Porque si en sus inicios era vista como una marca de segundo nivel que ofrecía precios muy bajos, a día de hoy está libre de todos los complejos y compite de poder a poder con cualquiera que se le ponga delante. En este caso, además, su nuevo referente en la cilindrada de 300 es mucho más que una simple puesta al día del GTS y se erige como uno de los GT más apetecibles del momento. Y decimos GT a secas —y no maxiscooter GT— porque es la sensación que nos ha dado al conducirlo. Seguramente por medidas lo deberíamos ver más como un maxiscooter convencional, pero todo está bastante cerca y se mueve relativamente fácil en espacios reducidos. De un modo similar, sorprende que un scooter tan ágil en las maniobras tenga un espacio bajo el asiento en el que caben dos cascos integrales sin ningún problema. Cierto que algunos modelos de la competencia, como el X-Max o el SuperDink, ofrecen espacios algo mayores, pero ambos son claramente más grandotes.
El nuevo JoyMax llega en dos cilindradas, siendo la de 300 la que presenta las novedades más relevantes, como por ejemplo su nuevo motor, que con la alegría que le dan sus 30 caballos se pone en lo más alto de la cilindrada en cuanto a prestaciones, es decir, por encima del motor del SH 300i y más o menos al mismo nivel que el motor del Kymco SD 300i. Por lo tanto, estamos ante una alternativa a todas luces muy interesante que llega con gadgets tan curiosos como el sensor automático de la intensidad de luz o el sistema de convección de aire caliente al habitáculo para los meses de invierno. El precio de tarifa es de 4.830 euros, aunque abundan las promociones que la marca suele ofrecer para rebajar el precio final.
Mayor poder de atracción
Al lado de la generación anterior del GTS, el nuevo JoyMax luce bastante más. Cierto que comparten la misma base y que, a priori, no debería haber tantas diferencias entre uno y otro, pero en el fondo parece ser un scooter completamente nuevo. Y no solamente porque está mejor acabado que antes, sino porque es infinitamente más moderno desde todos los puntos de vista. En la parte delantera se han modificado todos los grupos ópticos, y en el caso del 300 se han añadido luces antiniebla. También son interesantes las nuevas luces diurnas de LED y los nuevos retrovisores, que pese a estar integrados en la carrocería se pueden replegar gracias a una pequeña rótula. Además, estos ofrecen un gran campo de visión.
En la parte central, justo en la zona de los pies, es donde vemos el nuevo sistema de convección de aire caliente. No es que sea una solución nueva que no se haya usado nunca, pero siempre puede ser de gran ayuda en los meses de frío. Justo encima tenemos la cerradura multifunción, así como los interruptores para las luces de emergencia y antiniebla. Se echa en falta un gancho para bolsas, aunque, ciertamente, el espacio es más aprovechable que antes y tampoco es un problema. El diseño del cuadro de instrumentos también se ha modernizado, aunque lo que sí notará el conductor será la mayor protección ofrecida por la nueva pantalla.
El asiento es muy espacioso y cómodo y ofrece un soporte lumbar regulable para el conductor. El acompañante también tiene espacio de sobra, así como estribos retráctiles y un soporte lumbar. Por su parte, como ya hemos dicho más arriba, bajo el asiento caben fácilmente dos integrales, y en este mismo espacio es donde también vemos un gato hidráulico, una luz de cortesía y un sistema antirrobo que corta la corriente, detalles que, pese a no ser del todo imprescindibles, siempre son de gran utilidad.
La tentación de cada día
Lo que más nos ha sorprendido, de entrada, es el carácter de su motor. Quizá no sale tan disparado como el motor que tiene Kymco para esta misma cilindrada (o al menos esa es la sensación que da), pero tiene una capacidad de acelerar rápido que es difícil de ver en muchos modelos equivalentes. Además, una vez hemos superado el primer tirón, la cosa no decae en absoluto y se pone a más de cien por hora sin que te des cuenta. Por supuesto que sus prestaciones también son muy apropiadas para circular por autopista, más que nada porque en velocidades legales no gira del todo forzado y da un buen margen para realizar los adelantamientos con tranquilidad.
Otra cosa es que consuma un poco más de lo que nos gustaría si nos animamos con el acelerador, sobre todo en ciudad. No es ningún secreto que un scooter con estas dimensiones y un motor tan rápido y tentador como el suyo no será, precisamente, el más ahorrador del mercado. Ahora bien, si el uso que le damos es más de carretera y no lo exprimimos constantemente, la autonomía resultante de sus 12 litros de combustible ya es otra cosa.
Datos técnicos
Marca y modelo | SYM JoyMax 300i GTS | |
---|---|---|
Año | 2012 | |
Motor | ||
Cilindrada | 278,3 | |
Arquitectura | monocilíndrico refrigerado por agua SOHC | |
Potencia (cv) | 30 cv | |
Par motor | nd | |
Alimentación | inyección electrónica de combustible | |
Cambio | automático por embrague centrífugo | |
Neumáticos de serie | 120/70 14" (d) y 140/60 13" (t) | |
Chasis | de doble cuna de tubos de acero | |
Suspensión delantera | horquillas telescópicas hidráulica de 37 mm | |
Suspensión trasera | basculante oscilante y doble amortiguador hidráulico con precarga de muelle | |
Altura del asiento (mm) | 760 | |
Distancia entre ejes (m) | 1,53 | |
Frenos | 260 mm (d) y de 240 mm (t) | |
Capacidad depósito | 12 litros | |
Peso (kg) | 192 Kg en orden de marcha | |
Velocidad máxima | > 120 Km/h | |
Precio (sin extras) | ||
Euros | 4.829 | |
Más datosMenos datos |
De todo un poco
Uno de los grandes aciertos de SYM con el nuevo JoyMax es que no se decanta descaradamente por ninguno de los terrenos por los que va a circular. Es decir, que no ha primado la movilidad urbana por encima de la interurbana ni viceversa, o al menos eso suponemos tras comprobar que se desenvuelve más o menos igual de bien en ciudad, carretera o autopista. En la urbe se agradece la altura contenida y el grosor del asiento, con que facilita más de lo esperado las maniobras en velocidades reducidas. Lo único que no nos ha gustado tanto es la posición de la bocina, un poco más alta de lo habitual por la presencia del botón que te permite abrir el asiento con el motor encendido. Nada a lo que no te puedas acostumbrar una vez lo tienes en cuenta.
En autopista no tiene el aplomo que podrían darle unas ruedas de un diámetro mayor, ni un espacio exagerado para estirar las piernas, pero aun así da gusto ir de un lado a otro con él. Protege perfectamente del viento y el mullido del asiento es agradable, y las suspensiones absorben bien los baches incluso a alta velocidad. Este es, de hecho, uno de los puntos en que más se nota que la calidad que ha conseguido SYM en sus modelos nada tiene que envidiar a nadie. Lo mismo con los frenos, pues muerden con muchas ganas y ofrecen un tacto exquisito.
En caso de tener que afrontar una carretera de curvas, también se nota que éste es un buen scooter. Eso sí, nos ha dado la sensación de que le gustan más las curvas rápidas y abiertas, en las que te da una gran confianza en las inclinadas, que las lentas y cerradas, pues en estas sí que se nota un poco más su condición de scooter grande y largo y con ruedas más bien pequeñas (14 delante y 13 detrás) que en ocasiones tienen que afrontar inclinaciones y deceleraciones a velocidad considerable.
Conclusión
Sabíamos del buen hacer de SYM y de cómo se las gastaba últimamente. Pero cuando fuimos a recoger la unidad de pruebas notamos una convicción mayor de lo habitual en el producto que nos ofrecían. Ahora, tras haberlo podido comprobar, sabemos el por qué: el JoyMax 300i GTS ha dado un salto cualitativo importante, se mire por donde se mire. No sólo el motor corre mucho más que antes, sino que el aplomo, la posición de conducción, los acabados, la estética, y todo en definitiva está un eslabón por encima que en la anterior generación del GTS.
Por otro lado, y seguramente porque antes no nos habíamos fijado tanto, nos dio la impresión de que en muchas ocasiones estábamos rodeados de muchos otros SYM a la espera de la luz verde en los semáforos. Desde un Symphony hasta un Fiddle pasando por un CityCom; todos ellos han sabido jugar sus cartas y se han hecho un hueco en las ciudades españolas. Ahora, llegados a este punto y tras haber presentado su apuesta para los maxiscooter de alta cilindrada —el MaxSym 400i—, toca dar un nuevo empujón a un scooter que no va a tenerlo fácil, pero que tiene muchas cartas por jugar.