La gama Mini está compuesta por 5 modelos: el SUV Countryman, uno de los más interesantes, el Mini 3p, del que deriva la versión Cabrio, el Clubman, bastante práctico y con posibilidad de tracción 4WD y el que nos ocupa: el 5 puertas. El Mini 5 puertas te da un plus de practicidad con respecto al de 3, pero no esperes un coche amplio. Un Seat Ibiza es un utilitario de 5 puertas como el de nuestra prueba, con un tamaño parecido, y es bastante más amplio y con un maletero más capaz. El Mini tiene otras virtudes.
En este vídeo, hacemos un repaso a sus medidas y damos datos frente a rivales como el Seat. También lo conducimos y te hablamos de sus virtudes y defectos.
Por qué elegir el Mini 5 puertas
Bajo el paraguas de BMW, Mini lleva muchos años aprovechando la calidad y el buen hacer de la marca muniquesa para lanzar coches bien fabricados y con buena calidad percibida. Las puertas cierran con aplomo, el salpicadero y elementos del interior están bien ensamblados, los asientos, sin ser ergonómicamente maravillosos, están bien instalados y los materiales empleados para mandos, salpicadero, guarnecidos y demás están a gran altura. Y esto, por suerte y con alegría, podemos decirlo de todos los Mini actuales.
Además, su diseño es simpático, llamativo, distinto, personal y hasta carismático. Y lo saben. Es un coche que no pasa desapercibido entre el tráfico urbano. Tiene una longitud de 4,02 metros, como puede ser la del Peugeot 208, concretamente son 4,05 en el francés, o la de otro rival similar como el Renault Clio o el Opel Corsa. Y es su aspecto redondeado, con el techo diferenciado, las ruedas en las esquinas de la carrocería y sus faros circulares los que le hacen distinto.
Qué ocurre con el equipamiento del Mini
Entonces, tenemos dos grandes pilares donde sostener la compra del Mini de 5 puertas: calidad y aspecto. Más adelante, hablaremos del tercero: el comportamiento. La gama está formada por 3 motores, de 102, 136 CV, que es el “nuestro”, y 178 CV. Todos los podemos elegir con cambio manual de serie y automático en opción. Y todos parten del mismo equipamiento, que no tiene un nombre concreto, y al que le sumamos un acabado. En el motor que nos ocupa, los acabados disponibles son Classic, Mini Yours y John Cooper Works. El primero cuesta unos 3.500 € y, los dos segundos, unos 6.600 €. Además, podemos ponerle equipamiento a modo de opciones individuales.
Para que el coche sea realmente atractivo y cuente con elementos interesantes como la ayuda al aparcamiento, los modos de conducción, los retrovisores plegables eléctricamente o el reposabrazos entre los asientos delanteros, hemos de sumar a la factura inicial de 24.600 € (sin cambio automático) los 3.500 € del acabado Classic.
La seguridad preventiva del Mini es opcional
El equipamiento de confort, por ejemplo: aire acondicionado, elevalunas, cierre centralizado o arranque sin llave, está presente en todos y también la seguridad activa y pasiva con elementos como ABS, airbags o controles de tracción y estabilidad, son los elementos de seguridad preventiva los que echamos de menos.
Primero, porque no están de serie en ningún acabado, siempre tendrás que pagarlos aparte. Y, segundo, porque hay elementos que no puede ni equipar en opción como, por ejemplo, el mantenimiento en el carril o el aviso de ángulo muerto en el retrovisor. Mini viene actualizando esta plataforma desde 2016 y, poco a poco, se va quedando obsoleta.
Sí que puedes equiparlo con el comodísimo control de crucero adaptativo o tener frenada de emergencia en ciudad y asistencia al aparcamiento.
Como es el motor Cooper de 136 CV
La gama Mini, al completo, está disponible, únicamente, con motores con etiqueta “C” de la DGT y todos de gasolina. Solo los Countryman y Clubman suman motores diésel. Rivales como el Suzuki Swift, tienen posibilidad de versiones “ECO” de la DGT. Mini Cooper monta un motor de gasolina de 1,5 litros y tres cilindros. Completamente fabricado en aluminio, tiene culata de 4 válvulas por cilindro, turbo e intercooler. Entrega los 136 CV nombrados y solo 220 Nm de par máximo, que es la parte menos buena del motor. En la parte buena tenemos: sube muy bien de vueltas, por lo que es un motor alegre. Tiene respuesta desde apenas 1.500 rpm, por lo que está muy lleno en toda la gama de revoluciones y saldrá con ganas cuando aceleres y sus consumos, con unos 6 litros de media cada 100 kilómetros son bastante razonables.
Para los que os gusten las cifras concretas, como al que firma, os interesará saber que entrega el par máximo entre 1.480 y 4.100 rpm y que, enseguida, se une con la potencia máxima, que llega entre las 4.500 y 6.500 rpm. De esta manera, es un motor turbo muy vivo, que sube mucho de revoluciones y bastante rápido por lo que consigue… diversión al volante. Homologa 207 km/h de punta y 8,3 segundos en el 0 a 100 km/h.
Esos datos, asociado al cambio automático que es de embrague doble y 7 marchas.
Cómo es conducir el Mini 5p
Esta es, a grandes rasgos, la tercera gran virtud del Mini 5 puertas: su conducción. Y, para no arruinar la buena noticia al final, vamos a empezar por lo menos bueno: su radio de giro. Ojo, hemos dicho “menos bueno”. Son 11,1 metros que no es malo. Pero sí que es peor que los 10,7 metros del DS 3. Dicho esto, disfrutaréis de un coche muy rápido de reacciones, entra en la curva con un leve giro del volante y podemos pasarlas a gran velocidad porque tiene buen apoyo y estabilidad. Si nos animamos, deberemos tener cuidado con el acelerador porque es reactivo a los cambios de apoyo y, por el contrario, podremos sujetar bien el tren trasero dando gas.
Las suspensiones son firmes, pero no incómodas. Absorben bien los baches, sobre todo si no montamos llantas altas con perfil de neumático bajo, y cuentan con buenas estabilizadoras para paliar las inclinaciones de la carrocería.
Con un peso bastante razonable de 1.245 kilos, tiene unos frenos normales que funcionan bien gracias a que las inercias no son enormes. Podréis apurar la frenada y “abusar” de ellos sin que se fatiguen rápidamente.
