Así es, el otrora 4x4 pasa a convertirse en un SUV al uso cambiando su aspecto por completo y tomando la apariencia de un Qashqai más refinado y ensanchado. Sólo puede elegirse con un motor, el 1.6 dCi de 130 CV de origen Renault, con dos tipos de tracción, 4x2 y 4x4 con selector de modos; y con dos configuraciones de asientos, 5 y 7. Nosotros ya lo hemos probado, y estas son nuestras impresiones. La sombra del Qashqai es más extensa que la de la ‘chepa’ de El Jorobado de Notre Dame o la del Ojo de Sauron en el Señor de los Anillos. Sí, el crossover japonés no sólo ha devuelto a Nissan a los puestos de cabeza del mercado sino que está influyendo de manera significativa en el devenir de sus nuevos modelos. Primero fue el Pulsar, de cual ya te contamos nuestras impresiones hace unas semanas en la prueba que le realizamos, y ahora le ha tocado el turno al X-Trail, que aquí te presentamos.
El robusto y ‘cuadradote’ todoterreno ha dado un giro tan importante a su imagen que hasta nos atrevemos a decir que no es el mismo. Y es que la estrategia de Nissan ha sido clara: al sacar la segunda generación del Qashqai, eliminó su variante +2 para, pocos meses después presentar el X-Trail y cubrir así el hueco dejado. De esta forma, el 4x4 nipón, y que muchos consideraban una referencia del segmento, desaparecía por completo. Bien es cierto que dicha estrategia le ha restado ventas al Qashqai, pero también ha conseguido potenciar de nuevo las del X-Trail.
¿+2 o -2?
Para ello, como decimos, cubre el hueco dejado por el Qashqai +2 al que le añade otros 10 cm de largo, 4 de ancho y 5 de alto para llegar a los 4,64, 1,82 y 1,70 metros, respectivamente. En cambio, la distancia entre ejes es 5,6 cm inferior por lo que el que debería ser uno de sus puntos fuertes, las siete plazas, se convierte en una característica prescindible. Más aún cuando comprobamos que en su gama existe una variante de cinco plazas que no sólo es 800 euros más barata sino que además cuenta con un maletero mucho más capaz que ofrece 550 litros frente a los 445 litros de nuestra unidad; cifra que sólo supone un aumento de 6 litros con respecto a un Qashqai.
La causa, que lo que gana en profundidad lo pierde en altura al poder guardar dicha tercera fila bajo el piso. Eso sí, con ella oculta, se pueden ganar otros 150 litros adicionales al poder desplazar longitudinalmente la segunda hilera de asientos. Ahora bien, al desplegarla, obtendremos unos exiguos 135 litros que serán útiles para guardar un par de maletas de mano o de bolsas de deporte… y no muy voluminosas.
En lo que a habitabilidad se refiere, lo cierto es que nos esperábamos más, sobre todo cuando recordamos la que tenía el Qashqai +2. La reducción en su batalla, que además ñe deja con, únicamente, 6 cm de ganancia con respecto a un Qashqai, se traduce en dos plazas poco prácticas en las que un adulto de estatura media (unos 180 cm) no tendrá espacio suficiente para meter las piernas; de hecho, le será imposible. Además, su banqueta y su respaldo son cortos mientras que el acceso a las mismas es bastante complicado (el abatido de la segunda fila es muy corto). Por lo tanto, hay que tener claro si compensa más pagar los 800 euros adicionales que ya te hemos comentado para tener un vehículo con dos plazas muy ocasionales y con un maletero más reducido que el de la variante de cinco.
Ficha Técnica Nissan X-Trail dCi 130 CV
- Motor: Diesel cuatro cilindros en línea
- Cilindrada: 1.598 cc
- Potencia: 130 CV a 4.000 rpm
- Par: 320 Nm a 1.750 rpm
- Velocidad Máxima: 186 km/h
- 0-100 km/h: 11 seg.
- Consumo (urbano/extraurb./mixto): 6,2 / 4,7 / 5,3 l/100 km
- Emisiones CO2: 139 gr/km
- Dimensiones: 4.643 / 1.820/ 1.695 metros
- Maletero: 135-445 litros
- Peso: 1.802 kg.
- Cambio: Manual de seis velocidades
- Depósito: 60 litros
- Precio: 37.000 euros
Un motor que sí lo justifica
En el otro lado de la balanza se encuentra el punto positivo que viene determinado por el montaje de un motor realmente bueno y de un equipamiento de lo más completo. En primer lugar, tenemos el siempre fiable propulsor 1.6 dCi de 130 CV (el mismo que se monta en el Qashqai y el Renault Mégane) y que se torna como la única opción de su gama (quizá ese sea otro fallo). En marcha resulta bastante progresivo aunque le notamos algo más perezoso que en los dos modelos antes mencionados; no en vano, tiene que hacer frente a 1.800 kg, es decir, 200 kg más que su ‘hermano’ pequeño. No será hasta las 1.750 rpm cuando notemos que empieza a empujar pudiendo estirarle hasta más allá de las 3.500 sin problemas… ni con exceso de ruido, pues parece estar mejor aislado.
Eso sí, en lo que respecta al consumo los 4,9 litros que homologa oficialmente son imposibles de alcanzar en condiciones normales. Yendo tranquilos la media puede mantenerse en unos 6,5 l/100 km para, en el momento que vayamos algo más ‘alegres’ pasar a 7,5 l/km.
La transmisión de seis marchas es rápida mientras que la dirección, aunque es directa, podría transmitir algo más de información. En carretera resulta un coche bastante cómodo gracias a un tarado de la suspensión firme pero en tramos más sinuosos, su gran altura y un chasis no nos permitirán hacer demasiadas filigranas pues le notamos algo más torpe en los cambios de dirección. Y si queremos sacarle fuera del campo, tendremos un vehículo correcto en líneas generales, muy apto para llevarle por caminos de tierra sencillos. Pero si quieres un poco más de ‘chicha’ todoterrenenera, puedes pagar 3.000 euros más y optar por la variante 4x4 que incluye un selector de modos (2WD, Auto y Lock)… aunque, ni de lejos, se acercará al anterior X
Hasta los dientes
Como tampoco se podría acercar el anterior X-Trail al equipamiento que se oferta en este nuevo ya que con el acabado más alto, el Tekna tendremos un vehículo con portón del maletero automático, sensor de luces y de lluvia, navegador, faros delanteros Full LED con cambio automático de luz de carretera, avisador por cambio de carril, avisador de choque frontal, detector de ángulo muerto, lector de señales de tráfico (elementos aglutinados bajo el escudo de protección inteligente de la marca), asientos tapizados en cuero y los delanteros, eléctricos y calefactados, volante multifunción, climatizador bizona, llantas de19” sobre neumáticos en medida 225/65(poco aptas para el campo la verdad), acceso y arranque sin llave, sistema de entretenimiento Nissan Connect con Bluetooth, asistente de aparcamiento… Todo ello, eso sí, por 37.000 euros, es decir, 4.000 más que el Qashqai más equipado por lo que entraríamos en otro punto a tener en cuenta, si compensa con respecto al SUV compacto, pero eso ya es cuestión de gustos.