En la GTR 1400 se ha instalado el motor de la ZZR 1400, eso sí, debidamente civilizado para que ofrezca una entrega de potencia dosificada y agradable, aunque no por ello le quita un punto de nervio deportivo. Con este propulsor, la moto ofrece 155 CV de potencia que rara vez se llegan a exprimir al máximo, ya que cuenta con tal entrega de potencia desde muy bajas revoluciones que a penas obliga a utilizar mucho el cambio de marchas. A sus cinco marchas se suma una sexta muy viajera que permite obtener unos consumos bastante ajustados y una buena velocidad media si no buscas rodar en estilo racing.
Una vez que ponemos en marcha sus 279 kilos (algo más cuando se llena el depósito y las maletas), se muestra bastante ágil y segura –aunque hay que acostumbrarse a lo “cabezona” que resulta en los giros, sobre todo a poca velocidad-, y ofrece un gran confort de marcha gracias a la implantación de un bastidor monocasco, que además permite un diseño estilizado y un buen acople para el carenado y las maletas laterales.
Para la transmisión se ha recurrido al infalible cardán, que además requiere un mínimo mantenimiento y ofrece un gran confort de marcha. En cuanto al apartado de suspensiones, la GTR 1400 monta una horquilla invertida rígida delante que le otorga una dirección bastante suave y precisa, mientras que la para la parte trasera se cuenta con un monoamortiguador regulable bastante eficaz. Otro apartado destacado es el de los frenos, ya que siendo un modelo que procede de una marca muy deportiva, el comportamiento de estos es muy destacable y potente, en los que no falta el sistema ABS.
En línea con el confort
Estéticamente, la GTR 1400 resulta muy atractiva y su línea da una rápida idea del confort que podemos encontrar. Tanto el piloto como el acompañante disponen de amplio y cómodo espacio, y cuenta con elementos de confort como la pantalla ajustable eléctricamente y un completo cuadro de mandos que informa hasta de la presión de los neumáticos. Además, y para mayor seguridad, incorpora un personal sistema de encendido inteligente Kipass, que permite accionar el arranque sin necesidad de sacar o meter la llave a través de un mando electrónico inalámbrico.
Por último, otro punto importante y fundamental en una gran rutera es la capacidad de carga, que en esta Kawasaki está más que logrado con sus maletas perfectamente integradas, que por cierto, las laterales se ven demasiado a través de los retrovisores limitando su visión de la carretera -por poner algún pero.