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Prueba: Opel Mokka X 1.6 CDTi – Cuadrando el círculo

La firma alemana mejora lo inmejorable un producto ya de por sí redondo. Nuevo apellido, nueva imagen exterior e interior, pero el mismo concepto: un vehículo que sabe cómo hacer las cosas y en qué momento. Nosotros lo hemos probado en profundidad y aquí te traemos nuestras impresiones. Disfrútalas.

Suele decirse popularmente que si algo funciona, mejor no lo cambies; y si has de cambiarlo, intenta que sea lo menos posible. Pues bien, esta máxima es la que parece haber adoptado Opel con el protagonista de estas líneas: el Mokka X. Un modelo que se ha convertido en la gallina de los huevos de oro para la firma del rayo, ya que desde el principio se ha convertido en todo un best seller. Más de medio millón de unidades vendidas en todo el mundo en estos tres años y medio así lo avalan, siendo además el coche de entrada o de conocimiento de la marca para muchos clientes.

Nueva línea de producto

Argumentos no le faltan: diseño, habitabilidad interior y un equilibrio entre mecánica y dinámica que cautiva a sus compradores y hace temblar a sus rivales. Con todos estos elementos, ¿qué haría falta cambiar entonces? Muy poco… o no. Al tratarse de la típica actualización de gama que reciben todos los modelos a mitad de su vida comercial, Opel ha optado así por tocar lo justo.

Si bien sorprende el apellido X añadido, lo cierto es que se trata de una estrategia comercial pura y dura, ya que es como la firma de Rüsselsheim distingue a la nueva gama SUV, en la que tiene depositadas muchas esperanzas y que está formada por el propio Mokka X, el Crossland X y el Grandland X. Una terna en la que el protagonista de estas líneas se posicionará como alternativa intermedia, tal y como dictamina una carrocería de 4,28 metros de largo, 1,78 de ancho y 1,66 de alto, es decir, que sus dimensiones se mantienen intacta.

Mejorando lo presente

Lo que Opelsí ha modificado ha sido, no obstante, su diseño. Sí, como hemos dicho, este ha sido uno de los pilares maestros del Mokka, pero con la llegada de la X, había que cambiar cosas. Lo primero que llama la atención es su frontal, totalmente nuevo y en armonía con el resto de productos de la marca. Parrilla y parachoques han cambiado su forma, otorgándole un aspecto más puntiagudo y robusto. Sin embargo, el protagonismo se lo llevan los faros.

Estos mantienen la luz diurna LED en forma de punta de flecha, aunque ésta ahora es doble y no se perciben los diodos, sino que es una tira más estilizada. Pero además, opcionalmente por 1.250 €, pasa a estar disponible, como en nuestra unidad, con la tecnología AFL LED adaptativa, la misma que monta el Astra. El conjunto externo se completa con nuevos juegos de llantas, en nuestro caso montaba unas de 18 pulgadas (de serie en el acabado) y dos colores adicionales para la carrocería: el Naranja Ámbar (que hubiera quedado ‘niquelado’ para las fotos y el Rojo Escarlata.

De puertas para adentro, más cambios… sobre todo si montas en una unidad tan equipada como la nuestra. El elemento principal hacia el que se dirigen nuestros ojos es, sin lugar a dudas, la pantalla central. Esta pasa de estar situada en lo alto del salpicadero a integrarse directamente en él, eliminando toda la botonera de su predecesor gracias a la función táctil. La visibilidad no empeora, todo lo contrario, y su manejo resulta sencillo e intuitivo. De los dos tamaños disponibles, 7 u 8 pulgadas, esta última era la que montaba nuestra unidad, equipando además del navegador, el sistema multimedia IntelliLink más completo.

La calidad de los materiales ha aumentado considerablemente de nivel gracias al empleo de un mayor número de plásticos blandos que se mezclan con un ajuste significativamente mejorado. Además, en lo que a diseño se refiere, dicha zona recuerda a la de otros modelos como el Astra, aunque a diferencia del compacto, el Mokka X mantiene la botonera de la climatización con multitud de comandos pero sencillos de aprender y manejar.

Perfecto para viajar

En esta línea, cabe destacar la más que correcta habitabilidad que atesora. Las plazas delanteras son verdaderamente cómodas y nos sujetan a la perfección. Al ir un poco más arriba que en un compacto o un utilitario, la sensación de dominancia es mucho mayor, característica que también incide en una visibilidad más amplia.

Detrás, además de acceder de forma relativamente sencilla (su altura facilita incluso la colocación de sillitas infantiles), un servidor con su 1,79 de estatura no tenía ni un solo problema para acomodarse. De hecho, el espacio sobrante permite que adulto de casi 1,90 entren sin dificultades. La anchura ya es otro tema, porque los 130 cm medidos a la altura de los hombros nos hacen presagiar que tres personas puedan ir algo apretadas, sin contar con que la del centro sufrirá un respaldo duro y una butaca estrecha. Por suerte, no existe un túnel central demasiado voluminoso que nos obligue a ir con las piernas separadas.

Un poco más atrás, en el maletero, los 356 litros son suficientes para realizar un viaje largo. Capacidad en la que se incluye un doble fondo algo chiquitajo pero perfecto para guardar los enseres más valiosos. La boca de carga se mueve en la media de tamaño pero se sitúa a 66 centímetros del suelo, dificultando algo la carga de objetos.

Volvemos a encontrarnos

En el apartado dinámico y mecánico no hay ningún cambio. Tal es así que incluso la unidad que protagoniza esta prueba equipa el mismo motor que ya probamos hace tiempo, es decir, el 1.6 CDTi de 136 CV acoplado a la caja de cambios manual de seis relaciones y a la tracción integral.

Si quieres saber más de las aptitudes dinámicas, te emplazo a que leas la prueba mencionada (aquí tienes el link (target=undefined)). Aunque si estás algo vago, te puedo comentar brevemente las cuatro pinceladas que me siguen sorprendiendo de este conjunto. Por un lado, la elasticidad del motor, con una respuesta que empieza a ser viva desde las 1.700 vueltas y es más contundente a partir de las 2.000 vueltas. Dos, el tacto del cambio, exquisito, con una dureza que recuerda a la de algunos deportivos y que no resulta nada incómodo. Tres, el exiguo consumo del motor. En condiciones normales nosotros logramos una media de entre 5,3 y 5,5 l/100 km (el homologado está en 4,7) aunque si te ‘picas’ y te propones lograrlos, es relativamente ver en el ordenador de abordo el dato oficial (principalmente si circulas por carretera).

Por último, la eficacia del sistema de tracción. El Mokka X que apuesta por versiones 4x4. Si bien sus capacidades off road siguen siendo algo limitadas, el añadido de la X a su nomenclatura ha provocado que se envalentone una vez dejamos atrás ‘lo negro’. No le hace ascos a terrenos arenosos relativamente sencillos como caminos, accesos a fincas, etc., sin obviar que en situaciones de climatología o adherencia adversa nos reporta un plus de seguridad. A modo de bonus, comentar también el gran trabajo realizado en la puesta a punto del chasis. Es tremendamente divertido de conducir y apenas se notan balanceos. La dirección podría ser algo más directa a nuestro juicio, pero no se amedrenta ante una zona con curvas enlazadas.

Podría ser más barato

No vamos a discutir el éxito de ventas del modelo, a las cifras nos remitimos: hasta el mes de agosto Opel ya había vendido 12.937 unidades, colocándose en tercera posición a poca distancia del Hyundai Tucson (segundo con 13.250 unidades) y algo más lejos del ‘todopoderoso’ Qashqai (19.385 ud.). Sin embargo, creemos que el precio de venta resulta algo elevado pues la unidad que tienes ante ti, equipada con el nivel Excellence, el segundo en orden tras el Selective parte de los 28.502 €. Si a este le añadimos los 4.665 € en opciones, la tarifa final asciende a nada menos que 33.167 €. Lo bueno, que Opel nos ofrece un descuento de casi 4.000 euros a los que podríamos sumar otros 1.411 € si financiamos con ellos, dejando así el precio en 27.832 €.

Aunque nos sigue pareciendo un valor alto, es más razonable y si además pensamos que estamos llevándonos un Mokka X casi hasta arriba de equipamiento con, de serie, llantas de 18 pulgadas, sensor de lluvia y luces, sensor de presión de los neumáticos, Open OnStar, Radio IntelliLink 4.0 con Apple CarPlay y Android Auto, velocidad de crucero, luces diurnas LED, embellecedores cromados… Mientras que los opcionales de nuestra unidad se desglosaban, entre otros, en el Navi 900 IntelliLink, la pintura metalizada, faros AFL Plus LED, la cámara de visión trasera o el Opel Eye, es decir, el ojo que controla los sistemas de seguridad como la alerta por cambio involuntario de carril, la velocidad de crucero adaptativa, el sistema de prevención de colisión frontal o el lector de señales de tráfico; y que ha sido convenientemente mejorado para esta actualización.

En definitiva, Opel y el Mokka X lo tienen todo para seguir creciendo y sumando ventas tanto a nivel local como mundial. Estamos ante un producto redondo, con un motor excepcional, sistema de tracción integral efectivo que, quizá tenga en el nuevo Crossland X su rival más voraz, más aún si tenemos en cuenta que los B-SUV están llegando para comerse el mercado. Lo iremos viendo… y probando.

Datos técnicos

Ficha Técnica Opel Mokka X 1.6 CDTi 136 CV 4x4 ExcellenceMotor: Diésel, cuatro cilindros en línea, turboaCilindrada: 1.598 cm3Potencia: 136 CV entre 3.500

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