¿Sabías que en los países del centro de Europa, de cada cinco Mercedes Clase C que se venden, tres tienen carrocería familiar? Allí, los conductores tienen un gran aprecio a estas variantes, pues cuentan con los mismos motores, chasis e interiores que las berlinas de las que derivan… pero, además, añaden un plus de utilidad. Sin embargo, en España no acaban de cuajar -si exceptuamos casos puntuales como los Peugeot 307 y 407 SW-: sus ventas no suelen superar el 10%…
Aún así, las marcas siguen insistiendo, y una de las últimas en hacerlo es Mercedes, que ya ha puesto a la venta la variante familiar del Clase C -su modelo más vendido- con un maletero más práctico -pero casi igual de capaz, pues tiene 485 litros en vez de 475-. Por lo demás, el C Estate sigue siendo un Clase C, es decir, una berlina muy cómoda para cuatro personas -está homologada para cinco, pero no está bien resuelta para llevar a tantos- y bien acabada… pero con rivales, al menos, igual de recomendable.
Por dentro y por fuera
El diseño del interior del C es muy similar al de cualquier otro Mercedes… y también su buena calidad. La postura de conducción es muy buena; resulta sencillo encontrarse agusto en él. El asiento es cómodo y su sujeción, correcta. Eso sí, el accionamiento de algunos mandos es mejorable: la palanca de los intermitentes incluye las luces y los limpias, existe un mando giratorio multifunción que puede llegar a distraer… La calidad interior sigue siendo de las mejores por ajustes, solidez… Sin embargo, ahora la apariencia general es más sobria.
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