Sigue leyendo porque te sorprenderá. ¿Recuerdas las famosas preguntas que, en los comics, intentaban identificar a Superman? Una duda que, extrapolada al mundo real, bien podría aparecer cuando observas al protagonista de estas líneas. Porque qué es el Mercedes-AMG CLA 45 Shooting Brake? ¿Un familiar, un cupé o un deportivo de pura cepa? La respuesta, aunque parezca sorprendente, es muy sencilla: lo es todo.
No vamos a entrar a valorar en profundidad el diseño del coche ya que pese a haberse actualizado ligeramente a mediados del año pasado, mantiene la esencia de aquel modelo que apareció un año antes, a principios de 2015. Un vehículo que ofrece una imagen poderosa y muy deportiva, heredad de aquel CLS Shooting Brake de principios de esta década el cual se encargó de crear un nuevo subsegmento: el de las rancheras cupés.
Sello deportivo
Antes de entrar en el apartado estético, el elemento que reclama nuestra atención es, sin lugar a dudas, el motor. Porque de las siete opciones mecánicas disponibles, nosotros hemos elegido, como ya has podido comprobar al principio de estas líneas, la más potente y emocional, es decir, aquella que lleva impreso el sello de Affalterbach. Somos conscientes que de por sí, el CLA no es una de las primeras opciones por parte de los compradores (una percepción equivocada como veremos más adelante), pero es que si además le sumas la emocionalidad de las siglas AMG, la ecuación se queda casi en número rojos.
Sin embargo, como se suele decir con este tipo de versiones “si están ahí, por algo será”, y en el caso del CLA 45 SB (permitidme que acorte el nombre) su razón de ser no es otra que satisfacer los deseos más carnales de los conductores más deportivos. Porque bajo su capó se esconde un exquisito V6 turboalimentado de 2.0 litros que consigue generar nada menos que 381 CV de potencia. Encenderlo es una auténtica delicia (aunque el sonido podría ser más atronador) pero más aún es seleccionar el modo Sport+, meter la primera la primera (se combina con una caja automática) y acelerar a fondo en una recta.
No corre, vuela
En solo 4,3 segundos el cuentakilómetros habrá alcanzado los 100 km/h, una cifra que dice mucho de su carácter deportivo. En marchas cortas el empuje es increíble, gracias principalmente a los 475 Nm de par máximo que aparecen a partir de las 2.250 vueltas. Su régimen es corto, pues a las 2.500 rpm esta curva comienza a bajar. No obstante, las sensaciones que transmite este familiar de raza son impresionantes.
La comentada transmisión automatizada multidisco, AMG Speedshift DCT con una gestión más rápida que la convencional, se convierte en el aliado perfecto. Las marchas se suceden con rapidez y te permite estirar la aguja hasta casi la zona roja (colocada a 6.250 rpm), manteniendo el empuje, ya que los 381 CV potencia hacen acto de aparición a las 6.000 vueltas.
Asimismo, la excelente puesta a punto del chasis nos permite ejercer una conducción extremadamente deportiva sin importar cómo sea el trazado. La dirección es rápida, aunque algo pesadota, mientras que la suspensión, firme y rebajada, logra contener cualquier tipo de balanceo de la carrocería. Y es que pese a su aspecto Racing, no hay que olvidar que este Shooting Brake tiene una longitud de 4,69 metros, que bien podrían convertirle en un auténtico barco. Pero nada, aplomo máximo. El diferencial autoblocante delantero y la tracción total 4Matic consiguen pegarle al suelo, consiguiendo una pisada contundente. Por último, el equipo de frenos trabaja con eficacia sin dar síntomas de fatiga incluso aunque abusemos de él.
Para cualquier ocasión
Ahora bien, más allá de ese punto diabólico que tiene, el CLA 45 SB es un coche perfectamente válido para el día a día. Solo tendrás que elegir el modo Comfort a través del selector de modos (algo a desmano por cierto porque se encuentra justo detrás de la palanca de cambios) y dejarte llevar por un coche verdaderamente confortable. En este sentido, la guinda la pondría una suspensión adaptativa, pero el familiar de Affalterbach solo cambia la respuesta del motor, del cambio y de la dirección.
Eso sí, has de tener en cuenta que el consumo no será especialmente bajo. De hecho, en conducción cotidiana, el dato registrado no bajó de 9 l/100 km. Sí teniendo en cuenta los 381 CV que atesora y que en práctica deportiva superamos con crecer los 13,5 litros, la cifra conseguida nos puede servir para recorrer unos 615 kilómetros sin tener que parar a repostar (el tanque ofrece 56 litros).
Característica a la que se suma un habitáculo bastante espacioso, con un maletero extremadamente capaz al que se accede a través de un portón eléctrico con función manos libres (la boca resulta bastante pequeña), dando lugar a un hueco de 495 litros, ampliables a 1.354 cuando se abate la segunda fila. Zona en la que pese a la pronunciada caída del techo, es perfectamente apta para ser ocupada por adultos que midan aproximadamente 1,85 metros. Los más altos sí comenzarán a dar con el techo, mientras que si eres de piernas largas, quizá empieces a notar el respaldo del asiento delantero. En lo que a anchura se refiere, dos será el número mágico ya que la plaza central, además de dura y estrecha está penalizada por un túnel bastante voluminoso.
En cuanto al puesto de conducción, las butacas de corte deportivo ofrecen una sujeción excelente, así como un diseño acorde a lo que nos ofrece (con las costuras en contraste a la tapicería). La consola central, tiene ese punto de analógico que tanto nos gusta, aunque se abusa quizá de botones en exceso. La apariencia general es buena y salvo algunos remates algo justos, la calidad del conjunto es elevada.
Prepara la chequera
En resumidas cuentas, este AMG CLA 45 Shooting Brake tiene una gran cantidad de argumentos para convertirse en la opción ideal de esas familias con niños que buscan un coche aparente y deportivo, pero con ese punto de confort que le permite situarse como el coche de a diario. Sin embargo, la gran pega que le encontramos es el elevado precio en el que está tasado, pues los 65.725 € que pide la firma de estrella de base pueden incluso aumentar hasta más allá de los 88.000 si decides tener la unidad que protagoniza está prueba.
Un modelo en el que hay elementos de pago que creemos deberían venir incorporados en el paquete de fábrica, como la comentada apertura y cierre del portón, las llantas de aleación de 19 pulgadas, el ajuste eléctrico de los asientos delanteros, la cámara de visión trasera, el climatizador de tres zonas, el sensor de luces de carretera, la iluminación ambiente configurable o el control del ángulo muerto. Por su parte, otros como el sistema de escape AMG (que emite un sonido embriagador), las molduras interiores en fibra de carbono, las pinzas de freno en color rojo, el techo solar eléctrico y panorámico o la pintura designo plata polar magno, son caprichos visuales que bien podrían eliminarse. Sin embargo, eso no quita para que este CLA 45 Shooting Brake, pese a todas sus virtudes, sea un capricho familiar inalcanzable.
Mercedes-AMG CLA 45 Shooting Brake
Motor: Gasolina, cuatro cilindros en línea, turbo
Cilindrada: 1.991 cm3
Potencia: 381 CV a 6.000 rpm
Par: 475 Nm entre 2.250-2.500 rpm
Velocidad Máxima: 250 km/h
0-100 km/h: 4,3 seg.
Consumo (urbano/extraurb./mixto): 9,2 / 5,6 / 6,9 l/100 km
Emisiones CO2: 162 gr/km
Dimensiones: 4.691 / 1.777 / 1.417 milímetros
Maletero: 495-1.354 litros
Peso: 1.615 kg.
Cambio: Automatizada multidisco, siete velocidades
Depósito: 56 litros
Precio: 65.725 euros
Precio ud. probada: 88.606 euros
