No nos tiembla el teclado al asegurar que el nuevo Opel Mokka es uno de los lanzamientos más esperados del año no solo para Opel, sino también para el propio mercado. La segunda generación del todocamino urbano cambia por completo ofreciendo una imagen más fresca y juvenil, un interior más digitalizado y una diversidad mecánica a la altura del posicionamiento actual.
Dado que ya te ofrecimos toda la información cuando Opel lo presentó de manera oficial, vamos a centrar estas líneas en contarte nuestra experiencia al volante, la cual ha sido además doble ya que hemos podido probar (de manera breve eso sí) tanto el __Mokka de gasolina como el Mokka-e. __
Y es que como bien sabes una de las virtudes de esta segunda generación del todocamino urbano es su pluralidad mecánica. Está a la venta con el motor de gasolina 1.2 Turbo de tres cilindros a escoger con 100 CV y caja de cambios manual de seis relaciones o 130 CV y transmisión manual o automática, esta de ocho. También puede escogerse con el diésel 1.5 D de 110 CV asociado a la transmisión manual dejando como el más potente de todos el Mokka-e, con su bloque eléctrico síncrono de imanes permanentes que genera 136 CV y 260 Nm de par máximo, nutriéndose de la energía almacenada en una batería de 50 kWh y homologando 324 km de autonomía.
Ágil y divertido
La ruta ha comenzado, precisamente, a los mandos del Mokka-e. Como buen eléctrico, lo primero que hemos hecho ha sido mirar la autonomía en su cuadro digital de 12 pulgadas. Con el 98% daba para 306 km en modo Normal, 288 en modo Sport y casi 325 en modo Eco. La elección de cada modo no solo influye en el recorrido final sino también en su rendimiento ya que para contar con los 136 CV y 260 Nm de par totales será obligatorio activar el Sport, de lo contrario con el Normal tendremos 110 CV y 220 Nm mientras que con el Eco bajaremos a 80 y 180 Nm.
La respuesta demostrada es bastante fulgurante a tenor de cifrar un 0 a 50 km/h de 2,8 segundos gracias a su par instantáneo. Por su parte, en los 50 km de ruta realizados, el rango final bajó cerca de 60 kilómetros alternando los tres modos de conducción y circulando principalmente por entornos urbanos.
La segunda parte discurrió a los mandos del 1.2 T de 130 CV y caja automática. Una opción que se batirá el cobre comercialmente hablando con el de 100 CV, más racional para algunos, pero que quizá decante la balanza a su favor por ser el que puede asociarse a los acabados GS Line y Ultimate, mucho más atractivos y equipados. En este caso, la respuesta es la conocida de otros modelos del Grupo Stellantis, con quienes este Mokka comparte plataforma, como el Peugeot 2008 o el DS3 Crossback. El empuje a bajas vueltas es notable gracias a los 230 Nm de par disponibles a partir de las 1.750 rpm. La transmisión funciona de manera rápida en las aceleraciones pero quizá deja algo que desear en las retenciones, sobre todo cuando circulamos en modo Sport, aunque en líneas generales el __rendimiento de este 1.2 Turbo nos deja satisfechos. __
Punto también favorable es la puesta a punto del chasis. El empleo de la plataforma CMP del Grupo galo no solo le ha permitido rebajar su peso en 120 kilos frente a su predecesor sino que también ha aumentado la rigidez torsional en un 15%. Esto, unido a unas dimensiones más compactas (mide 4,15 metros, es decir, 12,4 cm menos), le convierte en un modelo mucho más ágil y reactivo que antaño. Solo le sacamos una pega, la asistencia de la dirección, demasiado liviana para nuestro gusto pero sin llegar a dejar de transmitir sensaciones. Por suspensión, tanto Mokka como Mokka-e son modelos extremadamente cómodos que permiten cubrir distancias cortas sin fatiga o realizar una conducción más dinámica.
Más amplio y equipado
El resto de sensaciones en primera persona también son gratas. Y es que pese a esa reducción en su longitud, el Mokka presenta un habitáculo espacioso. La zona trasera destaca sobre todo por el hueco reinante en la cabeza mientras que el de las piernas resulta algo justo. El maletero cubica unos excelentes 350 litros que, eso sí, se reducen hasta los 310 en el Mokka-e, mientras que la calidad general percibida es bastante alta, mucho más que en su predecesor. Parte de culpa la tiene, entre otros, el Opel Pure Panel compuesto por las dos pantallas digitales y que son opcionales no obstante.
El confort de los asientos delanteros es máximo contando incluso con función masaje en el acabado Ultimate (también están ventilados y son calefactables). Si seguimos con el equipamiento, mencionar que de serie, los Mokka y Mokka-e parten con luces diurnas LED, Opel Vizor, pantalla central táctil de 7 pulgadas con radio digital DAB y cuadro de instrumentos de 7 pulgadas, llantas de aleación de 16 pulgadas, kit antipinchazos, alerta por fatiga del conductor, alerta por abandono de carril, control de velocidad de crucero, sistema de frenada de emergencia en ciudad con detector de peatones.
No obstante, en Opel consideran que el grueso de ventas se lo repartirán entre los acabados GS Line y Ultimate que, eso sí, no podrán combinarse con el bloque de gasolina de 100 CV. Entre algunos de los elementos que montan están la cámara cenital y cámara trasera, los sensores de lluvia y luces, el retrovisor interior fotosensible, el techo en negro, climatizador automático, faros antiniebla delanteros, llantas de 17 pulgadas, consola central con reposabrazos y portavasos, pedales deportivos (GS Line)…
En estos casos, las opciones a contemplar son los asientos ergonómicos (para el Ultimate), las llantas de 18 pulgadas, el techo en rojo o blanco, el capó en negro, asientos delanteros calefactables, acceso y arranque sin llave, faros IntelliLux Matrix LED, gancho de remolque, cargador inalámbrico y la doble pantalla del puesto de mandos. Con todo, los precios de la gama Opel Mokka son los siguientes:
- Mokka 1.2 Turbo 100 CV Edition: 21.824 €
- Mokka 1.2 Turbo 100 CV Business Elegance: 24.942 €
- Mokka 1.2 Turbo 130 CV GS Line: 25.357 €
- Mokka 1.2 Turbo 130 CV Business Elegance: 26.397 €
- Mokka 1.2 Turbo 130 CV Ultimate: 30.242 €
- Mokka 1.2 Turbo 130 CV AT8 GS Line: 27.228 €
- Mokka 1.2 Turbo 130 CV AT8 Business Elegance: 28.267 €
- Mokka 1.2 Turbo 130 CV AT8 Ultimate: 32.113 €
- Mokka 1.5 D 110 CV Edition: 22.500 €
- Mokka 1.5 D 110 CV GS Line: 24.500 €
- Mokka 1.5 D 110 CV Business Elegance: 25.500 €
- Mokka 1.5 D 110 CV Ultimate: 29.200 €
- Mokka-e Edition: 35.400 €
- Mokka-e GS Line: 37.400 €
- Mokka-e Business Elegance: 38.400 €
- Mokka-e Ultimate: 42.100 €