Con 381 CV, 4,4 segundos para alcanzar los 100 km/h desde parado y una puesta a punto exquisita le convierten en uno de los todocaminos deportivos más emocionantes del mercado. Existió un tiempo en el que las prestaciones y la potencia sin fin eran parcelas exclusivas de los compactos o de las berlinas. Sin embargo, con la irrupción de los SUV, los fabricantes vieron un filón a la hora de ofrecer el modelo más radical del mercado. Muchos han sido los todocaminos que han dejado totalmente de lado el terreno arenoso para centrar sus miras en los circuitos.
Si nos centramos en la categoría que más ha crecido en los últimos años, los SUV compactos, vemos que la guerra se la reparten entre dos marcas. Alemanas y de corte Premium, Audi y Mercedes-Benz llevan cerca de un lustro compitiendo por ver quién es capaz de ofrecer a sus clientes el modelo compacto más prestacional. Una batalla que comenzó con el RS3 y el A45 AMG y que se ha extrapolado a sus respectivos todocaminos: RSQ3 y GLA 45 AMG.
Pelea de gallos
Del primero ya realizamos una amplia prueba hace algún tiempo, por lo que hoy nuestras miradas se posan sobre el segundo. Para ponerles en situación, decir que el GLA deriva directamente del Clase A y aunque el compacto de Stuttgart acaba de renovarse hace relativamente poco, el modelo que protagoniza estas líneas todavía ofrece la imagen previa a la nueva generación.
Para ver un nuevo GLA todavía habrá que esperar unos cuantos meses, tiempo que no debería dilatarse en demasía si Mercedes-Benz no quiere quedarse atrás frente a su rival, pues Audi acaba de poner a la venta la nueva entrega de su Q3, con un diseño más atractivo y una dotación tecnológica mayor.
Ficha Técnica Mercedes
Motor: Gasolina, cuatro cilindros en línea, turbo
Cilindrada: 1.991 cm3
Potencia: 381 CV a 6.000 rpm
Par: 475 Nm entre 2.250-5.000 rpm
Velocidad Máxima: 250 km/h
0-100 km/h: 4,4 seg.
Consumo (urbano/extraurb./mixto): 11,3 / 6,9 / 8,5 l/100 km
Emisiones CO2: 193 gr/km
Dimensiones: 4.455 / 1.804/ 1.479 milímetros
Maletero: 421-1.235 litros
Peso: 1.585 kg.
Cambio: Automática, doble embrague, siete velocidades
Depósito: 56 litros
Precio: 71.750 euros
Ahora bien, como si de una partida de Risk se tratase, la ventaja de nuestro modelo reside en que la firma de Ingolstadt todavía no ha anunciado si aparecerá un nuevo RSQ3… aunque todo apunta a que sí y que, encima, sobrepasará los 400 CV.
Vitaminado
Pero volviendo a este GLA 45, decir que los 4,45 metros de carrocería entran directamente por los ojos. En comparación con un GLA normal, esta versión desprende más músculo, conseguido en parte por un frontal más agresivo presidido por una enorme calandra con el logo de la estrella justo en medio. Los paragolpes son específicos, incrustando en su lateral dos todas de aire sobredimensionadas que eliminan los faros antiniebla. Porque para temas de iluminación, el GLA 45 equipa de serie faros LED High Performance que cubren de sobra nuestras necesidades.
El color gris montaña de la carrocería podría resultar discreto de primeras, pero si por un lado se combina con los detalles en negro brillante del paquete AMG Night (presentes en los retrovisores, barras de techo, marcos de las ventanillas, calandra y difusor) así como como con las llantas de 20” y las pinzas de freno en rojo, el conjunto no puede ser más espectacular. De la zaga destacamos el mencionado difusor con doble salida de escape y el discreto pero efectivo alerón posterior que puede ser de mayor tamaño si pasamos por caja.
Ambiente racing
Al abrir las puertas, el interior nos recibe con un halo de deportividad que combina a la perfección con la elegancia innata de este modelo. Cierto es que hay algunos detalles que nos chirrían (tanto literal como figuradamente) y ajustes que podrían estar mejor terminados, sobre todo para un modelo que supera los 80.000 € con facilidad, pero si lo que buscamos es ese toque racing, sin duda lo encontraremos.
Detalles como los asientos con reposacabezas integrados, los cinturones en rojo, el cuadro de instrumentos específico, el volante de cuero achatado en su parte inferior, con levas metálicas y guía centra en rojo, pedalier de aluminio, salpicadero revestido en cuero con costuras rojas en contraste o una llamativa moldura central con toques de competición consiguen extrapolarnos a cualquier circuito del mundo.
El conjunto perfecto
Ahora bien, si de verdad queremos ‘viajar’ a Paul Ricard, Laguna Seca o Nürburging solo tenemos que dar el contacto, apretar las manos contra el volante y acelerar con contundencia. Todo ello sin habernos olvidado de conectar previamente el programa Sport+ y sentir cómo todo el potencial del GLA 45 se manifiesta ante nosotros.
Porque no estamos hablando solo de motor, sino de un conjunto motor-transmisión-chasis casi perfecto, que los chicos de Affaelterbach han desarrollado con especial mimo para brindar las emociones más puras a sus conductores.
Bajo el capó se halla un motor de gasolina 2.0 Turbo de cuatro cilindros que ha sido pertinentemente actualizado para generar 21 CV más que antes, llegando así a la mágica cifra de 381 CV dejando así atrás los 367 CV del RSQ3. Hablamos por tanto de una potencia específica de 190,5 CV/litro, lo cual es una barbaridad para un modelo de 4,45 metros.
Bloque del que se saca todo el partido si equipamos opcionalmente el escape deportivo. Hay que desembolsar 934 € sí, pero conseguirá que el resto del mundo sepa que estamos llegando. El par máximo también ha aumentado, logrando ahora 475 Nm cuando la aguja gira entre las 2.2590 y las 5.000 rpm.
Como no podía ser de otra forma, la encargada de gestionar todo este potencial es la conocida transmisión Speedshift DCT AMG de siete relaciones que también ha sido revisada y que ahora ofrece unos cambios de marcha más rápidos y eficaces. Otro aliado de altura es la tracción total 4MATIC que viene de serie y que nos permite pegar los 1.585 kg al suelo como una lapa.
Un conjunto mecánico explosivo que se completa con unas prestaciones de escándalo: 250 km/h de velocidad punta autolimitada y, sobre todo, una aceleración de 0 a 100 km/h de solo 4,4 segundos, o lo que es lo mismo, casi medio segundo menos que antes. Un registro que no solo tenemos que agradecer al aumento de potencia y de par, sino a la inclusión de la función Race Start (un Launch control o control de arrancada de toda la vida) que consigue fundir nuestra espalda contra los asientos.
Metidos en todo ‘el fregao’, como se diría coloquialmente y con las pulsaciones a más de 140, este GLA 45 parece eliminar de golpe y plumazo su condición de SUV. Derrocha agilidad, precisión en el giro y, lo más importante, corre mucho. El conjunto de opcionales compuesto por la suspensión adaptativa, el autoblocante delantero o el programa Race se convierten casi en obligatorios si queremos gozar de un auténtico bólido de carreras.
El motor estira sin contemplaciones hasta las 6.500 rpm, acompañándose de un sonido embriagador. Por su parte, las levas tras el volante nos permiten juguetear con las subidas y retenciones sin limitaciones, mientras que los frenos, con un diámetro de 350 mm delante y 320 mm detrás, nos detienen en poquísimos metros.
Pero más allá de todo, el GLA 45 destaca por su elevadísima estabilidad. La dirección, superprecisa, necesita simplemente un toque de volante para que acometamos con sencillez la curva, mientras que la suspensión adaptativa elimina cualquier rastro de balanceo. La guinda la ponte la comentada tracción total, con un reparto que puede llegar a ser hasta del 50% en cada eje a poco que note que perdemos motricidad.
Ahora bien, una de las ventajas de este GLA 45 es su multi-personalidad, puesto que se convierte en un coche perfectamente apto para circular a diario. Sus 421 litros de maletero o una segunda fila apta para cuatro ocupantes, así como un programa Comfort que permite rebajar el consumo hasta poco más de 8 l/100 km (en conducción 100% deportiva no bajaremos de 19 l/100 km), así nos lo demuestran.
Eso sí, a no ser que tengamos claro que vamos a hacer uso de su vena más ‘macarra’, los 71.750 € que Mercedes-Benz pide por este AMG GLA 45 4MATIC resultan quizá demasiados. Por eso, es usted quien ha de encargarse de poner el límite de un coche que es