de toda la vida nunca han ofrecido capacidad de carga bajo el asiento, aunque siempre lo han compensado a su manera con una guantera espaciosa. La GTS 300 SS es todo lo contrario: una guantera más pequeña de lo habitual, aunque igualmente práctica, y un espacio más que aceptable en un baúl que debido a su forma alargada y estrecha es muy útil para nuestras pertenencias aunque del todo insuficiente para un casco integral. Es decir, que el depósito de combustible de 9 litros se ha situado cuidadosamente para no comprometer el espacio disponible en el cofre y a la vez facilitar el acceso al motor porque dicho cofre se puede sacar fácilmente, sin herramientas.
Pero la disponibilidad de espacio, evidente en este caso, tiene muchas otras ventajas a nivel de confort. De hecho esta Vespa es de medidas tan generosas que se hace realmente cómoda en todos los sentidos imaginables: el espacio para las piernas es muy amplio y del todo válido para cargar con bolsas (se incluye un gancho), el manillar queda arriba y bastante lejos y por último el asiento es largo, ancho y muy agradable al tacto. Incluso nuestro acompañante, que raramente dispone de estriberas en una Vespa, aquí sí las tiene y bien integradas en la carrocería, como también una plaza generosa y unas asas donde cogerse…que encarecidamente recomendamos si el conductor se anima con el gas, porque la GTS 300 Super Sport es, con 22 cv de potencia y 22,5 Nm de par, una Vespa con mucho carácter y sin ningún complejo.
Muy capacitada
La alta sensibilidad al gas es una pista más de que su deportividad es algo más que simple apariencia: la GTS 300 sorprende por sus enérgicas aceleraciones, siendo en realidad bastante complicado seguirle la estela cuando juega en su terreno predilecto, que es, por supuesto, la ciudad. De hecho la Vespa siempre ha sido un vehículo con vocación urbana, aunque las prestaciones y el mayor tamaño de la GTS Super Sport, junto con unas ruedas de 12 pulgadas y no de 10, la convierten en un scooter más seguro y estable para defenderse mínimamente en carretera. Claro que no es la mejor opción, sobre todo si la comparamos con un scooter de rueda grande o un maxiscooter, pero si se da el caso lo cierto es que corre y por lo general se aguanta bien, incluso cuando toca frenar fuerte.
Aun así, lo realmente divertido y práctico en ella es su sacer provecho de su gran agilidad, fruto tanto de las ruedas de pequeño diámetro como de una distancia entre ejes corta, de 1.370 mm. Es decir, que moverla entre coches es muy fácil pese a sus dimensiones, y más con la ayuda de un asiento a 790 mm de suelo. Asimismo, de tan ágil que es, curvear con ella es sumamente divertido y sencillo, tanto que invita a forzar el ritmo hasta cotas impensables en una Vespa, al menos hasta la fecha. Tiene, por lo tanto, dos caras bien diferenciadas: por un lado es una Vespa en cuanto a chasis monocasco, sistema de suspensión y formas suaves y redondeas, pero por otro es un scooter deportivo capaz de hacernos disfrutar.
En resumen
Es una Vespa diferente, y no sólo porque renuncia al cambio manual, que es más auténtico, más cool, más entretenido…e indudablemente menos práctico, sino porque tiene un encanto distinto, no tan clásico ni tan vintage. Con todo, esta GTS Super Sport es la más agresiva, joven y masculina, lo que consigue llamar la atención de un modo distinto y por ende resulta ahora más atrayente a un público que ni se habría planteado hacerse con un scooter como este, con el logo de Vespa en su chapa.
De todas formas, siempre es de agradecer que haya tantos y tantos modelos distintos, siendo realmente fácil dar con una Vespa que se adapte a nuestras preferencias. Quien quiera la más auténtica y clásica que se compre la PX. Y quien quiera prestaciones sin tener que renunciar a ese toque de elegancia que siempre da conducir una Vespa, pues que se compre la GTS 300 Super Sport, la más divertida y rebelde de toda la familia, sin duda.