A nivel dinámico, ningún retoque ya que el modelo nipón sigue asombrando por su comportamiento tanto fuera como dentro del asfalto. Nosotros lo hemos probado con el motor diésel de 130 CV asociado a la caja de cambios automática Xtronic y a la tracción delantera. Pocos habrá ya que se acuerden de los orígenes del X-Trail. Un vehículo de formas cuadradas y amplias aptitudes off-road que surgió a principios de este nuevo siglo para competir directamente contra Jeep y Mitsubishi. Un concepto que duró una docena de años (y del que un servidor guarda un excepcional recuerdo) pero que se transformó en el 2013, cuando los SUV ya habían absorbido buena parte de la mentalidad campera.
Así, el nuevo X-Trail pasó a ser el sustituto natural del Qashqai +2, aquel invento por parte de Nissan de dotar a su superventas de una fila extra de asientos aprovechando el tirón comercial existente. Poco a poco, el nuevo X-Trail se ha ido ganando el beneplácito tanto del sector especializado como del público, tal y como demuestran las 8.024 unidades matriculadas durante el pasado año con las que el modelo nipón ha conseguido colocarse en el puesto de cabeza de su segmento.
Una categoría que, curiosamente, está creciendo paulatinamente. Porque de un par de años a ahora, han aparecido nuevos actores como el Skoda Kodiaq, el Peugeot 5008 y el Volkswagen Tiguan Allspace, a la espera incluso de que surjan nuevos rivales como el SEAT Tarraco. Quizá por eso, ya era hora de que el SUV de Nissan recibiera una ligera actualización estética.
Luce muy bien
Así es como llegamos hasta el X-Trail que tenemos ante nosotros y que sigue el mismo patrón estético que analizamos hace unos días con el Qashqai. Así el frontal es un calco al de su hermano pequeño, con una parrilla V-Motion más marcada, paragolpes más voluminosos o luces de nuevo cuño con tecnología LED. Eso sí, para diferenciarse del best-seller ofrece partes de diseño específicas como son la parte baja del paragolpes delantero, la firma lumínica diurna o la zona trasera, con portón, luces y paragolpes exclusivos.
Ficha Técnica Nissan X
Motor: Diésel, cuatro cilindros en línea, turboalimentado
Cilindrada: 1.598 cm3
Potencia: 130 CV a 4.000 rpm
Par: 320 Nm a 1.750 rpm
Velocidad Máxima: 180 km/h
0-100 km/h: 11,4 seg.
Consumo (urbano/extraurb./mixto): 6,0 / 4,9 / 5,3 l/100 km
Emisiones CO2: 139 gr/km
Dimensiones: 4.690 / 1.820/ 1.710 milímetros
Maletero: 565-1.675 litros
Peso: 1.675 kg.
Cambio: Automática, de variador continuo
Depósito: 60 litros
Precio: 37.700 euros
Precio ud. probada: 38.300 euros
Todo ello envuelto en una carrocería que mantiene sus 4,69 metros de largo, 1,82 de ancho y 1,71 de alto, es decir, que frente a un Qashqai ofrece casi 29,6 centímetros más de longitud, 1,4 de anchura y 12 de altura.
Ahora bien, de puertas para dentro son como dos gotas de agua, aunque en el caso del X-Trail adaptado a las necesidades de tamaño que acabamos de plantear. Del conjunto quizá llame más la atención el nuevo diseño del volante, con un diámetro más pequeño y un aro más fino que le confiere, además de deportividad, un mayor desahogo visual. Los materiales y tapizados son prácticamente los mismos, aunque no cuenta con la llamativa tapicería de cuero del Qashqai Tekna+ que probamos porque dicho acabado no existe en nuestro protagonista.
Máxima amplitud
Pese a ello, los asientos sujetan perfectamente y son incluso algo más amplios que los de su hermano pequeño. En la zona trasera, los 6 centímetros adicionales de batalla (2,70 m) no solo repercuten en un maletero más amplio, de 565 litros, sino que permiten que tres adultos se acomoden con relativa facilidad. En el caso de una persona de 1,80 metros, aún le sobran 14 cm para tocar con las rodillas y 10 para rozar con la cabeza en el techo. Y por si eso no fuera suficiente, los respaldos cuentan con reclinación. En cuanto a anchura, el hecho de que no haya rastro de túnel central, beneficia para que un adulto pueda viajar sin demasiada fatiga.
Volviendo al maletero, la unidad de prueba no iba asociada al opcional de siete plazas (400 €), por lo que el volumen máximo que ofrece es el comentado de 565 litros (15 más que antes), contando eso sí el doble fondo existente, que viene muy bien para guardar enseres de valor que, claro está, no ocupen mucho. Además, al colocar la doble bandeja en la posición más elevada, sirve para generar un piso totalmente plano que viene acompañado de una ganancia de espacio que nos lleva a tener hasta 1.996 litros. Para acceder al mismo, Nissan por fin ha escuchado a sus clientes (o quizá ha visto cómo se mueve el segmento) y por fin le ha dotado de un portón con accionamiento eléctrico con función manos libres (elementos que no está disponible en el Qashqai).
Ambas cifras se mueven en la zona media de su segmento, aunque lejos de rivales directos como el KIA Sorento (605 l), Skoda Kodiaq (650 l) o Peugeot 5008 (702 l). Como dato reseñable, llama la atención que el Renault Koleos, un vehículo nacido a partid del X-Trail, solo cubica 498 litros (no ofrece además la posibilidad de montar siete plazas).
Equilibrista
El puesto de conducción es cómodo y goza de buena visibilidad. Además nos permite ir bastante abajo colocados sin que por ello perdamos control visual. Eso sí, cuenta con elementos algo a desmano, como los botones situados en la parte inferior izquierda del volante y que no son baladí, pues activan o desactivan el sistema de alerta por cambio involuntario de carril, la calefacción del volante, el control de estabilidad, el Start&Stop, la apertura y cierre eléctricos del portón o el programa ECO del motor.
Ya que mencionamos el propulsor, decir que en esta ocasión hemos optado por el bloque que mejor le sienta, el diésel 1.6 dCi de 130 CV de origen Renault que le mueve con soltura y contundencia en cualquier régimen de giro, aunque se le nota especialmente alegre en la zona media del cuentarrevoluciones. Ahora bien, en lugar de asociarlo a la caja de cambios manual de seis relaciones, hemos optado por la automática Xtronic de variador continuo.
Entendemos que no es la opción más demandada, primero por su sobreprecio (cuesta 1.700 €), y segundo, porque una vez probada, querremos volver a la manual. No es que sea malo, pero no llega a tener la fluidez que tiene una transmisión manual, ni siquiera una automática al uso con convertidor de par o de doble embrague. Este Xtronic, al ser un variador continuo, no tiene marchas prefijadas y la revolución del motor al pisar con contundencia el acelerador nos hará perder confort de marcha.
Por suerte, el motor goza del suficiente empuje para hacerle avanzar con relativa soltura. Si no, solo hay que echar un ojo a sus prestaciones, con una velocidad máxima de 180 km/h y un 0 a 100 km/h de 11,4 segundos. En comparación con la manual, perdemos 8 km/h de punta y tardamos casi un segundo más en acelerar. En cambio, el consumo medio homologado tampoco es muy dispar, 5,3 l/100 km del Xtronic frente a 5,1 del manual, aunque en la práctica el dato se eleva hasta los 7,1 l/100 km (no es un mal registro todo hay que decirlo).
Una transmisión que, como decimos, compromete el comportamiento del coche más allá de las vías rápidas. Sí, porque en autopista y autovía, a velocidad constante, se mostrará como una transmisión confortable. Pero al salir de ellas y afrontar zonas urbanas, carreteras secundarias o incluso zonas off-road, notamos cierta pereza. No llega al nivel de otras marcas compatriotas, pero sí que puedes ahorrarte esos 1.700 € de tarifa e invertirlos, quizá en el acabado o incluso en la tracción total.
Sí, porque esa es otra de sus desventajas, la imposibilidad de asociarse con el sistema 4x4-i con el que el X-Trail gana muchos enteros para salir fuera del asfalto. Porque nuestra unidad, con el 4x2 ya se comportó de manera excelente en caminos arenosos, pero sobre todo echamos la vista atrás, en concreto a la cuarta edición del Crossover Domination, donde pudimos comprobar tanto las bondades de este sistema, como del propio vehículo a la hora de circular por campo. No llega al nivel del X-Trail ‘cuadradote’, pero sí que es uno de los mejores en este terreno.
Mejor con descuento
La unidad que ilustra estas líneas iba asociada al acabado más alto de la gama, el Tekna. Por lo tanto, el X-Trail no solo gana en atractivo visual, sino que no ofrece fisuras en lo que a equipamiento se refiere… porque trae de todo. En él vienen de serie las llantas de 19 pulgadas, el Safety Pack compuesto por el mencionado cambio de carril, el asistente de luz de carretera, el lector de señales de tráfico, la alerta de atención del conductor y el sistema anti-colisión frontal con reconocimiento de peatones; al que se suma el Driver Assist Pack formado por el control de ángulo muerto, el detector de fatiga y alerta por tráfico cruzado trasero.
También posee el control de velocidad de crucero, indicador de presión de neumáticos, asistente al arranque en pendientes, climatizador automático bizona, volante calefactado, tapicería de piel, asientos regulables eléctricamente con calefacción, asientos traseros calefactados, faros Bi-LED, NissanConnect con pantalla táctil de 7 pulgadas, cámara de visión 360º, asistente de aparcamiento, acceso y arranque sin llave, control inteligente de la trazada, sistema de sonido BOSE con 8 altavoces, freno de estacionamiento eléctrico…
Con todo, la única opción disponible es la pintura metalizada, a elegir entre nuevo tonalidades (cuatro son nuevas) y que cuestan bien 600 € como nuestro gris o 700 €. Eso sí, el precio de tarifa final es ligeramente alto ya que el PVP del coche asciende a nada menos que 37.700 € (38.300 € si sumamos la pintura). No obstante, por suerte para ti, Nissan propone un descuento que asciende hasta los 5.550 €, dejando el valor final en unos interesantes 32.150 €. Ahora bien, tendrás que entregar tu coche usado (sea cual sea) y financiarlo.
En definitiva, Nissan ha sabido mejorar algunos de los puntos débiles de su todocamino más grande y aparente. Estéticamente, el X-Trail gana en atractivo, mientras que la conectividad y la seguridad están aseguradas. Solo la opción de adquirirlo con la caja manual, hará que estemos hablando de un producto francamente redondo.