Muchas veces empleamos la máxima de “si algo funciona, mejor no cambiarlo”. Quizá por ello, resulta más sorprendente la revolución que Nissan ha efectuado en el Micra. Ahora bien, pocas son las dudas que nos suscita la marca japonesa a la hora de arriesgar con sus modelos, más aún si tenemos en cuenta el éxito comercial cosechado por los Qashqai y Juke. Al César lo que es del César.
Con esta nueva generación del Micra, la quinta, Nissan no ha dado un giro de 180º, sino de 360º en lo que a concepción, filosofía y diseño se refiere. Basta con ver un Micra anterior al lado de nuestro protagonista para darse cuenta del cambio tan radical que se ha efectuado.
Ficha Técnica Nissan Micra IG
Motor: Gasolina, tres cilindros en línea, turbo
Cilindrada: 898 cm3
Potencia: 90 CV a 5.500 rpm
Par: 140 Nm a 2.250 rpm
Velocidad Máxima: 175 km/h
0-100 km/h: 12,1 seg.
Consumo (urbano/extraurb./mixto): 6,0 / 4,6 / 5,1 l/100 km
Emisiones CO2: 118 gr/km
Dimensiones: 3.999 / 1.743 / 1.465 milímetros
Maletero: 300-1.004 litros
Peso: 1.053 kg.
Cambio: Manual, de cinco velocidades
Depósito: 41 litros
Precio: 19.600 euros
Precio ud. probada: 22.850 euros
Al menos, podemos seguir refiriéndonos a él como un utilitario del segmento B, aunque ahora lo haremos con más certeza que antes. Y es que si miramos sus dimensiones exteriores, los 3,99 metros de carrocería (16 cm más que antes) le colocan justo en el corazón de su categoría. Cota que se acompaña de una anchura de 1,74 metros (+8 cm) y de una altura de 1,45 metros (6 cm menos), permitiéndole ahora competir de tú a tú contra los auténticos best-seller de la categoría: SEAT Ibiza, Volkswagen Polo, Citroën C3, Ford Fiesta o Renault Clio, entre otros.
Más personalizable
Para lograrlo, una de sus grandes bazas es el diseño. Nissan ha abandonado esa estética redondeada y algo más femenina por una más angulosa y agresiva. Sigue destilando atractivo, aunque ahora consigue captar igualmente la atención tanto de mujeres como de hombres. Parte de culpa la tiene haber escogido como patrón el diseño del prototipo Sway, del cual ha heredado el frontal y la zaga.
Desde el primer golpe de vista se nota que este Micra es un Nissan de nueva generación. La parrilla V-Motion adquiere dicha responsabilidad, mientras que los faros principales han afilado su forma para conseguir un frontal dinámico y muy afilado. El capó cuenta con dos nervios voluminosos que se extienden por el lateral hasta la parte trasera del mismo.
Si nos fijamos en el pilar C, vemos que los dibujantes nipones han querido imprimir cierto toque deportivo colocando el tirador de la puerta trasera en el propio marco. Como decimos, esta solución le permite ganar en deportividad, pero como veremos más adelante resta luminosidad en el habitáculo al ofrecer una ventanilla trasera más reducida.
Como colofón, la marca ha apostado fuertemente por la personalización, tal y como se observa en la unidad de esta prueba. Cuenta con 9 colores para la carrocería a los que se añaden otros 11 temas exclusivos para los acabados N-Connecta (6) y Tekna (5). En ellos, el Micra propone diferentes vinilos para el capó y el techo, embellecedores para la zona lateral inferior y las carcasas de los retrovisores, o llantas de diferentes tamaños y tonalidades. Si a eso le sumamos los tres ambientes interiores y los cinco niveles de acabado, la marca asegura que existen hasta 125 combinaciones diferentes para que cada conductor tenga su propio Micra.
Gana en calidad
El habitáculo también supone un cambio radical de filosofía, pero solo si lo comparamos con su predecesor. En cambio, si estamos habituados a otros modelos de la firma, como el Qashqai por ejemplo, veremos que no sorprende demasiado. Pese a todo, alabamos este cambio en cuanto a la mejora de calidad percibida que ofrece el nuevo Micra.
Aunque todavía se abusa de los plásticos duros, aparecen superficies revestidas en cuero y otros materiales más blandos, imposibles de ver en la generación anterior. El diseño de la consola es limpio y ordenado, con unos mandos que ahora sí están al alcance del conductor. Además, este nuevo Micra se jacta de haber sido el responsable de introducir el nuevo volante de la firma, con un diámetro más pequeño, un aro más fino y un diseño más fino. Volante que, posteriormente se ha introducido en los Qashqai y X-Trail post restyling.
A nivel tecnológico, destaca por un lado el cuadro de instrumentos, con un ordenador de abordo grande y claro o la pantalla central táctil de 7,0 pulgadas con sistema Nissan Connect que, pese a no ofrecer sincronización móvil completa (solo cuenta con Apple CarPlay) y a tener unos gráficos en el navegador algo pobretones, cuenta con un manejo y un contraste excelentes. Sin embargo, hay un elemento que nos ha gustado especialmente: los altavoces integrados en el reposacabezas.
Firmados por BOSE, solo se colocan en la zona del conductor para conseguir así una experiencia sonora perfecta. Eso sí, para integrarlos, será necesario apostar por los niveles de equipamiento Acenta y en N-Connecta para tenerlo como opción (350 y 400 €, respectivamente) o ascendiendo al más alto de la gama, el Tekna, para incorporarlo de serie.
Pensado para conducir
Si nos centramos en el confort, el incremento de cotas del exterior ha permitido que el Micra sea un coche mucho más habitable. No obstante, Nissan parece haber pensado únicamente en los pasajeros delanteros a la hora de cubrir esas necesidades de confort. Y es que la zona trasera resulta ser algo angosta. De entrada, se accede a ellas por una puerta con una apertura escasa, mientras que una vez situados en sus asientos, el espacio disponible es algo reducido.
Si bien un adulto de 1,80 metros irá perfectamente integrado, a poco que el conductor tenga algo más de talla, el espacio para las piernas se reducirá, obligándonos a tener que meter el culo en el respaldo y empezar a notar el techo. A ello se suma la antes mencionada ventanilla trasera de menor tamaño que reduce la entrada de luz en el habitáculo, los escasos huecos portaobjetos de los que dispone y, sobre todo, la ausencia de elevalunas eléctricos. Una solución que podríamos entender en los acabados más altos, pero que resulta impropio de un Micra Tekna cuyo precio sin descuentos aplicados arranca en 19.600 €.
En cuanto al maletero, los 300 litros de volumen al menos le colocan como una de las opciones más espaciosas de su segmento, acompañándolo de unas formas cuadradas y bien aprovechadas. Al abatir los respaldos posteriores, en una proporción 40/60, no se obtiene un piso completamente plano, pero sí contamos con una capacidad de 1.004 litros.
Divertido y ahorrador
De los tres motores que componen la gama del Micra, nosotros hemos escogido la que, a nuestro juicio, es la opción más equilibrada por rendimiento y consumo. Se trata del propulsor de gasolina 0.9 IG-T de 90 CV, una mecánica que comparte con su primo hermano, el Renault Clio, y que como decimos destaca por su equilibrio general.
Cierto es que la versión diésel que pudimos probar en su momento durante la presentación es mejor en lo que a gasto de carburante se refiere, pero dado que el cliente medio de este tipo de coches busca realizar un número limitado de kilómetros al año, creemos que este 0.9 IG-T ha de ser el elegido.
Además, este bloque destaca por ofrecer un rendimiento más que correcto, con una respuesta progresiva que acaba por desatarse cuando alcanzamos el rango de las 5.000 pm. Cierto es que los 140 Nm de par resultan escasos, pero empezamos a notarlos cuando la aguja comienza a girar a 2.000 vueltas. Asociado al cambio de cinco relaciones, nos permite realizar tanto una conducción dinámica como tranquila, aunque cuando circulamos por autovía a velocidad de crucero, echamos en falta una sexta marcha que desahogue el motor y reduzca aún más el consumo.
Gasto que, durante nuestra semana de pruebas no pasó de los 6,4 l/100 km. Implica casi 1,5 litros más que el dato oficial, pero conociendo que dichos registros no llegan a ser del todo veraces, nuestro consumo nos parece perfecto para el tipo de coche que estamos llevando.
Da gusto
A nivel dinámico, el nuevo Micra también supone una revolución. Ha pasado de ser ese coche soso a convertirse en todo un rutero que no pierde su condición de urbano. Por ciudad se desenvuelve con soltura, aunque será por carretera secundaria por donde consigamos ‘desmelenarle’. Apoyado en una suspensión firme y en una dirección directa, el chasis permite realizar una conducción alegre sin titubeos. Únicamente el empuje del motor en ciertos momentos nos corta algo el entusiasmo.
Además, dispone del sistema de control de trazada que estrenó el Qashqai y con el que se consigue mitigar el subviraje y aumentar la estabilidad. También dispone de un sistema de control de los movimientos de la carrocería en los baches, consiguiendo que el Micra ofrezca una de las mejores dinámicas de conducción del segmento. ¿Os imagináis un Micra Nismo? Soñar es gratis.
Suculento descuento
Como ya hemos dicho, la oferta comercial del Micra se divide en cinco acabados. Nuestra unidad montaba el más alto de todos, el Tekna, que incorpora todos los elementos de serie, destacando llantas de 17 pulgadas, cámara de 360 grados, sistema de audio Bose, climatizador, acceso y arranque sin llave, NissanConnect con integración móvil para Apple CarPlay… así como numerosas ayudas a la conducción como el control activo de cambio de carril, la alerta por colisión frontal con detector de peatones, el lector de señales de tráfico, el control de objetos en el ángulo muerto o el asistente de luces de carretera.
Todo ello sin olvidar el pack de personalización Soul Red que mejora su ya de por sí distinguido diseño exterior e interior y que cuesta 3.250 € para engrosar una factura que parte de los 19.600 €. No obstante, Nissan ofrece unos atractivos descuentos comerciales y de financiación que permiten rebajar su factura hasta los 17.650 €.
