Dicen que para vencer hay que dividir pero nosotros mejor nos quedamos con la expresión de: “la unión hace la fuerza”. Una máxima que han seguido desde Nissan para dar vida al que pretende ser el bombazo de esta década: el Ariya. Un modelo que combina los dos conceptos que le sirvieron a la firma de Yokohama para salir a flote en el momento más convulso de su historia: la silueta crossover y la electrificación. Poco o nada hay que añadir a estas alturas de modelos como el Qashqai o el Leaf, líderes indiscutibles en sus respectivas categorías durante varios años que ahora han servido de lienzo para dar forma al Ariya.
El primero modelo de Nissan y el segundo junto con el Renault Mégane E-TECH que hace uso de la plataforma modular CMF-EV de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Un modelo que llegar para marcar un antes y un después en la historia de Nissan y cuyo objetivo no es otro que situarse como el crossover eléctrico más vendido. Para ello, además de por tecnología, echa el resto en diseño, confort y dinámica.
Silueta coupé
Yendo por partes, como diría aquel, nosotros hemos confirmado que en vivo este Ariya se postula como uno de los SUV eléctricos más llamativos que han pasado por nuestras manos. Parte de culpa la tiene un diseño coupé que no hace sino reducir el número de contendientes al futuro Volkswagen ID.5 e, incluso, al Ford Mustang Mach-E. La pronunciada caída del techo le otorga una silueta llamativa, no hay duda, pero en los 4,60 metros de longitud también hay cabida para otros elementos que llaman nuestra atención.
Los más destacados son el patrón Kumiko de la parrilla carenada frontal, la forma fina y elegante de los pilotos delanteros, la tira de LED de los traseros o las molduras en negro. Por cierto, las llantas pueden ser hasta de 20 pulgadas mientras que la altura libre al suelo es la misma que la de un Qashqai: 18,5 cm.
Cálido hogar
De puertas para dentro destacaríamos el salto de calidad conseguido por Nissan. Tanto que nos da la sensación de estar subido en un Infiniti que en un Nissan. Los diseñadores de interiores nipones han trabajado arduamente en ello y parece que han conseguido trasladar el ambiente de los hogares japoneses al habitáculo de este Ariya. Llama la atención lo limpio que resulta su salpicadero, con algunos de sus comandos insertados directamente en las molduras. Por encima, dos pantallas de 12,3 pulgadas se unen bajo un mismo marco mientras que propone igualmente un Head-up display a color proyectado en el parabrisas.
El sistema multimedia ofrece un funcionamiento intuitivo, acorde con lo visto en el último Qashqai aunque un punto por encima. Sin embargo, el rasgo que define a este Ariya es, sin duda, el confort y el espacio. Comenzando por una consola central desplazable longitudinalmente de manera eléctrica y siguiendo por una zona trasera amplísima, apta para tres ocupantes sin ningún tipo de problema viajando, además, los dos exteriores en unas butacas que nos han sorprendido muy gratamente por su recogimiento y lo mullidas que están. En cuanto al maletero, los 468 litros de las versiones 4x2 se ven reducidas mínimamente en las de tracción total, cubicando 415 litros.
Mucho donde elegir
Porque una de las grandes virtudes de este nuevo Nissan Ariya será que podrá escogerse con multitud de versiones. Cierto es que solo habrá dos niveles de batería, uno de acceso con 63 kWh de capacidad y otro de mayor rango hasta con 87 kWh, en ambos casos, capacidad bruta. A partir de ahí los rangos de potencia serán variados quedando estructurados de la siguiente manera:
• Ariya 2WD: 160 kW (214 CV), 300 Nm, 0-100 km/h en 7,5 segundos, batería de 63 kWh y 360 kilómetros de autonomía homologada bajo ciclo WLTP • Ariya 2WD: 178 kW (238 CV), 300 Nm, 0-100 km/h en 7,6 segundos, batería de 87 kWh y 500 kilómetros de autonomía • Ariya e-4ORCE: 205 kW (274 CV), 560 Nm, 0-100 km/h en 5,9 segundos, batería de 63 kWh y 340 kilómetros de autonomía • Ariya e-4ORCE: 225 kW (301 CV), 600 Nm, 0-100 km/h en 5,7 segundos, batería de 87 kWh y 460 kilómetros de autonomía • Ariya e-4ORCE Performance: 290 kW (389 CV), 600 Nm, 0-100 km/h en 5,1 segundos, batería de 87 kWh y 400 kilómetros de autonomía
Conducimos el de acceso
Llegados a este punto, toca hablar de cómo va este Ariya y aunque la conducción fue un tanto peculiar (discurrió por dentro del trazado del Madrid-Jarama RACE simulando condiciones de circulación real en diferentes entornos, urbano, interurbano y vía rápida) nos sirvió para descubrir, aunque fuera solo durante cinco vueltas que este crossover es tan confortable como, presumiblemente, deportivo. Sin llegar a sacar conclusiones del todo completas, sí nos pareció que el tacto de la dirección es preciso y comunicativo, que la suspensión sin tener la opción de ofrecer amortiguadores adaptativos filtra a la perfección las irregularidades o que la puesta a punto del chasis, con la batería colocado en el fondo plano del vehículo, le permiten ser un coche bastante reactivo.
En lo que a mecánica se refiere, parece que la versión de acceso de 214 CV dará más que de sobra para el quehacer diario de los conductores. A falta de conocer el peso final homologado, no dio la sensación de ser un coche perezoso, sobre todo al afrontar los tramos simulados de “carretera secundaria”. El empuje resulta contundente y la estabilidad general incluso al acelerar en apoyo es muy alta. A finales de año llegarán las versiones de tracción total e-4ORCE con la que Nissan promete un “equilibrio entre un potente rendimiento y un control sin precedentes para una conducción más agradable y placentera”. Tecnología que pudimos probar brevemente en uno de los talleres impartidos en la marca dentro de un Leaf dando la sensación de convertir al coche en un vehículo infinitamente más aplomado y estable. Independientemente de qué versión escojas, tendrás siempre un selector de modos con tres programas, Sport, Estándar y ECO que varían la respuesta del conjunto de manera muy significativa.
En cuanto al consumo y la autonomía, poco que decir de una conducción cogida con pinzas. Sea como fuere sí parece que podrá acercarse a los 405 kilómetros recientemente homologados bajo ciclo WLTP, más si el conductor consigue hacer un uso correcto del e-Pedal, el cual ha sido modificado siguiendo las indicaciones de los clientes de la japonesa quienes veían como muy molesto el hecho de que se detuviera por completo con él activado. Nosotros no lo compartimos porque esa era la esencia del sistema pero si el cliente tiene la razón… poco se puede discutir. Una función que se combina con el modo B de la caja de cambios que también frena al coche pero no con tanta intensidad como el e-Pedal.
En definitiva
En lo que a seguridad se refiere, el Ariya está provisto de todos los asistentes de conducción que se le presuponen a un coche de esta modernidad sumando incluso un nivel de conducción semiautónoma digamos de nivel 2.5 ya que el sistema ProPILOT 2.0 permitirá soltar el volante en algunas circunstancias. Sea como fuere, es evidente que Nissan ha dado un paso al frente combinando lo que mejor ha sabido hacer en esta pasada década: combinar la silueta de moda con la tecnología del futuro presente. Quizá no le sea tan fácil como al Qashqai o al Leaf, pero simplemente con haber combinado lo mejor de los dos mundos ya tiene mucho terreno ganado.