Nissan está a punto de sacar al mercado la versión 2.0 turbodiesel 4x4, la opción estrella del Qashqai (que ya probamos en su presentación en Enero en Barcelona) y que debería, según los cálculos de Nissan, arrasar en el mercado de los crossover. La nueva generación de coches viene liderada por estos modelos que pueden considerarse turismos, pero que a la vez presentan casi las mismas cualidades que un SUV Tras los siete días que ha durado la prueba del Qashqai, podemos dar fe del concepto generalizado que el público tiene de él. De entre todas las opiniones que hemos recibido, un amplio porcentaje se ha referido a él mas veces como un 4x4 que como un turismo. Por algo será. El caso es que éste, el 4x2, es una opción que se puede asumir por 20.480 euros y que nos sigue pareciendo algo cara para lo que es capaz de ofrecer. Muy bien en diseño, confort y materiales, pero algo peor en habitabilidad trasera, consumos y precio.
Pero ¿esto que es, y que motor lleva?
Que sea antes 4x4 que turismo en la cabeza del público no es ni bueno ni malo para Nissan, porque en realidad no buscaban aparentar ni una cosa ni la otra. Precisamente pretendían que surgiera algo nuevo de la fusión de los patrones ya establecidos dando lugar a una nueva “norma”. Porque precisamente esta versión del Qashqai no es de tracción 4x4, sino únicamente delantera, pero sigue dando la apariencia de poder resolver cualquier situación adversa con la soltura de un todoterreno.
Y es que la verdad es que en el fondo el Qashqai no se desenvuelve mal. A pesar de sus dimensiones se mueve con mucha soltura en ciudad, la dirección no ofrece excesiva resistencia (es eléctrica y endurece el volante en función de la velocidad gracias a un sensor en permanente funcionamiento) y su diámetro de giro permite maniobras de mucha agilidad. No obstante, el ir mas alejado del suelo hace que se note pérdida de estabilidad a gran velocidad y más con tracción únicamente delantera. La suspensión se ha regulado a la perfección para no caer en la excesiva oscilación de los todoterrenos “puros y duros” consiguiendo además una agradable rodadura y una absorción casi perfecta de las irregularidades. Lleva ruedas 215/65 que cumplen de forma aceptable con una “moderada alternancia de superficies”, aunque ni son los mejores para carretera, ni sirven para “off-roads” agresivos.
Lo que podemos decir de este motor es que funciona muy bien con este bastidor y carrocería aunque consume mucho sin pedirle demasiado. Da 140 cv de potencia que no desequilibran el coche y que mantienen a raya cualquier contratiempo al volante, necesitando para ello llevarse mas de 10 litros por cada cien kilómetros de recorrido (hemos hecho medias de 10.0 litros en uso moderado que suben hasta 12 en recorridos mas variados y exigentes). En carretera tiene una aceleración prolongada y bastante suave para ser gasolina, y su cambio manual de seis desarrollos es bastante preciso (el 1.6 gasolina se puede adquirir con caja manual de cinco y sólo el 2.0 diesel podrá llevar el automático).
Otra cosa es lo que pueda hacer “off-road”, donde no es para nada un experto aunque sí mantiene el tipo con dignidad. Su altura libre al suelo le permite adentrarse donde otros ni se lo plantearían aunque, evidentemente, sin tracción total no podemos pedirle demasiado. Le falta algo de par por debajo de las 3000 rpm ya que su motor es capaz de conseguir 196 Nm a 4800 rpm, nada que ver con lo que da el turbodiesel de igual cilindrada (el 2.0 dCi tiene un máximo de 340 Nm a 2000 vueltas). Esta es por tanto otra característica que coloca a este motor en el grupo de los urbanos y prudentes, dejando a los motores gasoil toda la aventura del “off-road”.
Interior: bien acabado, con detalle y sin alardes
Cuando Nissan presentó a la prensa en Barcelona los motores 1.6 gasolina y 2.0 turbodiesel, los vistieron a ambos con el mejor de los acabados, el Tekna, una opción que marca el mayor salto cualitativo dentro de la gama y que hace de este coche un auténtico lujo (llantas de 17”, faros de xenón, techo solar panorámico y llave inteligente). Pero está claro que no es una opción para todos accesible, son 2.800 euros más sobre el precio básico y se suma a todo lo que lleva el acabado Acenta mas el acceso a otras dos opciones: la de la cámara de visión trasera (2.150 euros mas) y la tapicería de piel en todos los asientos (otros 1.000).
Mirándolo así el listón se pone muy alto y cuesta bajar a la cruda realidad de la calidad “intermedia”, como la de éste 4x2 Acenta. Si es cierto que hay detalles de cierto nivel como el sensor de aparcamiento, el control de crucero, el volante con mandos integrados o el climatizador bizona, pero se echa en falta un mejor acabado de los asientos, el sistema de navegación o el panel frontal. Hay buenos detalles y en general se ha orientado el control de las funciones hacia el conductor (prueba de ello son los controles integrados en el volante, muy similares a otros modelos de Nissan y que, con su acabado en aluminio, permiten una perfecta adaptación). El ordenador de a bordo está integrado entre el cuentavueltas y el velocímetro, también redondeado y que cuenta con una iluminación anaranjada que le da un aire juvenil a los viajes en penumbra.
El Qashqai es además líder en el sector si hablamos de capacidad. Posee 410 litros de maletero que serán ampliables hasta 1513 con las plazas traseras abatidas. La altura de carga es elevada y los asientos de la banqueta trasera no llegan a abatirse por completo. Es un precio que hay que pagar por lucir “crossover” y hace que las cargas completas del coche conlleven bastante sobreesfuerzo. El confort general es bueno en la parte delantera, hay altura suficiente para conductor y copiloto y se agradecen espacios portaobjetos en las puertas, guantera y frontal. Mientras, en la trasera se echan en falta algunos centímetros de altura que limitan bastante a personas de mas de 1´80.
El más seguro
Sólo han pasado unos meses desde que viera la luz el Qashqai y ya es uno de los pesos pesados dentro de Nissan. De hecho, en Abril contaban ya mas de 23.500 unidades vendidas y otras 60.000 que estaban a la espera de ser entregadas. Son muy buenos números en poco tiempo y una señal inequívoca de que el “crossover” se va a poner de moda en muy pocos meses.
Además de haber tenido un buen reconocimiento y una gran aceptación en nuestro país, el Qashqai ha obtenido una de las mejores puntuaciones en la evaluación Euro NCap, un programa de vigilancia de la seguridad en nuevos vehículos en la que el de Nissan ha obtenido la máxima nota por su alto nivel de protección de adultos. En las distintas pruebas, el Qashqai ha registrado prácticamente la máxima puntuación, y ha destacado con mucha diferencia en algunas como impacto frontal y lateral o en avisadores de cinturones de seguridad. Hasta el momento, ningún vehículo en la categoría de familiares compactos ha recibido la máxima calificación de cinco estrellas.
El último de los competidores que ha decidido plantarle cara es el nuevo Altea Freetrack, el crossover de Seat. Se sabe que llevará motores de hasta 200 cv pero su precio aún no parece estar muy claro. De momento, el Qashqai se va haciendo hueco en nuestro país a ritmos vertiginosos.